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Tumores Cerebrales en Niños: Síntomas y Tratamientos

Orígenes, Síntomas y Tratamientos de los Tumores Cerebrales en Niños

Los tumores cerebrales en niños representan una de las condiciones más complejas y preocupantes dentro de la neurocirugía pediátrica. A pesar de que los avances médicos han mejorado considerablemente el diagnóstico y tratamiento, la detección temprana sigue siendo fundamental para aumentar las probabilidades de éxito en el tratamiento. En este artículo, exploraremos los aspectos más importantes relacionados con los tumores cerebrales en la infancia: sus causas, síntomas, diagnóstico, tipos, tratamientos, factores de riesgo y pronóstico.


¿Qué son los tumores cerebrales en niños?

Los tumores cerebrales son masas anormales de células que se forman en el cerebro o en estructuras cercanas al sistema nervioso central. En los niños, estos tumores son considerados una de las principales causas de cáncer en la infancia, siendo los más frecuentes después de la leucemia.

Se estima que alrededor del 20 al 25% de los casos de cáncer en menores de 15 años están relacionados con tumores cerebrales. Aunque los tumores cerebrales pueden desarrollarse en cualquier parte del cerebro, ciertos tipos tienden a ser más comunes en la población pediátrica.

Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Aunque los tumores benignos suelen crecer de manera más lenta, incluso estos pueden representar un riesgo importante si presionan áreas vitales del cerebro. Por otro lado, los tumores malignos tienen la capacidad de invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del sistema nervioso central.


Tipos más comunes de tumores cerebrales en niños

Existen diferentes tipos de tumores cerebrales que afectan a los niños, y cada uno de ellos se clasifica según el tipo de células afectadas y la región cerebral donde se desarrollan. Algunos de los más frecuentes incluyen:

  1. Astrocitomas:
    Representan uno de los tipos más comunes de tumores cerebrales en niños. Los astrocitomas se originan en los astrocitos, que son células cerebrales responsables de mantener la función neuronal. Pueden variar desde tumores benignos hasta malignos.

  2. Meduloblastomas:
    Son tumores malignos que suelen desarrollarse en el cerebelo, la parte del cerebro que controla el equilibrio y la coordinación. Los meduloblastomas son agresivos, pero tienen un alto índice de éxito con el tratamiento adecuado.

  3. Gliomas del tronco cerebral:
    Se desarrollan en el tronco cerebral, una parte vital del sistema nervioso que controla funciones básicas como la respiración, el latido del corazón y el sueño. Estos tumores son muy peligrosos debido a su ubicación.

  4. Tumores de la glándula pineal:
    La glándula pineal es una estructura ubicada en el cerebro que regula el sueño y otros procesos endocrinos. Los tumores que afectan esta área suelen ser poco comunes, pero pueden causar una amplia variedad de síntomas.

  5. Tumores ependimarios:
    Se desarrollan en el revestimiento de los ventrículos cerebrales y la médula espinal. Su tratamiento es complicado debido a su ubicación y la posibilidad de diseminación en el sistema nervioso.


Causas y factores de riesgo en los tumores cerebrales en niños

El origen exacto de los tumores cerebrales en niños no se comprende completamente, pero la investigación ha identificado algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta condición. Estos incluyen:

  1. Anomalías genéticas:
    Algunas mutaciones genéticas heredadas o adquiridas pueden predisponer a un niño a desarrollar tumores cerebrales. Por ejemplo, el síndrome de neurofibromatosis es una condición genética que aumenta el riesgo de desarrollar ciertos tipos de tumores.

  2. Exposición a radiación:
    Los niños que han sido sometidos a exposición previa a radioterapia pueden tener un mayor riesgo de desarrollar tumores cerebrales.

  3. Historial familiar:
    Aunque la mayoría de los tumores cerebrales en niños no son hereditarios, aquellos con un historial familiar de cáncer pueden tener un mayor riesgo.

  4. Inmunodeficiencia:
    Los niños con sistemas inmunológicos debilitados tienen un mayor riesgo de desarrollar neoplasias cerebrales.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de los tumores cerebrales no tienen una causa identificable. Sin embargo, la combinación de factores genéticos, ambientales y biológicos podría desempeñar un papel en su desarrollo.


