El mumps, conocido también en el mundo hispanohablante como paperas, abú káb, abú daguim o nécaf, es una enfermedad viral contagiosa que afecta principalmente a las glándulas salivales. A continuación, se ofrece un artículo detallado sobre el mumps, abordando su definición, causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento, prevención y posibles complicaciones.
Definición
El mumps es una infección causada por el virus de las paperas, un miembro de la familia Paramyxoviridae. Este virus afecta principalmente a las glándulas salivales, especialmente las glándulas parótidas, que se encuentran a ambos lados de la mandíbula. Aunque el mumps puede afectar a personas de cualquier edad, es más común en niños y adolescentes.
Causas
El virus de las paperas se transmite de una persona a otra a través de secreciones respiratorias, como la saliva, que se dispersan cuando una persona infectada tose o estornuda. El contacto cercano con una persona infectada, así como compartir utensilios de comida o bebida, también puede propagar el virus.
Síntomas
Los síntomas del mumps suelen aparecer entre 14 y 21 días después de la exposición al virus. Los signos y síntomas comunes incluyen:
- Hinchazón de las glándulas parótidas: La hinchazón puede hacer que las mejillas se inflamen y se sientan doloridas. La hinchazón suele ser bilateral, es decir, afecta a ambos lados de la cara, aunque puede comenzar en un lado.
- Dolor y malestar: El dolor puede ser significativo y puede acompañarse de fiebre.
- Fiebre: Generalmente, la fiebre es moderada, aunque puede llegar a ser alta en algunos casos.
- Dolor de cabeza y dolor muscular: Estos síntomas suelen acompañar la fiebre.
- Fatiga y debilidad general: La persona afectada puede sentirse cansada y débil.
En algunos casos, el mumps puede presentar síntomas menos específicos, como dolor en el abdomen o pérdida de apetito.
Diagnóstico
El diagnóstico del mumps se basa en la evaluación clínica y en la historia de exposición al virus. Los médicos suelen realizar un examen físico para verificar la hinchazón de las glándulas parótidas. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales para confirmar la presencia del virus, tales como:
- Pruebas serológicas: Detectan anticuerpos específicos contra el virus de las paperas en la sangre.
- Cultivos virales: Se pueden realizar cultivos a partir de muestras de saliva o de líquido cefalorraquídeo para identificar el virus.
- Pruebas de PCR: La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) puede detectar material genético del virus en muestras de saliva o sangre.
Tratamiento
No existe un tratamiento antiviral específico para el mumps. El manejo de la enfermedad se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Las medidas recomendadas incluyen:
- Descanso: Es importante que la persona afectada descanse adecuadamente para ayudar a su recuperación.
- Hidratación: Mantenerse bien hidratado es crucial, ya que la fiebre y la hinchazón pueden causar deshidratación.
- Analgésicos y antipiréticos: Medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la fiebre. Es importante evitar el uso de aspirina en niños y adolescentes debido al riesgo de síndrome de Reye.
- Compresas frías: Aplicar compresas frías en las áreas hinchadas puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
Prevención
La principal medida para prevenir el mumps es la vacunación. La vacuna contra el mumps se administra generalmente en combinación con la vacuna contra el sarampión y la rubéola (vacuna MMR). Esta vacuna se recomienda para niños a partir del primer año de vida y se administra en dos dosis:
- Primera dosis: Alrededor de los 12 a 15 meses de edad.
- Segunda dosis: Entre los 4 y 6 años de edad.
La vacunación no solo protege a los individuos vacunados, sino que también ayuda a prevenir la propagación del virus en la comunidad, contribuyendo a la inmunidad colectiva.
Complicaciones
Aunque el mumps suele ser una enfermedad leve, puede llevar a complicaciones, especialmente si no se trata adecuadamente. Algunas de las posibles complicaciones incluyen:
- Orquitis: Inflamación de los testículos, que puede causar dolor y, en casos graves, afectar la fertilidad.
- Ooforitis: Inflamación de los ovarios en mujeres, que puede causar dolor abdominal y problemas menstruales.
- Meningitis: Inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal, que puede causar dolor de cabeza severo, rigidez en el cuello y síntomas neurológicos.
- Pancreatitis: Inflamación del páncreas, que puede causar dolor abdominal, náuseas y vómitos.
- Sordera: Aunque rara, la pérdida de audición puede ocurrir en casos graves de mumps.
Conclusión
El mumps es una enfermedad viral contagiosa que puede causar hinchazón dolorosa de las glándulas salivales y otros síntomas generales. Aunque la mayoría de las personas se recupera sin complicaciones graves, es importante seguir medidas preventivas, como la vacunación, para reducir el riesgo de infección y la propagación del virus. En caso de sospecha de mumps, es fundamental buscar atención médica para recibir el manejo adecuado y evitar posibles complicaciones.