Las glándulas parótidas o glándulas salivales: un análisis sobre la parotiditis y sus síntomas
Las glándulas salivales son órganos exocrinos esenciales para la función digestiva y la salud bucal, responsables de la producción de saliva que facilita la masticación, la deglución y la protección de los dientes frente a infecciones. Dentro de estas glándulas, las glándulas parótidas, también conocidas como glándulas nictivas o parótidas, son las más grandes y ubicadas a ambos lados de la cara, justo debajo y delante de las orejas. Cuando se inflaman, generalmente debido a una infección viral, se produce una condición conocida como parotiditis, más comúnmente llamada «paperas».
La parotiditis: definición, causas y prevención
La parotiditis es una inflamación de las glándulas parótidas, generalmente causada por una infección viral, aunque en ocasiones puede tener otros orígenes. Esta afección es mayormente viral y está asociada con el virus de las paperas, que pertenece al género Mumps virus, de la familia Paramyxoviridae. A pesar de que los casos de parotiditis han disminuido considerablemente gracias a las vacunas, sigue siendo una preocupación en zonas donde la inmunización es deficiente.
Causas de la parotiditis
El agente etiológico más común de la parotiditis es el virus de las paperas, el cual se propaga a través de gotas de saliva que se dispersan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También se puede transmitir por contacto directo con la saliva infectada, como el compartir utensilios o besos. Aunque la parotiditis es típicamente una enfermedad infantil, los adultos también pueden contraerla, especialmente si no han sido vacunados. Además de las paperas, existen otras causas virales que pueden inducir inflamación en las glándulas parótidas, como el virus Coxsackie, el citomegalovirus (CMV) y el virus del herpes.
Prevención
La mejor forma de prevenir la parotiditis es mediante la vacunación. La vacuna triple vírica (SRP), que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas, ha sido muy efectiva en la reducción de la incidencia de esta enfermedad. La inmunización se administra en dos dosis, la primera entre los 12 y 15 meses de edad y la segunda entre los 4 y 6 años. En el caso de los adultos que no han sido vacunados previamente o no han tenido la enfermedad, se recomienda recibir la vacuna, especialmente en situaciones de brotes o exposición.
Síntomas de la parotiditis
El diagnóstico de la parotiditis generalmente se basa en los síntomas clínicos, aunque se pueden realizar pruebas serológicas y de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para confirmar la presencia del virus. Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves, dependiendo de la gravedad de la infección y el estado del sistema inmunológico de la persona afectada.
Inflamación de las glándulas parótidas
Uno de los primeros y más característicos síntomas de la parotiditis es la inflamación de las glándulas parótidas, que produce una hinchazón visible en las mejillas, justo delante de las orejas. Esta hinchazón puede ser unilateral (afectando solo un lado de la cara) o bilateral (afectando ambos lados). En algunos casos, la inflamación puede ser tan severa que puede dificultar el movimiento de la mandíbula o la masticación de alimentos.
Dolor y sensibilidad
El dolor en las glándulas inflamadas es otro síntoma común. La persona afectada puede experimentar dolor en la región de la mandíbula, debajo de las orejas y en las mejillas. El dolor tiende a empeorar al masticar o al hablar debido a la presión que se ejerce sobre las glándulas parótidas infladas. La sensibilidad en esta área también es un signo típico de la enfermedad.
Fiebre y malestar general
La fiebre es un síntoma frecuente de la parotiditis. Los pacientes suelen desarrollar fiebre de grado bajo a moderado, que puede durar entre dos y cuatro días. Además de la fiebre, las personas afectadas pueden presentar otros síntomas generales, como dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y escalofríos.
Sequedad bucal
La parotiditis puede interferir con la producción de saliva, lo que lleva a una sensación de boca seca. Esto se debe a que las glándulas salivales están inflamadas y no pueden secretar la cantidad habitual de saliva necesaria para la digestión y la lubricación de la boca. En consecuencia, las personas afectadas pueden experimentar dificultades al tragar, hablar o incluso al comer ciertos alimentos.
