Zaha Hadid fue una destacada arquitecta iraquí-británica, conocida por su estilo distintivo y revolucionario que desafió las convenciones arquitectónicas tradicionales. Nacida el 31 de octubre de 1950 en Bagdad, Hadid creció en una familia rica en cultura y educación. Desde joven mostró un gran interés por las matemáticas y el arte, influencias que más tarde se reflejarían en su obra arquitectónica innovadora y vanguardista.
Hadid estudió matemáticas en la American University of Beirut antes de trasladarse a Londres para estudiar arquitectura en la Architectural Association School of Architecture. Su tiempo en Londres fue fundamental para su desarrollo, ya que estudió con figuras influyentes como Rem Koolhaas y Elia Zenghelis, quienes la animaron a explorar y cuestionar los límites del diseño arquitectónico convencional.
A lo largo de su carrera, Zaha Hadid se destacó por su enfoque único y visionario que desafiaba las geometrías tradicionales y exploraba nuevas formas y estructuras. Sus diseños se caracterizan por líneas audaces, formas fluidas y una fusión impresionante entre el arte y la arquitectura. Entre sus obras más emblemáticas se encuentran el Centro Acuático de Londres para los Juegos Olímpicos de 2012, el Museo Maxxi en Roma, el Centro Heydar Aliyev en Azerbaiyán y el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal en Cincinnati, entre muchos otros.
A lo largo de su carrera, Zaha Hadid recibió numerosos premios y reconocimientos por su contribución al campo de la arquitectura. En 2004 se convirtió en la primera mujer en ganar el premio Pritzker, considerado el premio más prestigioso en arquitectura. También fue galardonada con la Medalla de Oro Real del Instituto Británico de Arquitectos en 2015, siendo la primera mujer en recibir este honor en solitario.
Hadid no solo dejó una marca indeleble en el campo de la arquitectura, sino que también inspiró a generaciones futuras de arquitectos y diseñadores con su audacia y creatividad. Su influencia continúa resonando en el mundo de la arquitectura contemporánea, donde su legado perdura a través de sus diseños innovadores y su capacidad para desafiar las convenciones establecidas.
Trágicamente, Zaha Hadid falleció el 31 de marzo de 2016 a los 65 años de edad, dejando atrás un legado monumental que sigue inspirando a arquitectos y amantes del arte en todo el mundo. Su vida y obra sirven como testimonio de cómo la pasión, la dedicación y la visión pueden transformar un campo y abrir nuevas posibilidades para la expresión arquitectónica y cultural.