Familia y sociedad

Trastorno de Personalidad Disociativo en Parejas

La Trastorno de Personalidad Múltiple: Cómo Entender y Afrontar una Relación con una Persona con Trastorno de Personalidad Disociativo

El trastorno de personalidad múltiple, actualmente denominado trastorno de personalidad disociativo (TPD), es una condición psicológica compleja que se caracteriza por la presencia de dos o más identidades o estados de personalidad distintos dentro de una misma persona. Esta condición, aunque rara, puede tener un impacto profundo en las relaciones interpersonales, especialmente en el ámbito conyugal, cuando uno de los cónyuges es diagnosticado con dicho trastorno. Este artículo busca explorar las implicaciones de convivir con una persona con trastorno de personalidad disociativo, los signos y síntomas más comunes, y ofrecer algunas recomendaciones para manejar una relación afectiva en este contexto.

¿Qué es el trastorno de personalidad disociativo?

El trastorno de personalidad disociativo es un trastorno mental grave en el que una persona experimenta la presencia de al menos dos identidades o personalidades distintas que controlan de manera alternante su comportamiento. Cada identidad puede tener su propio patrón de pensamiento, emociones, recuerdos y comportamientos. A menudo, las personas con este trastorno experimentan períodos de amnesia o lapsos de memoria, en los que no recuerdan eventos importantes ocurridos durante el tiempo en que una de sus identidades estuvo activa.

Este trastorno se suele desarrollar como resultado de experiencias traumáticas significativas, especialmente durante la infancia. El trauma puede ser físico, emocional o sexual y es una respuesta de la mente para «escapar» del dolor asociado a estas experiencias, creando identidades alternas como una forma de protección psicológica. La causa principal del trastorno de personalidad disociativo se cree que está relacionada con un mecanismo de defensa frente al trauma, aunque la naturaleza exacta de su aparición no es completamente comprendida.

¿Cómo reconocer que una persona puede tener trastorno de personalidad disociativo?

El trastorno de personalidad disociativo puede manifestarse de diferentes formas, y no todas las personas afectadas experimentan los mismos síntomas. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  1. Amnesia y lagunas mentales: Las personas con TPD pueden tener períodos de amnesia durante los cuales no recuerdan eventos, actividades o conversaciones importantes. Esto puede ser desconcertante tanto para la persona afectada como para sus seres queridos, especialmente si hay cambios abruptos en su comportamiento o forma de ser.

  2. Cambio en la personalidad: Los cambios en el comportamiento, los gustos y las opiniones pueden ser drásticos. Una persona con TPD puede pasar de ser muy extrovertida a extremadamente introvertida, o viceversa, sin una razón aparente.

  3. Comportamientos y actitudes contradictorias: Las diferentes personalidades pueden tener opiniones, valores y comportamientos completamente opuestos. Por ejemplo, una identidad puede ser amable y cariñosa, mientras que otra puede ser agresiva o distante.

  4. Sentimientos de desconexión de uno mismo: Las personas con este trastorno suelen sentirse «desconectadas» de su propio cuerpo o mente, como si estuvieran observando su vida desde fuera, lo que puede generar una sensación de confusión o alienación.

  5. Dificultades en las relaciones interpersonales: Dado que las identidades alternas pueden tener características tan distintas entre sí, puede ser difícil para los demás mantener una relación coherente con la persona afectada. Esto puede afectar negativamente la vida social y familiar.

  6. Depresión y ansiedad: A menudo, las personas con trastorno de personalidad disociativo también sufren de trastornos como la depresión y la ansiedad, derivados del estrés emocional constante que conlleva vivir con múltiples identidades.

¿Cómo puede afectar el trastorno de personalidad disociativo a una relación de pareja?

Cuando una persona con trastorno de personalidad disociativo está involucrada en una relación de pareja, los efectos sobre la dinámica de la relación pueden ser profundos. Las parejas de personas con TPD pueden experimentar una mezcla de emociones, desde el amor incondicional hasta la frustración y el agotamiento. Las siguientes son algunas de las dificultades más comunes que pueden surgir:

  1. Inestabilidad emocional: Los cambios constantes entre las diferentes personalidades pueden generar mucha incertidumbre en la relación. La pareja puede sentir que está «tratando» con diferentes personas en lugar de con la misma, lo que puede generar una sensación de inseguridad y confusión.

