Vivir en Inglaterra: Pros y Contras de Establecerse en la Tierra de los Ingleses
Inglaterra, un país conocido por su rica historia, su vibrante cultura y su influencia global, es uno de los destinos más populares tanto para turistas como para quienes buscan establecerse a largo plazo. Desde el bullicio de Londres hasta los tranquilos paisajes de los Cotswolds, vivir en Inglaterra tiene un atractivo inmenso. Sin embargo, como ocurre con cualquier lugar, la vida en este país tiene tanto aspectos positivos como negativos que deben considerarse antes de tomar la decisión de mudarse allí. En este artículo, exploramos en profundidad los pros y contras de vivir en Inglaterra, considerando diversos factores que afectan a los residentes locales, expatriados y quienes desean mudarse.
Pros de vivir en Inglaterra
1. Sistema de salud público y accesible
Uno de los mayores atractivos de vivir en Inglaterra es el sistema de salud público conocido como el NHS (National Health Service). Fundado en 1948, este sistema brinda acceso gratuito o de bajo costo a una amplia gama de servicios médicos, desde consultas generales hasta tratamientos especializados y emergencias. Para los residentes, el acceso a la atención sanitaria de calidad es uno de los mayores beneficios, especialmente cuando se compara con los sistemas de salud privados de otros países, donde los costes pueden ser prohibitivos.
2. Cultura e historia rica
Inglaterra es famosa por su patrimonio cultural e histórico. Desde las imponentes ruinas romanas hasta los castillos medievales y los museos de clase mundial, el país ofrece una oportunidad única para explorar la historia en cada rincón. Londres, por ejemplo, alberga instituciones de renombre internacional como el Museo Británico, la Galería Nacional y el Museo de Historia Natural. Además, el teatro en Inglaterra tiene una tradición venerada, destacándose el West End londinense como uno de los mejores lugares para disfrutar de producciones teatrales a nivel mundial. Los amantes de la literatura también se sentirán como en casa, ya que el país ha sido hogar de gigantes literarios como Shakespeare, Charles Dickens y Virginia Woolf.
3. Diversidad cultural y oportunidades laborales
Inglaterra es una nación diversa, con personas de todos los rincones del mundo que han hecho de este lugar su hogar. Esta multiculturalidad se refleja en la gastronomía, las festividades y las comunidades locales. Además, la economía británica, aunque sujeta a ciertos altibajos, sigue siendo una de las más grandes y dinámicas del mundo. Las oportunidades laborales en sectores como la tecnología, las finanzas, la educación y la salud son abundantes, especialmente en ciudades como Londres, Manchester y Birmingham. Las leyes laborales son generalmente favorables para los empleados, con un fuerte enfoque en la protección de derechos laborales.
4. Transporte público eficiente
Una de las ventajas más destacadas al vivir en Inglaterra es su sistema de transporte público. Aunque puede haber ciertas variaciones dependiendo de la región, las grandes ciudades como Londres cuentan con uno de los sistemas de transporte más eficientes del mundo, incluido el famoso metro de Londres, conocido por su amplitud y cobertura. Además, las conexiones de trenes y autobuses son de alta calidad y permiten moverse por todo el país, facilitando los desplazamientos tanto para trabajo como para ocio.
5. Educación de alta calidad
Inglaterra es hogar de algunas de las universidades más prestigiosas del mundo, como la Universidad de Oxford, la Universidad de Cambridge y la London School of Economics. El sistema educativo británico está altamente calificado y ofrece una amplia variedad de programas académicos tanto a nivel de grado como de posgrado. Las escuelas primarias y secundarias también están bien financiadas y, en general, tienen altos estándares de calidad, especialmente en las zonas urbanas.
Contras de vivir en Inglaterra
1. Costo de vida elevado
Una de las principales desventajas de vivir en Inglaterra, particularmente en Londres, es el alto costo de vida. El alquiler de viviendas es notablemente caro en las grandes ciudades, y la compra de una propiedad puede ser inalcanzable para muchos, especialmente en áreas como la capital. Además, los precios de los alimentos y los productos básicos tienden a ser más altos que en otros países europeos, lo que hace que el costo de vida en general sea un desafío para quienes no cuentan con un salario elevado.
2. Clima variable y gris
El clima en Inglaterra es conocido por su imprevisibilidad. Las lluvias frecuentes, las nubes y el frío durante gran parte del año pueden ser desalentadores para quienes provienen de países con climas más cálidos y soleados. Aunque el verano puede ser agradable, las temperaturas rara vez superan los 25 grados Celsius, y el invierno puede ser largo y húmedo, lo que afecta la moral de algunas personas. El clima británico, aunque templado, también está asociado con un alto nivel de humedad, lo que puede generar incomodidad.
3. Tráfico y congestión en las grandes ciudades
A pesar de contar con un excelente sistema de transporte público, las grandes ciudades inglesas sufren de congestión de tráfico, especialmente en Londres. Las carreteras están a menudo saturadas, lo que dificulta el desplazamiento en automóvil. Esto, combinado con el alto costo de los aparcamientos y los peajes, hace que la opción de conducir por la ciudad no sea siempre la más atractiva. En Londres, por ejemplo, existe una tarifa de congestión, que es un cargo diario por conducir en ciertas zonas del centro de la ciudad.
4. Altos impuestos y cargas fiscales
El sistema fiscal en Inglaterra es relativamente alto en comparación con otros países. Las tasas impositivas sobre la renta pueden ser significativas, especialmente para quienes ganan salarios elevados. A esto se suman los impuestos sobre el valor añadido (IVA) y las contribuciones a la seguridad social. Aunque el sistema de bienestar social está bien estructurado y brinda apoyo en varias áreas, la carga fiscal puede ser una fuente de frustración para algunos residentes.
5. Longevidad en la burocracia
La burocracia en Inglaterra, aunque bien establecida, puede resultar frustrante para quienes se enfrentan a trámites administrativos, especialmente para los recién llegados o los expatriados. El sistema de visados, la obtención de permisos de residencia o la inscripción en el NHS pueden ser procesos largos y tediosos, lo que requiere paciencia. La complejidad de los trámites migratorios también puede suponer una barrera para aquellos que desean mudarse al país sin tener familiares cercanos o una oferta de trabajo.
Conclusión: ¿Vale la pena vivir en Inglaterra?
Decidir mudarse a Inglaterra dependerá de muchos factores personales. Los beneficios como el acceso a la atención sanitaria gratuita, la rica oferta cultural, la diversidad de oportunidades laborales y la alta calidad educativa son indiscutibles, pero estos deben sopesarse con el costo de vida elevado, el clima gris y las posibles dificultades burocráticas. Para aquellos que valoran la historia, la cultura y las oportunidades de desarrollo profesional, Inglaterra ofrece un entorno único que puede ser altamente gratificante. Sin embargo, aquellos que prefieren climas más soleados y un costo de vida más bajo podrían encontrar algunos de los desafíos más difíciles de manejar. Como en cualquier otra decisión importante, es esencial considerar tanto los aspectos positivos como los negativos antes de decidir establecerse en este país europeo de gran tradición.