Síntomas de la escabiosis (conocida como «Abo Dgheim») en niños: Signos, causas, diagnóstico y tratamiento
La escabiosis es una enfermedad dermatológica común que afecta tanto a niños como adultos, siendo especialmente frecuente en la infancia debido a su alta capacidad de contagio. Conocida también como «sarna», esta afección es causada por un ácaro llamado Sarcoptes scabiei, el cual se introduce en la piel y provoca una reacción alérgica que resulta en síntomas característicos. En el caso de los niños, identificarla de manera temprana es clave para un diagnóstico oportuno y un tratamiento efectivo.
En este artículo, exploraremos en profundidad los síntomas más comunes de la escabiosis en niños, así como las causas, métodos de diagnóstico y opciones de tratamiento para garantizar una pronta recuperación.
¿Qué es la escabiosis?
La escabiosis, también conocida como «sarna», es una enfermedad de origen parasitario que afecta la piel. Se produce por la presencia del ácaro Sarcoptes scabiei, que penetra en la epidermis y provoca picazón severa y erupciones cutáneas. Aunque es una enfermedad común en cualquier grupo de edad, los niños son especialmente vulnerables, ya que tienden a estar en contacto cercano con otros niños en entornos escolares, parques y espacios de juego.
Este tipo de infección es contagiosa, por lo que la transmisión puede ocurrir fácilmente a través del contacto directo con una persona infectada o mediante objetos compartidos, como ropa de cama, ropa, juguetes o muebles.
Síntomas de la escabiosis en los niños
Los síntomas de la escabiosis en los niños pueden variar en función de la edad, el sistema inmunológico del menor y el tiempo de evolución de la enfermedad. A continuación, se detallan los signos más comunes que los padres y cuidadores deben identificar:
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Picazón Intensa (prurito):
Uno de los síntomas más característicos de la escabiosis es la picazón severa, especialmente por la noche. Esto se debe a que el ácaro se activa más durante las horas nocturnas. En los niños, el rascado constante puede llevar al daño de la piel y a infecciones secundarias. -
Erupciones Cutáneas:
Las erupciones son el resultado directo de la respuesta alérgica a los ácaros y sus productos metabólicos. Suelen aparecer como pequeñas pápulas, nódulos o vesículas, dependiendo de la etapa de la enfermedad. -
Lesiones en áreas específicas:
La escabiosis tiende a afectar ciertas áreas del cuerpo, como:- Entre los dedos de las manos y los pies
- La parte interna de las muñecas
- La zona de la cintura y el abdomen
- Las axilas y los codos
- Los genitales
- La parte posterior de las rodillas
Sin embargo, en niños pequeños, las lesiones pueden ser más generalizadas.
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Costras y pústulas:
En casos graves o en etapas avanzadas de la enfermedad, pueden formarse costras gruesas sobre la piel, especialmente en niños inmunodeprimidos. -
Insomnio o alteraciones en el sueño:
Debido a la picazón nocturna, muchos niños pueden desarrollar problemas de sueño. Este síntoma puede ser frustrante para los padres, ya que afecta el descanso y bienestar del niño. -
Desgaste en las uñas y piel irritada por el rascado:
El rascado constante puede desgastar las uñas y provocar irritaciones en la piel. Esto puede dar lugar a infecciones bacterianas secundarias si no se trata adecuadamente. -
Infecciones bacterianas secundarias:
Si el niño rasca las áreas afectadas con frecuencia, puede romperse la barrera cutánea y dar lugar a infecciones bacterianas, caracterizadas por pus, enrojecimiento, calor y dolor.
