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Táqāmaṣ y Taqlīd: Diferencias Clave

El término «táqāmaṣ» (en árabe: تقمص) se refiere al fenómeno psicológico y social en el cual una persona asume la identidad, características o comportamientos de otra persona. Esto puede manifestarse de diversas maneras, como adoptar el estilo de vestimenta, el lenguaje, las expresiones faciales o incluso los hábitos de una persona específica. El «táqāmaṣ» puede ser consciente o inconsciente, y a menudo se relaciona con el deseo de emular o identificarse con alguien que se admira o se considera un modelo a seguir.

Por otro lado, el término «taqlīd» (en árabe: تقليد) se refiere a la práctica de seguir ciegamente las creencias, opiniones o acciones de otros sin cuestionarlas o analizarlas críticamente. En el contexto religioso, el «taqlīd» se refiere específicamente a la adhesión a una escuela de pensamiento o a la interpretación de la ley islámica (sharía) por parte de un erudito religioso reconocido, sin realizar una investigación independiente de los textos religiosos.

Aunque tanto el «táqāmaṣ» como el «taqlīd» implican la adopción de comportamientos o creencias de otros, difieren en su naturaleza y alcance. Mientras que el «táqāmaṣ» se centra más en la imitación de la personalidad o los rasgos de una persona específica, el «taqlīd» se relaciona con la conformidad con las creencias o prácticas establecidas dentro de un contexto religioso o cultural más amplio. Además, el «táqāmaṣ» puede ser una expresión de admiración o identificación con alguien, mientras que el «taqlīd» a menudo implica una obediencia pasiva a la autoridad religiosa o intelectual. En resumen, aunque ambos términos implican algún nivel de imitación o conformidad, difieren en sus motivaciones, contextos y manifestaciones específicas.

Más Informaciones

El concepto de «táqāmaṣ» (تقمص) abarca una gama amplia de comportamientos observados en individuos que adoptan los rasgos, actitudes o características de otras personas. Este fenómeno puede manifestarse de varias formas, desde la imitación superficial de la apariencia física hasta la adopción más profunda de los valores y creencias de otro individuo. En su sentido más básico, el «táqāmaṣ» implica una forma de modelado de conducta en la que un individuo intenta emular a otro que considera admirable o influyente.

El «táqāmaṣ» puede ocurrir tanto de manera consciente como inconsciente. En algunos casos, las personas pueden imitar deliberadamente ciertos comportamientos o estilos de vida porque admiran a la persona que los exhibe. Esto puede ser especialmente común en la juventud, donde los modelos a seguir, como celebridades o figuras públicas, tienen una gran influencia en la forma en que se visten, hablan o actúan los jóvenes.

Sin embargo, el «táqāmaṣ» también puede manifestarse de manera más sutil y subconsciente. Por ejemplo, una persona puede adoptar ciertos modismos lingüísticos o gestos corporales de manera involuntaria después de pasar tiempo con alguien que los utiliza con frecuencia. Este tipo de imitación no siempre es consciente y puede ocurrir como resultado de la exposición repetida a ciertos comportamientos o manierismos.

Es importante tener en cuenta que el «táqāmaṣ» no siempre es negativo. En muchos casos, la imitación de comportamientos positivos o saludables de otros puede ser beneficiosa para el crecimiento personal y el desarrollo. Por ejemplo, una persona puede inspirarse en un mentor o modelo a seguir para mejorar sus habilidades profesionales, adoptar hábitos saludables o cultivar cualidades como la empatía o la resiliencia.

Por otro lado, el «taqlīd» (تقليد) se refiere específicamente a la práctica de seguir ciegamente las opiniones, creencias o decisiones de otros, especialmente en el contexto religioso. En el islam, el «taqlīd» implica la aceptación sin reservas de las enseñanzas de un erudito religioso reconocido, conocido como «muqallid», sin realizar un análisis independiente de los textos religiosos o una investigación personal sobre cuestiones teológicas o legales.

El «taqlīd» es una parte importante de la tradición islámica, especialmente dentro de las cuatro escuelas de jurisprudencia islámica (Hanafi, Maliki, Shafi’i y Hanbali). Los seguidores de estas escuelas a menudo practican el «taqlīd» al seguir las opiniones y dictámenes de los sabios de su escuela sin desviarse de ellas. Esta práctica se basa en el principio de que no todos los individuos tienen la capacidad o la autoridad para interpretar correctamente la ley islámica, por lo que es preferible seguir a los eruditos religiosos reconocidos.

Sin embargo, el «taqlīd» también ha sido objeto de críticas y debate dentro del mundo islámico. Algunos argumentan que la excesiva dependencia del «taqlīd» puede llevar a la rigidez doctrinal y dificultar la adaptación a los cambios sociales y culturales. Además, puede inhibir el pensamiento crítico y la independencia intelectual, ya que los individuos pueden abstenerse de cuestionar o investigar las enseñanzas recibidas.

En resumen, mientras que el «táqāmaṣ» se refiere a la imitación de comportamientos o características de otros individuos, ya sea de manera consciente o inconsciente, el «taqlīd» se centra específicamente en la adhesión ciega a las opiniones o enseñanzas de autoridades religiosas reconocidas, particularmente dentro del contexto islámico. Ambos conceptos tienen implicaciones importantes en términos de identidad personal, conformidad social y desarrollo intelectual.

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