Trastornos en la audición y otros síntomas asociados
Aunque menos comunes, los trastornos en la audición son un síntoma que puede presentarse en los casos graves de parotiditis. En algunas personas, el virus de las paperas puede afectar los nervios auditivos o la glándula parótida en su cercanía a los oídos, provocando pérdida temporal de la audición. En raros casos, la parotiditis puede llevar a complicaciones más serias, como meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal) o pancreatitis (inflamación del páncreas).
Complicaciones de la parotiditis
Aunque la mayoría de las personas con parotiditis se recuperan completamente sin efectos duraderos, la enfermedad puede llevar a complicaciones graves en algunos casos, especialmente si no se reciben cuidados médicos adecuados. Las principales complicaciones de la parotiditis incluyen:
Meningitis viral
La meningitis, una inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, es una complicación rara pero seria de la parotiditis. Los síntomas incluyen rigidez en el cuello, dolor de cabeza intenso y sensibilidad a la luz. La meningitis viral generalmente no es tan grave como la meningitis bacteriana, pero puede requerir tratamiento hospitalario para evitar complicaciones adicionales.
Orquitis (inflamación testicular)
La orquitis es una complicación en la que se produce la inflamación de los testículos, y es más común en los hombres que ya han alcanzado la pubertad. Aproximadamente un 15-30% de los hombres con parotiditis desarrollan orquitis. Esta condición puede ser dolorosa y, en algunos casos graves, puede afectar la fertilidad si no se trata adecuadamente.
Pancreatitis
En raros casos, el virus de las paperas puede afectar el páncreas, causando pancreatitis, una inflamación dolorosa de este órgano. Los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Hipoacusia
La pérdida de audición debido a la parotiditis es otra complicación rara pero posible, particularmente en adultos. La inflamación de las glándulas parótidas y su cercanía con el oído interno puede interferir en la función auditiva, aunque en la mayoría de los casos la pérdida de audición es temporal.
Tratamiento y manejo de la parotiditis
No existe un tratamiento antiviral específico para la parotiditis. El tratamiento se basa principalmente en aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones. A continuación, se detallan algunas de las estrategias terapéuticas más comunes:
Control del dolor y la fiebre
El uso de analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno puede ayudar a reducir el dolor y la fiebre. Estos medicamentos no solo alivian el malestar general, sino que también disminuyen la inflamación de las glándulas parótidas.
Hidratación y cuidado bucal
Es esencial que las personas afectadas se mantengan bien hidratadas, ya que la parotiditis puede causar sequedad bucal. Beber líquidos en abundancia, especialmente agua, puede aliviar la sensación de boca seca. Además, es recomendable evitar los alimentos ácidos o picantes que puedan irritar la boca.
Reposo y aislamiento
Dado que la parotiditis es altamente contagiosa, se recomienda que los pacientes permanezcan aislados de otras personas, especialmente de aquellas que no han sido vacunadas contra las paperas. También es fundamental que los pacientes descansen lo suficiente para ayudar a su cuerpo a combatir la infección.
Conclusión
La parotiditis, o paperas, es una enfermedad viral que afecta principalmente a las glándulas parótidas, causando inflamación, dolor y una serie de síntomas molestos, como fiebre y sequedad bucal. Aunque la mayoría de las personas se recupera completamente, la parotiditis puede dar lugar a complicaciones graves, como meningitis, orquitis y pancreatitis. La prevención mediante la vacunación es clave para reducir la incidencia de la enfermedad, y el tratamiento se centra en el alivio de los síntomas y el cuidado adecuado del paciente. En general, con el tratamiento adecuado, la parotiditis suele tener un buen pronóstico, pero la atención médica es esencial para minimizar las complicaciones y acelerar la recuperación.