Las Sunas del Nacimiento: Tradiciones y Prácticas Islámicas para el Recien Nacido
En la tradición islámica, el nacimiento de un niño es un evento de gran significancia espiritual y religiosa, que no solo marca el comienzo de una nueva vida, sino que también es una oportunidad para aplicar las enseñanzas del Islam en la vida de un nuevo ser. Entre estas prácticas, conocidas como las sunas del recién nacido, se encuentran una serie de costumbres que el Islam recomienda para dar la bienvenida a la nueva vida, asegurando que tanto el bebé como sus padres reciban bendiciones y protección divina desde los primeros momentos. Estas sunas, aunque no son obligatorias, son altamente recomendadas, ya que se consideran actos de devoción y agradecimiento a Dios.
A lo largo de este artículo, se explorarán en detalle las principales sunas relacionadas con el nacimiento de un bebé, sus significados y los beneficios espirituales asociados con su práctica.
1. El Adhan en el oído del recién nacido
Una de las primeras sunas que se recomienda realizar después del nacimiento del bebé es la pronunciación del adhan (llamado a la oración) en su oído derecho, y en el izquierdo, el iqama (el segundo llamado para iniciar la oración). Esta práctica está basada en los hadices que describen cómo el Profeta Muhammad (la paz sea con él) hizo lo mismo con sus propios nietos. Se cree que al recitar el adhan en los oídos del bebé, se lo protege contra el mal y se le introduce en el círculo de la fe desde su primer aliento.
La importancia de esta tradición radica en el significado espiritual de las palabras pronunciadas durante el adhan, que incluyen la declaración de la unicidad de Dios (La ilaha illallah) y la proclamación de la llegada del Profeta Muhammad como mensajero de Allah. Al escuchar estas palabras desde el primer momento de su vida, el niño es simbólicamente presentado ante Dios, quien es el centro de la fe islámica.
2. El Tahnik: Masticar y poner un poco de dátil en la boca del bebé
El tahnik es una tradición que consiste en masticar un pequeño trozo de dátil y luego frotarlo suavemente sobre el paladar del recién nacido. Esta costumbre tiene sus raíces en un hadiz en el que el Profeta Muhammad (PBUH) hizo lo mismo con los bebés de sus compañeros, y se considera un acto de buena voluntad que transmite bendiciones y protección divina.
El dátil, siendo un alimento altamente nutritivo y de gran valor simbólico en el Islam, es utilizado por su dulzura y propiedades saludables. Al realizar el tahnik, se cree que se transmite una bendición al bebé, mientras se fortalece su cuerpo y se asegura su bienestar espiritual. En algunas comunidades musulmanas, si no se tiene dátil disponible, se puede usar cualquier otro tipo de alimento dulce.
3. El Aqiqah: Sacrificio en nombre del bebé
El aqiqah es una de las sunas más significativas relacionadas con el nacimiento de un niño en el Islam. Consiste en sacrificar un animal (generalmente una oveja o cabra) en nombre del bebé, eligiendo el séptimo día después del nacimiento. En este día, además del sacrificio, se realiza la shava (circuncisión), y se recita el adhan nuevamente, esta vez sobre la cabeza del niño.
El sacrificio de animales es una forma de agradecer a Dios por la bendición del nuevo hijo, y se cree que esta acción limpia al bebé de cualquier tipo de mal y lo protege de influencias negativas. Se recomienda que el sacrificio sea realizado por los padres del bebé, aunque también puede ser llevado a cabo por cualquier persona cercana a la familia. La carne del sacrificio generalmente se reparte entre los pobres, los amigos y los familiares, con el fin de fomentar el acto de caridad y de agradecimiento hacia la comunidad.
4. El corte del cabello (shaving)
Una de las prácticas recomendadas en el Islam después del nacimiento de un niño es el corte o afeitado del cabello del bebé, generalmente realizado en el séptimo día. Esta tradición tiene un fuerte simbolismo dentro del contexto islámico, ya que se cree que al afeitar el cabello del bebé y donar su peso en oro o plata a los pobres, se está protegiendo al niño de las adversidades y se está pidiendo a Allah por su bienestar.
Esta tradición está basada en los hadices que mencionan que el Profeta Muhammad (PBUH) afeitará el cabello de sus nietos en el séptimo día y realizará una donación a la caridad equivalente al peso del cabello cortado. Aunque esta práctica no es obligatoria, se considera altamente recomendada para que el niño comience su vida con la bendición de la caridad y la protección divina.
5. La circuncisión (Khitan)
La circuncisión, o khitan, es una tradición que tiene un profundo significado dentro del Islam, no solo desde una perspectiva de higiene, sino también como un acto de pureza espiritual. Aunque la circuncisión no está directamente vinculada a las sunas del nacimiento, se recomienda que se realice lo antes posible en la vida del niño, preferiblemente en su séptimo día o dentro de las primeras semanas.
Esta práctica está basada en los hadices y en las enseñanzas del Profeta Muhammad (PBUH), quienes enfatizó la importancia de mantener la pureza física y espiritual a través de esta acción. Si bien no todos los niños musulmanes se circuncidan exactamente en el séptimo día, la mayoría de las familias musulmanas optan por realizar este acto en los primeros años de vida del niño como parte de la educación islámica.
6. El nombre del bebé
El Islam también tiene directrices sobre la elección del nombre del recién nacido. Es preferido que el nombre del bebé tenga un significado positivo y relacionado con los valores islámicos, como aquellos que reflejan bondad, piedad, y nobleza. Nombres como Muhammad, Ahmad, Fatima, Aisha, entre otros, son comunes en la tradición islámica debido a su conexión con figuras prominentes del Islam.
Se recomienda que el niño reciba su nombre el séptimo día después del nacimiento, en consonancia con otras prácticas del séptimo día, como la aqiqah y el corte de cabello. El nombre es una de las primeras bendiciones que los padres pueden dar a su hijo y se cree que influye en el futuro del niño.
7. La protección contra el mal de ojo
En muchas culturas musulmanas, uno de los principales temores al nacer un bebé es el mal de ojo, una creencia de que la envidia de otras personas puede afectar al recién nacido. Por ello, es común que se reciten ciertas oraciones de protección y se recurra al uso de amuletos, que son prácticas que pueden variar según la región, pero siempre con el fin de proteger al bebé de cualquier influencia negativa.
El ayat al-kursi (Sura 2:255) y las últimas dos versículos de la Sura al-Baqara (2:285-286) son dos de las oraciones más recitadas para la protección de los niños recién nacidos. Estas oraciones se recitan por los padres o los miembros de la familia para invocar la protección de Allah.
Conclusión
Las sunas del nacimiento son más que simples tradiciones, son actos cargados de significados espirituales que tienen el propósito de asegurar el bienestar físico y espiritual del recién nacido, así como de fortalecer su conexión con Allah desde los primeros momentos de su vida. Estas prácticas, que incluyen desde la recitación del adhan hasta el aqiqah y el corte del cabello, son recordatorios de la gratitud hacia Dios por la bendición de la vida y por la oportunidad de criar a un niño dentro de los principios de la fe islámica. Si bien no son obligaciones estrictas, su implementación en la vida de un niño musulmán es vista como una forma de asegurar que se le rodee de bendiciones y protección divinas desde su primer día.