Obligaciones y Sunnahs

Sunas Olvidadas Entre Mujeres

Las Sunas Olvidadas Entre las Mujeres: Recuperando la Sabiduría Profética

La práctica de las sunas, o las costumbres y prácticas del Profeta Muhammad (PBUH), ocupa un lugar central en la vida de los musulmanes. Si bien muchos hombres y mujeres intentan seguir las enseñanzas del Profeta en diversos aspectos de sus vidas, hay ciertas sunas que, lamentablemente, han sido olvidadas o descuidadas a lo largo del tiempo, especialmente entre las mujeres. Este artículo se centrará en algunas de las sunas más importantes que las mujeres musulmanas podrían estar pasando por alto, a pesar de su relevancia espiritual, social y cultural.

1. La importancia de la limpieza personal según las enseñanzas del Profeta (PBUH)

Uno de los pilares fundamentales del Islam es la pureza, tanto física como espiritual. El Profeta Muhammad (PBUH) subrayó la importancia de la limpieza personal en varios hadices, algunos de los cuales son a menudo olvidados o subestimados en la vida diaria de muchas mujeres.

El uso de Siwak (Miswak)

El siwak, o el cepillo de dientes natural hecho de la raíz de un árbol, es un hábito del Profeta (PBUH) que sigue siendo una recomendación, aunque menos común hoy en día. En los hadices, el Profeta destacó su preferencia por el uso del siwak antes de las oraciones, señalando que purificaba la boca y agradaba a Allah.

Para las mujeres, este es un acto que puede no solo ser beneficioso para la salud bucal, sino que también refuerza la conexión espiritual, ya que el Profeta lo recomendó especialmente antes de las oraciones (salat).

La higiene menstrual y la espiritualidad

Una de las sunas olvidadas en cuanto a la limpieza personal femenina es el cuidado durante el ciclo menstrual. El Islam establece que las mujeres deben mantener la pureza y la limpieza durante este tiempo, pero también se les anima a continuar con ciertas prácticas de adoración, como el dhikr (recuerdo de Allah) y la recitación de algunas oraciones. A pesar de que no se pueden realizar las oraciones formales durante el ciclo, el Profeta (PBUH) animaba a las mujeres a seguir recordando a Allah mediante otras prácticas espirituales.

2. La modestia como principio vital

La modestia es otro pilar fundamental en la vida de un musulmán, especialmente en el comportamiento y la vestimenta. El Profeta (PBUH) enseñó a las mujeres a vestir con modestia no solo para proteger su honor y dignidad, sino también para resaltar su conexión espiritual con Allah.

El uso del hiyab

Aunque muchas mujeres musulmanas siguen usando el hiyab, algunos de sus aspectos más profundos pueden haberse perdido. El hiyab no es solo una prenda, sino un símbolo de modestia y respeto hacia una misma y hacia los demás. A través del uso del hiyab, las mujeres reafirman su identidad musulmana y su compromiso con la humildad. Sin embargo, muchas veces, la cultura puede distorsionar este principio y reducir el hiyab a un mero acto de conformidad social, olvidando la dimensión espiritual y filosófica profunda que el Profeta enseñó a sus seguidores.

Modestia en el comportamiento y la mirada

Además de la vestimenta, el comportamiento de las mujeres musulmanas también debe reflejar modestia. El Profeta (PBUH) enseñó que las mujeres deben evitar mostrar su belleza o sus encantos innecesariamente a personas que no sean sus mahrams (parientes cercanos). Esto incluye el uso de la mirada. Se hace hincapié en evitar el contacto visual innecesario o provocativo, un aspecto de la modestia que algunas mujeres musulmanas han dejado de lado.

3. El amor por la oración y el dhikr

Las mujeres musulmanas, al igual que los hombres, tienen la obligación de mantener una conexión constante con Allah. Sin embargo, en muchos casos, las mujeres pueden estar tan absortas en sus responsabilidades diarias que olvidan la importancia de la oración y el dhikr como medios para fortalecer su vínculo con Allah.