Causas y factores de riesgo en la escabiosis infantil
La escabiosis es causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, el cual se transmite principalmente a través del contacto directo con una persona infectada. Sin embargo, hay otros factores que aumentan el riesgo de contraer esta enfermedad:
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Contacto cercano con personas infectadas:
Los niños suelen estar en contacto directo con otros menores, especialmente en entornos escolares, campamentos, guarderías, parques de juegos y actividades grupales. -
Uso compartido de objetos personales:
Compartir ropa, toallas, ropa de cama y otros artículos personales con personas infectadas es una vía común de transmisión. -
Sistema inmunológico debilitado:
Los niños con un sistema inmunológico comprometido tienen un mayor riesgo de desarrollar formas graves de escabiosis. -
Condiciones de higiene precarias:
Aunque la escabiosis no es una enfermedad directamente relacionada con la mala higiene, la falta de acceso a instalaciones de higiene básicas puede facilitar la transmisión del ácaro. -
Multitud de personas en espacios cerrados:
La convivencia en espacios reducidos con muchas personas, como dormitorios colectivos, es un factor de riesgo importante para la transmisión.
¿Cómo diagnosticar la escabiosis en niños?
El diagnóstico de la escabiosis puede ser complicado en niños debido a la variedad de síntomas que puede presentar. Sin embargo, existen varias estrategias que los médicos utilizan para confirmar la enfermedad:
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Examen físico:
El médico evalúa las áreas afectadas en el cuerpo del niño y busca signos característicos, como las erupciones en áreas específicas y el patrón de distribución de las lesiones. -
Historial médico y epidemiológico:
Es importante tener información sobre el contacto reciente con otras personas con síntomas similares, así como sobre el entorno del niño (escuela, hogar, actividades grupales). -
Pruebas de laboratorio:
En casos complicados o cuando el diagnóstico no es claro, el médico puede realizar pruebas específicas, como un raspado de piel para identificar el ácaro bajo un microscopio. -
Evaluación de signos clínicos:
La presencia de lesiones específicas entre los pliegues de la piel y el patrón de picazón nocturna son indicativos importantes.
Tratamiento de la escabiosis en niños
El tratamiento de la escabiosis en niños implica una combinación de enfoques para eliminar el ácaro, aliviar los síntomas y prevenir su transmisión a otros miembros de la familia. Los pasos clave incluyen:
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Uso de medicamentos tópicos:
- Permetrina al 5%: Es la opción de tratamiento más común para la escabiosis en niños. Se aplica en todo el cuerpo, desde el cuello hacia abajo, y debe dejarse durante varias horas antes de enjuagar.
- Azul de metileno y otras alternativas: Existen otros tratamientos en caso de alergias o resistencia.
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Tratamiento para toda la familia:
Dado que la escabiosis es contagiosa, todos los miembros del hogar deben ser evaluados y, si es necesario, tratados para evitar nuevos brotes. -
Limpieza de ropa y objetos personales:
Lavar la ropa, la ropa de cama y otros objetos en agua caliente para eliminar cualquier ácaro residual. -
Uso de antihistamínicos:
Se pueden utilizar antihistamínicos para aliviar la picazón severa y mejorar el bienestar del niño. -
Evitar el rascado:
Se deben mantener las uñas cortas y usar guantes si es necesario para evitar que el niño se rasque y provoque infecciones bacterianas.
Prevención de la escabiosis
La prevención es esencial para evitar el contagio de esta enfermedad. Aquí algunas estrategias clave:
- Fomentar la higiene personal en niños.
- Evitar el intercambio de ropa, toallas y objetos personales.
- Realizar revisiones periódicas en entornos grupales, como escuelas o guarderías.
- Educar a padres y cuidadores para reconocer los síntomas tempranos de la enfermedad.
Conclusión
La escabiosis es una enfermedad contagiosa, pero tratable, especialmente cuando se detecta de manera temprana. Identificar los síntomas en los niños es esencial para evitar complicaciones y garantizar el bienestar de los pequeños afectados. Si se sospecha de la presencia de síntomas como picazón persistente, erupciones en áreas específicas y problemas relacionados con el sueño, es fundamental acudir a un profesional médico para el diagnóstico y tratamiento oportuno.
La educación, la prevención y el tratamiento adecuado son herramientas clave para combatir la escabiosis y proteger la salud de los niños.