  2. Dificultades en la comunicación: Las personas con TPD pueden cambiar su forma de comunicarse dependiendo de qué personalidad esté activa en un momento dado. Esto puede resultar en malentendidos frecuentes o incluso en conflictos, ya que cada identidad puede tener diferentes maneras de expresar sus necesidades y deseos.

  3. Sensación de traición o engaño: Las actitudes cambiantes y la falta de coherencia entre las identidades pueden hacer que la pareja sienta que está siendo engañada o manipulada. Esta falta de «constancia» en la personalidad puede afectar la confianza y la estabilidad de la relación.

  4. Agotamiento emocional: Vivir con una persona que tiene trastorno de personalidad disociativo puede ser emocionalmente agotador. La constante fluctuación en el comportamiento, los cambios de humor abruptos y la falta de previsibilidad pueden dejar a la pareja sintiéndose constantemente en alerta o como si estuviera «caminando sobre cáscaras de huevo».

  5. Impacto en la vida sexual: Las personalidades alternas pueden tener diferentes deseos y comportamientos en relación con la sexualidad. Esto puede crear conflictos en la relación, especialmente si las diferentes identidades tienen actitudes contradictorias sobre la intimidad.

  6. Falta de apoyo emocional: Cuando una persona con TPD no es consciente de su trastorno o no está recibiendo tratamiento adecuado, la pareja puede sentirse sola en el proceso, sin apoyo emocional ni una forma clara de ayudar a su ser querido. Esto puede generar una gran sensación de aislamiento.

Estrategias para manejar una relación con una persona con trastorno de personalidad disociativo

Mantener una relación con alguien que tiene trastorno de personalidad disociativo no es fácil, pero con las estrategias adecuadas, es posible tener una relación saludable. A continuación, se presentan algunas recomendaciones:

  1. Educación sobre el trastorno: El primer paso fundamental es entender qué es el trastorno de personalidad disociativo y cómo se manifiesta. Cuanto más se sepa sobre la condición, más fácil será manejar la situación de manera empática y comprensiva. Esto también ayudará a evitar sentimientos de culpa o confusión.

  2. Buscar apoyo profesional: Es crucial que tanto la persona con TPD como su pareja reciban apoyo profesional. La terapia cognitivo-conductual y la terapia de integración de la personalidad son enfoques comunes utilizados para tratar el trastorno de personalidad disociativo. Un terapeuta especializado puede ayudar a la persona afectada a trabajar en la integración de sus diferentes identidades y proporcionar a la pareja las herramientas necesarias para lidiar con los desafíos emocionales.

  3. Fomentar la comunicación abierta: La comunicación honesta y abierta es clave en cualquier relación, pero es aún más importante cuando se trata de una persona con TPD. Establecer un espacio seguro donde ambas partes puedan expresar sus sentimientos, frustraciones y necesidades es esencial para mantener la relación.

  4. Establecer límites claros: Debido a la naturaleza impredecible del trastorno, es útil que ambas partes en la relación establezcan límites claros sobre lo que es aceptable y lo que no lo es. Esto puede ayudar a evitar malentendidos y a crear un entorno más estable.

  5. Ser paciente y flexible: Es importante entender que las personas con trastorno de personalidad disociativo no tienen control total sobre los cambios en su identidad. La paciencia y la flexibilidad son esenciales para navegar las dificultades diarias.

  6. Mantener el autocuidado: Cuidarse a sí mismo es fundamental cuando se está en una relación con una persona que tiene un trastorno psicológico complejo. La pareja también debe asegurarse de tener tiempo para sus propios intereses, emociones y bienestar.

  7. Buscar grupos de apoyo: Unirse a un grupo de apoyo para familiares de personas con trastorno de personalidad disociativo puede ser útil. Estos grupos proporcionan un espacio para compartir experiencias y consejos, lo que puede aliviar el aislamiento emocional y ofrecer perspectivas valiosas sobre cómo manejar la situación.

Conclusión

El trastorno de personalidad disociativo es una condición compleja que puede tener un impacto profundo en las relaciones personales, especialmente en el contexto conyugal. Aunque convivir con una persona que tiene este trastorno presenta muchos desafíos, con el apoyo adecuado, comprensión y estrategias de comunicación, es posible mantener una relación saludable y funcional. Es esencial que las parejas de personas con TPD busquen apoyo profesional y cuiden tanto de su propio bienestar emocional como del de su ser querido.

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