Medicina y salud

Tosferina: Síntomas y Prevención

El sarro de las vías respiratorias es una enfermedad infecciosa y altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños pequeños, aunque puede presentarse en personas de todas las edades. Conocido clínicamente como tosferina o whooping cough en inglés, este trastorno es causado por la bacteria Bordetella pertussis. La tosferina es reconocida por su tos severa y persistente, que suele ser acompañada por un característico sonido agudo al inhalar aire.

Causas

La tosferina es causada por la Bordetella pertussis, una bacteria gramnegativa que se adhiere a las células del tracto respiratorio. La infección se propaga a través de gotas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda. La bacteria secreta toxinas que dañan el revestimiento de las vías respiratorias y provocan una inflamación que dificulta la respiración normal.

Síntomas

Los síntomas de la tosferina suelen desarrollarse en tres etapas distintas:

  1. Fase catarral: Esta es la primera etapa y se presenta generalmente con síntomas similares a los de un resfriado común. Puede incluir secreción nasal, estornudos, tos leve y fiebre baja. Esta fase puede durar de una a dos semanas.

  2. Fase paroxística: En esta etapa, la tos se vuelve más severa y puede ocurrir en accesos (o paroxismos). Estos episodios de tos intensa pueden durar varios minutos y están acompañados por una respiración estridente o un «silbido» al inhalar, de ahí el nombre de «tosferina». Los accesos de tos pueden ir seguidos de vómitos o agotamiento extremo. Esta fase puede durar de dos a ocho semanas.

  3. Fase de convalecencia: En la fase final, la tos comienza a disminuir en frecuencia y severidad, aunque los accesos pueden persistir durante semanas. Esta etapa marca el comienzo de la recuperación, que puede ser gradual.

Complicaciones

La tosferina puede dar lugar a varias complicaciones, especialmente en bebés y personas con sistemas inmunitarios comprometidos. Entre las posibles complicaciones se incluyen:

  • Neumonía: La infección puede extenderse a los pulmones y causar neumonía.
  • Convulsiones: Los episodios de tos severa pueden desencadenar convulsiones en algunos casos.
  • Falla respiratoria: En casos graves, la tosferina puede llevar a una insuficiencia respiratoria, especialmente en recién nacidos.
  • Daño cerebral: En raras ocasiones, la tosferina puede causar daño cerebral debido a la falta de oxígeno durante los accesos de tos.

Diagnóstico

El diagnóstico de la tosferina se basa en una combinación de síntomas clínicos y pruebas de laboratorio. Las pruebas comunes incluyen:

  • Cultivo de Bordetella pertussis: Se toma una muestra de secreciones nasofaríngeas y se cultiva para detectar la presencia de la bacteria.
  • Prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa): Esta prueba detecta el ADN de la bacteria en una muestra de secreciones nasofaríngeas.
  • Serología: Se analiza la presencia de anticuerpos contra Bordetella pertussis en la sangre.

Tratamiento

El tratamiento de la tosferina generalmente incluye antibióticos para eliminar la bacteria y reducir la duración y gravedad de la enfermedad. Los antibióticos más comunes usados en el tratamiento son la eritromicina, la azitromicina o la claritromicina. El tratamiento es más efectivo cuando se inicia en las primeras fases de la enfermedad.

Además del tratamiento antibiótico, el manejo de la tosferina puede incluir medidas para aliviar los síntomas, como:

  • Uso de humidificadores: Ayuda a mantener las vías respiratorias húmedas y reduce la irritación.
  • Líquidos: Mantener una buena hidratación es importante, especialmente si hay vómitos frecuentes.
  • Descanso: Permitir que el cuerpo se recupere adecuadamente de la enfermedad.

Prevención

La prevención de la tosferina se basa principalmente en la vacunación. La vacuna contra la tosferina forma parte de la vacuna DTP (difteria, tétanos y tosferina) que se administra en la infancia. Se recomienda un esquema de vacunación que incluye dosis a los 2, 4 y 6 meses, con un refuerzo a los 15-18 meses y otro a los 4-6 años. En algunos países, también se recomienda un refuerzo en la adolescencia y la adultez para mantener la inmunidad.

Para las mujeres embarazadas, se recomienda recibir la vacuna Tdap durante el tercer trimestre del embarazo para proteger al recién nacido, ya que la tosferina puede ser especialmente grave en los primeros meses de vida.

Conclusión

La tosferina es una enfermedad respiratoria contagiosa que puede causar tos severa y complicaciones graves, especialmente en bebés y personas con sistemas inmunitarios debilitados. Aunque el tratamiento con antibióticos es efectivo, la prevención a través de la vacunación es la estrategia más eficaz para reducir la incidencia de esta enfermedad. Mantener un esquema de vacunación completo y estar atentos a los síntomas tempranos puede ayudar a controlar y reducir el impacto de la tosferina en la salud pública.

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