Síntomas más comunes de tumores cerebrales en niños

Los síntomas de los tumores cerebrales pueden variar dependiendo de la ubicación del tumor, su tamaño y su velocidad de crecimiento. A continuación, se listan algunos de los síntomas más frecuentes:

  1. Dolor de cabeza persistente:
    Los niños con tumores cerebrales pueden presentar dolores de cabeza recurrentes que no responden al tratamiento habitual.

  2. Vómitos inexplicables:
    Los vómitos frecuentes, especialmente cuando ocurren por la mañana, pueden ser un síntoma temprano de un tumor cerebral.

  3. Cambios en la visión o audición:
    La presión sobre áreas cercanas puede causar alteraciones en la visión (visión borrosa o doble) o pérdida auditiva.

  4. Problemas de equilibrio y coordinación:
    La dificultad para caminar, el desequilibrio o la torpeza pueden estar relacionados con tumores en áreas del cerebro responsables de la coordinación motora.

  5. Cambios en el comportamiento o el desarrollo:
    Los niños pueden mostrar cambios en su comportamiento, dificultades para concentrarse o retrasos en el desarrollo, incluso si estos cambios parecen mínimos.

  6. Convulsiones:
    Las convulsiones son un síntoma común en muchos casos de tumores cerebrales. Pueden ser parciales o generalizadas, dependiendo de la ubicación del tumor.

  7. Pérdida de peso inexplicada:
    En algunos casos, los tumores cerebrales pueden estar asociados con una pérdida de peso rápida sin causa aparente.

Es fundamental que cualquier niño que presente uno o varios de estos síntomas sea evaluado rápidamente por profesionales especializados en neurología y neurocirugía para confirmar un diagnóstico temprano.


Diagnóstico de tumores cerebrales en niños

La detección temprana es clave para tratar con éxito los tumores cerebrales en niños. Los procedimientos diagnósticos suelen involucrar una combinación de estudios clínicos, pruebas de imágenes y análisis de laboratorio.

Examen físico y evaluación clínica:

El médico evaluará los síntomas reportados por los padres y realizará un examen físico completo para identificar signos neurológicos anormales.

Pruebas de imágenes:

Las técnicas de imágenes son fundamentales para identificar tumores cerebrales. Entre ellas se incluyen:

  • Resonancia magnética (RM): Es la técnica más eficaz para visualizar los tumores cerebrales, su tamaño, ubicación y posible diseminación.
  • Tomografía computarizada (TC): Aunque menos detallada que la RM, puede ofrecer información importante para el diagnóstico.

Biopsia:

En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de tumor. Esto implica la extracción de una muestra de tejido cerebral para analizarla en el laboratorio.


Tratamientos para los tumores cerebrales en niños

El enfoque para el tratamiento de los tumores cerebrales depende de varios factores, como el tipo de tumor, su ubicación, el tamaño y la etapa de la enfermedad. Los principales métodos incluyen:

  1. Cirugía:
    El objetivo principal de la cirugía es extirpar la mayor cantidad posible de tumor sin dañar las áreas cerebrales circundantes.

  2. Radioterapia:
    Utilizada especialmente cuando la cirugía no es suficiente o no es viable. La radioterapia emplea radiación para destruir células tumorales.

  3. Quimioterapia:
    Consiste en el uso de medicamentos para eliminar células tumorales en el sistema nervioso central. Se emplea especialmente en combinación con otros tratamientos.

  4. Terapias dirigidas e innovadoras:
    Se investigan tratamientos específicos que actúan directamente sobre las células tumorales, minimizando el daño a las células sanas circundantes.


Pronóstico y apoyo emocional

El pronóstico para los niños con tumores cerebrales varía considerablemente según el tipo de tumor, la ubicación y el momento de la detección. La intervención temprana es esencial para mejorar las probabilidades de éxito en el tratamiento.

Además del tratamiento médico, es crucial brindar apoyo psicológico tanto al niño como a su familia, ya que el diagnóstico y tratamiento pueden ser emocionalmente agotadores. La integración de servicios de psicología y grupos de apoyo puede marcar una gran diferencia en el bienestar emocional.


Los tumores cerebrales en los niños son un desafío médico, emocional y familiar, pero con un diagnóstico temprano y tratamiento especializado, es posible mejorar significativamente las tasas de supervivencia y calidad de vida. La educación y la información son herramientas clave para identificar síntomas a tiempo y brindar la atención necesaria a los más pequeños.

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