La oración en casa

Aunque las mujeres tienen la opción de orar en casa, es importante recordar que el Profeta (PBUH) destacó la recompensa de orar en la mezquita. A pesar de que se reconoce que las mujeres no tienen que asistir a la mezquita como los hombres, el Profeta alentaba a las mujeres a realizar sus oraciones con regularidad en sus hogares, creando un ambiente espiritual propicio para la adoración.

El dhikr y el recitado del Corán

Recitar el Corán y hacer dhikr (la rememoración de Allah) es otra de las sunas que a menudo se pasa por alto en la vida cotidiana de las mujeres. Mientras que muchos hombres incorporan el dhikr en sus rutinas, muchas mujeres se sienten sobrecargadas con las tareas del hogar y la familia, lo que a menudo les impide encontrar tiempo para la recitación regular del Corán y el recuerdo de Allah.

4. La buena conducta hacia los maridos y la familia

El Profeta Muhammad (PBUH) subrayó la importancia de la buena conducta y el comportamiento hacia los maridos y los familiares. Esta parte de las enseñanzas del Profeta tiene un impacto significativo en la vida matrimonial y familiar.

El respeto mutuo

El respeto mutuo entre marido y mujer es una parte fundamental del Islam. Sin embargo, en ocasiones, las mujeres pueden verse atrapadas en las presiones sociales y las expectativas, lo que puede llevar a un comportamiento que no refleja el respeto y la armonía que se fomenta en los hadices. El Profeta (PBUH) decía que la mejor de las mujeres era aquella que era buena con su marido y que lo trataba con amabilidad y cariño.

El balance entre la vida personal y familiar

La gestión de la vida personal y familiar es un desafío común para muchas mujeres. A veces, debido a la sobrecarga de responsabilidades, las mujeres olvidan el equilibrio entre cumplir con sus responsabilidades religiosas y las obligaciones con la familia. El Profeta (PBUH) aconsejó a las mujeres no solo en cuanto a la dedicación a su familia, sino también a cuidar su bienestar emocional y espiritual, encontrando tiempo para la adoración y la reflexión personal.

5. La contribución a la comunidad

El Islam no solo ve a las mujeres como figuras dentro del hogar, sino que también las alienta a participar activamente en la comunidad. Aunque muchos ejemplos históricos muestran a mujeres musulmanas influyentes en la sociedad, algunas de estas tradiciones parecen haber sido olvidadas.

La caridad y el apoyo a los necesitados

El Profeta (PBUH) solía alentar a las mujeres a ser generosas y solidarias con los pobres y necesitados. La caridad es uno de los pilares del Islam y, si bien muchas mujeres participan en actividades de caridad, puede que no estén conscientes de las numerosas formas en las que pueden contribuir, desde la ayuda material hasta el apoyo emocional y espiritual a aquellos que lo necesitan.

El liderazgo en el ámbito social y religioso

Aunque algunas mujeres musulmanas hoy en día tienen la oportunidad de ejercer roles de liderazgo en sus comunidades, aún existen restricciones en algunas culturas que les impiden desempeñar un papel activo en el ámbito público. El Profeta (PBUH) enseñó que tanto hombres como mujeres tienen la capacidad de liderar y contribuir al bienestar de la comunidad, lo que incluye la participación activa en iniciativas comunitarias.

Conclusión

Recuperar y aplicar las sunas olvidadas entre las mujeres no solo es un acto de obediencia religiosa, sino también un medio para fortalecer la identidad musulmana y espiritual. En este mundo moderno, donde las distracciones y las demandas sociales son muchas, es crucial que las mujeres musulmanas se tomen el tiempo para reflexionar sobre estas enseñanzas del Profeta Muhammad (PBUH) y las integren de nuevo en su vida diaria. Al hacerlo, no solo se acercan más a Allah, sino que también ayudan a preservar una tradición rica y espiritual que continúa beneficiando a las generaciones venideras.

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