El sarna, conocida en términos médicos como escabiosis, es una enfermedad cutánea contagiosa causada por un ácaro microscópico llamado Sarcoptes scabiei. Este parásito se infiltra en la piel humana, provocando una serie de síntomas característicos y requiriendo un tratamiento adecuado para su erradicación. A continuación, se detalla información integral sobre el sarna, sus causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención.
Causas del Sarna
La escabiosis es provocada por la infestación del ácaro Sarcoptes scabiei. Este parásito microscópico excava túneles en la capa superior de la piel, donde se reproduce y deposita sus huevos. La infección se propaga principalmente a través del contacto directo y prolongado con una persona infectada. El ácaro puede también sobrevivir en ropa, sábanas y otros objetos durante un tiempo limitado, contribuyendo a la transmisión.
Síntomas del Sarna
Los síntomas del sarna suelen manifestarse después de un período de incubación de entre dos a seis semanas tras el primer contacto con el ácaro. Los síntomas más comunes incluyen:
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Picazón Intensa: La picazón es el síntoma más característico y se debe a la reacción alérgica a los ácaros, sus huevos y sus excrementos. Suele empeorar durante la noche.
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Erupciones Cutáneas: Las erupciones suelen ser pequeñas protuberancias rojas y vesículas (ampollas) que pueden estar acompañadas de costras. Las erupciones suelen aparecer en áreas específicas como entre los dedos de las manos, muñecas, axilas, genitales y espalda baja.
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Llagas y Costras: El rascado constante debido a la picazón puede llevar a infecciones bacterianas secundarias, formando llagas y costras.
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Túneles de Sarna: En algunos casos, es posible observar pequeños túneles o surcos en la piel, que son las excavaciones hechas por los ácaros.
Diagnóstico
El diagnóstico de la escabiosis se basa en la evaluación clínica de los síntomas y un examen físico. El médico puede examinar las áreas afectadas en busca de signos característicos. Para confirmar la presencia del ácaro, se puede realizar un raspado de la piel. En este procedimiento, se toma una muestra de la piel y se examina bajo un microscopio para identificar los ácaros, sus huevos o sus excrementos.
Tratamiento
El tratamiento del sarna generalmente implica el uso de medicamentos tópicos o sistémicos que matan los ácaros. Los tratamientos más comunes incluyen:
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Permetrina: Es una crema o loción que se aplica sobre la piel desde el cuello hacia abajo y se deja actuar durante 8 a 14 horas antes de enjuagar. Se recomienda aplicar una segunda dosis después de una semana para asegurar la erradicación de los ácaros.
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Lindano: Este es un tratamiento alternativo en forma de loción o shampoo. Aunque es efectivo, su uso es menos frecuente debido a preocupaciones sobre efectos secundarios y toxicidad.
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Ivermectina: En casos severos o cuando el tratamiento tópico no es efectivo, se puede administrar ivermectina oral. Es especialmente útil en brotes en comunidades o para pacientes con sarna noruega (escabiosis crustosa).
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Tratamiento de Contactos Cercanos: Es crucial tratar a todas las personas que han estado en contacto cercano con la persona infectada, incluso si no presentan síntomas, para prevenir la reinfección.
Prevención
La prevención de la escabiosis se basa en evitar el contacto cercano con personas infectadas y tomar medidas para minimizar el riesgo de transmisión:
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Evitar el Contacto Directo: La escabiosis se propaga a través del contacto directo prolongado con una persona infectada. Evitar compartir ropa, sábanas y toallas puede reducir el riesgo de transmisión.
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Lavar Ropa y Ropa de Cama: Lavar a altas temperaturas (al menos 60°C) y secar en una secadora caliente todas las prendas de vestir, sábanas y toallas utilizadas por la persona infectada. Los objetos que no pueden ser lavados deben ser sellados en una bolsa durante al menos 72 horas para matar los ácaros.
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Tratamiento de Contactos Cercanos: Tratar a todos los contactos cercanos y miembros de la familia, incluso si no presentan síntomas, es fundamental para evitar la propagación.
Complicaciones
Si no se trata adecuadamente, la escabiosis puede llevar a complicaciones como infecciones bacterianas secundarias debido al rascado intenso. La sarna crustosa, una forma severa de la enfermedad, se caracteriza por la formación de costras gruesas y puede ser más difícil de tratar.
Conclusión
La escabiosis es una enfermedad contagiosa causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Aunque es incómoda y molesta, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado suelen llevar a una recuperación completa. Es esencial seguir las recomendaciones de tratamiento y prevención para controlar la propagación y evitar recurrencias. Si se sospecha de escabiosis, es recomendable consultar a un profesional de salud para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.