El proceso de crecimiento de los dientes molares en los niños es una etapa natural del desarrollo infantil que puede resultar desafiante tanto para los pequeños como para sus padres. Estos dientes, comúnmente conocidos como «muelas», juegan un papel crucial en la masticación de los alimentos y en la formación de la estructura dental completa. En este artículo, analizaremos en profundidad los síntomas más comunes asociados al crecimiento de los molares en los niños, las posibles complicaciones y estrategias efectivas para aliviar las molestias.
¿Qué son los dientes molares y cuándo aparecen?
Los dientes molares son los encargados de triturar y moler los alimentos antes de ser tragados, facilitando así la digestión. Los molares temporales (también llamados «muelas de leche») son los primeros en aparecer durante la infancia y, posteriormente, son reemplazados por los molares permanentes en una etapa más avanzada de la niñez.
La aparición de los dientes molares suele ocurrir en dos etapas importantes:
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Molares primarios (de leche):
- Aparecen entre los 12 y 24 meses de edad.
- Son un total de 8 dientes (4 en la mandíbula superior y 4 en la inferior).
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Molares secundarios permanentes:
- Comienzan a salir alrededor de los 6 años de edad.
- Incluyen los primeros molares permanentes y, eventualmente, los segundos y terceros molares (muelas del juicio).
Síntomas comunes del crecimiento de los molares
El crecimiento de los dientes molares suele ser un proceso gradual, y aunque no todos los niños presentan síntomas severos, es común observar molestias y cambios en su comportamiento. A continuación, detallamos los síntomas más comunes:
1. Dolor e incomodidad en las encías
- Las encías pueden inflamarse y enrojecerse debido a la presión del diente que intenta emerger.
- Los niños pueden llevarse las manos o juguetes a la boca para intentar aliviar el dolor.
2. Babeo excesivo
- El aumento de la salivación es una respuesta natural del cuerpo al crecimiento dental.
- Puede provocar irritación en la piel alrededor de la boca y el mentón, generando enrojecimiento o sarpullidos.
3. Irritabilidad y cambios de humor
- El dolor constante puede hacer que los niños se sientan molestos o más irritables de lo habitual.
- Los episodios de llanto y los cambios en el comportamiento son frecuentes durante esta etapa.
4. Problemas para dormir
- El dolor en las encías puede intensificarse durante la noche, lo que interfiere con el sueño.
- El niño puede despertarse más frecuentemente o tener dificultades para conciliar el sueño.
5. Disminución del apetito
- Masticar alimentos puede ser doloroso, por lo que los niños pueden rechazar comidas sólidas.
- Prefieren alimentos fríos o líquidos que les resulten más suaves y menos irritantes.
6. Fiebre leve
- Algunos niños pueden presentar un aumento ligero en la temperatura corporal, aunque no suele ser alta.
- Es importante diferenciar entre una fiebre relacionada con los dientes y una fiebre que podría ser indicativa de alguna infección.
7. Mordisqueo constante
- Los niños tienden a morder objetos duros o sus propios dedos para contrarrestar el dolor en las encías.
- Esto puede ayudar temporalmente a calmar la presión en la zona de los molares.
8. Inflamación en las mejillas
- En algunos casos, el área de las mejillas puede lucir ligeramente inflamada debido al crecimiento de las muelas.
¿Es normal la fiebre durante la dentición?
La fiebre leve es un síntoma que puede asociarse al proceso de erupción dental. Sin embargo, no es una fiebre alta ni prolongada. La temperatura suele estar alrededor de 37.5°C y se resuelve por sí sola en poco tiempo.
Es importante destacar que:
- Si la fiebre supera los 38°C, se prolonga más de 2 días o está acompañada de síntomas como diarrea severa, vómitos o letargo, debe consultarse inmediatamente a un pediatra, ya que podría ser indicativo de una infección o enfermedad no relacionada con la dentición.
Complicaciones menos comunes
En algunos casos, pueden surgir complicaciones adicionales que requieren mayor atención:
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Encías extremadamente inflamadas o con hematomas:
- A veces, la presión de los molares puede provocar pequeñas lesiones o acumulación de sangre en las encías.
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Infección dental:
- Si las encías no se mantienen limpias, pueden acumular bacterias y dar lugar a infecciones.
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Dificultades con el desarrollo del habla:
- El dolor persistente o el rechazo a comer puede impactar temporalmente en la pronunciación de palabras o sonidos.
Estrategias para aliviar el dolor y las molestias
Para ayudar a los niños a superar el proceso de crecimiento de los molares de una manera más cómoda, se pueden implementar las siguientes estrategias:
1. Masaje en las encías
- Utiliza un dedo limpio o una gasa humedecida para masajear suavemente las encías inflamadas.
- Esto puede aliviar temporalmente la presión y el dolor.
2. Mordedores fríos
- Proporcionar mordedores especiales que puedan colocarse en el refrigerador (no congelador).
- El frío ayuda a reducir la inflamación y entumecer las encías, aliviando así el malestar.
3. Alimentación adaptada
- Ofrecer alimentos fríos y blandos, como purés, yogures o frutas frías (como plátanos refrigerados).
- Evitar alimentos duros o calientes que puedan irritar aún más las encías.
4. Higiene bucal adecuada
- Limpia las encías y los dientes con una gasa húmeda o un cepillo de dientes suave diseñado para niños pequeños.
- Esto previene la acumulación de bacterias y posibles infecciones.
5. Uso de analgésicos pediátricos
- Si el dolor es intenso, se puede administrar paracetamol o ibuprofeno en dosis recomendadas por el pediatra.
- Nunca utilices medicamentos sin consultar previamente a un profesional.
Cuándo consultar al pediatra
Es fundamental prestar atención a cualquier síntoma que se salga de lo común. Se recomienda acudir al pediatra en los siguientes casos:
- Fiebre superior a 38°C.
- Irritabilidad extrema o llanto inconsolable.
- Encías sangrantes o inflamación severa.
- Falta de apetito durante más de 3 días.
- Aparición de erupciones cutáneas o diarrea severa.
Conclusión
El crecimiento de los dientes molares es un proceso natural que, aunque puede resultar incómodo para los niños, forma parte de su desarrollo dental y digestivo. Identificar los síntomas comunes, como el dolor en las encías, babeo excesivo o irritabilidad, permite implementar medidas que ayuden a aliviar las molestias de manera efectiva y segura.
La paciencia y la comprensión de los padres durante esta etapa son fundamentales, así como la observación constante para detectar cualquier signo que requiera la intervención de un profesional de la salud. Con el cuidado adecuado, el proceso de erupción dental puede transcurrir de manera más llevadera, asegurando el bienestar del niño y favoreciendo un desarrollo saludable de su dentadura.