Medicina y salud

Sensibilidad dental y gingival

Dientes sensibles y encías sensibles: causas, prevención y tratamiento

La sensibilidad dental y la sensibilidad en las encías son problemas bucales comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo. Ambos pueden causar molestias significativas y, en algunos casos, interferir con las actividades diarias, como comer, beber o incluso respirar aire frío. En este artículo, exploraremos en profundidad las causas, los factores de riesgo, las estrategias de prevención y los tratamientos disponibles para estos problemas bucales.


¿Qué son los dientes sensibles?

Los dientes sensibles se caracterizan por un dolor agudo y transitorio que ocurre en respuesta a ciertos estímulos, como el consumo de alimentos o bebidas calientes, frías, dulces o ácidas. Esta sensibilidad se debe generalmente a la exposición de la dentina, una capa interna del diente que está protegida por el esmalte dental y el cemento radicular.

Principales causas de los dientes sensibles:

  1. Desgaste del esmalte:
    El esmalte dental puede desgastarse con el tiempo debido al cepillado agresivo, el uso de cepillos de cerdas duras o el consumo frecuente de alimentos y bebidas ácidas.

  2. Recesión gingival:
    Cuando las encías se retraen, exponen las raíces del diente, que carecen de esmalte protector y son más susceptibles a la sensibilidad.

  3. Bruxismo:
    Rechinar o apretar los dientes puede desgastar el esmalte y causar sensibilidad.

  4. Tratamientos dentales:
    Procedimientos como el blanqueamiento dental, las limpiezas profundas o las restauraciones pueden causar sensibilidad temporal.

  5. Caries o fisuras:
    Las caries profundas o las fisuras en los dientes pueden dejar expuesta la dentina, causando dolor y sensibilidad.


¿Qué son las encías sensibles?

Las encías sensibles se caracterizan por molestias, inflamación o dolor al tocarlas o al consumir ciertos alimentos y bebidas. Pueden sangrar fácilmente al cepillarse los dientes o usar hilo dental.

Principales causas de las encías sensibles:

  1. Gingivitis:
    La inflamación de las encías debido a la acumulación de placa bacteriana es una de las causas más comunes.

  2. Periodontitis:
    Si no se trata, la gingivitis puede evolucionar a periodontitis, una enfermedad más grave que daña las encías y los huesos que sostienen los dientes.

  3. Cepillado agresivo:
    El uso de una técnica de cepillado incorrecta o un cepillo de cerdas duras puede irritar las encías.

  4. Cambios hormonales:
    Los cambios hormonales durante el embarazo, la pubertad, el ciclo menstrual o la menopausia pueden hacer que las encías sean más sensibles.

  5. Fumar:
    El tabaquismo reduce el flujo sanguíneo en las encías, dificultando su curación y aumentando la sensibilidad.

  6. Deficiencia nutricional:
    La falta de vitaminas esenciales, como la vitamina C, puede provocar encías inflamadas y sensibles.


Prevención de la sensibilidad dental y gingival

La prevención es la clave para mantener dientes y encías saludables. Aquí se presentan estrategias prácticas que pueden ayudar a evitar estos problemas:

  1. Mantén una buena higiene oral:
    Cepilla tus dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y utiliza una pasta dental específica para dientes sensibles. No olvides usar hilo dental diariamente.

  2. Evita alimentos y bebidas ácidas:
    Limita el consumo de cítricos, refrescos y otros productos ácidos que puedan erosionar el esmalte dental.

  3. Controla el bruxismo:
    Si rechinas los dientes, utiliza una férula dental nocturna para protegerlos.

  4. Visita regularmente al dentista:
    Las limpiezas profesionales y los chequeos periódicos pueden identificar y tratar problemas antes de que se agraven.

  5. Deja de fumar:
    El tabaco no solo aumenta el riesgo de enfermedades de las encías, sino que también dificulta la curación de tejidos bucales.

  6. Adopta una dieta equilibrada:
    Consume alimentos ricos en calcio y vitaminas, especialmente vitamina C, para fortalecer dientes y encías.


Tratamientos disponibles para dientes y encías sensibles

El tratamiento adecuado depende de la causa subyacente. Aquí se describen algunas de las opciones más comunes:

Para dientes sensibles:

  1. Pastas dentales desensibilizantes:
    Contienen compuestos como el nitrato de potasio o el fluoruro de estaño, que ayudan a bloquear las señales nerviosas y reducir la sensibilidad.

  2. Aplicación de flúor:
    Los dentistas pueden aplicar flúor en gel o barniz para fortalecer el esmalte y reducir la sensibilidad.

  3. Selladores dentales:
    En casos severos, se puede aplicar un sellador para cubrir las áreas expuestas de la dentina.

  4. Tratamiento de caries o fisuras:
    Si la sensibilidad se debe a caries o fracturas, el dentista puede recomendar empastes, coronas o incluso tratamientos de conducto.

Para encías sensibles:

  1. Limpieza profesional:
    Las limpiezas profundas eliminan la placa y el sarro acumulados bajo la línea de las encías, reduciendo la inflamación.

  2. Enjuagues bucales:
    Los enjuagues antimicrobianos ayudan a combatir la gingivitis y calman las encías irritadas.

  3. Terapia con láser:
    En algunos casos, los dentistas utilizan láser para eliminar bacterias y promover la curación de las encías.

  4. Cirugía periodontal:
    En casos avanzados de periodontitis, se pueden realizar procedimientos quirúrgicos para reparar el tejido gingival dañado.


Cuándo buscar ayuda profesional

Si experimentas sensibilidad dental o gingival de forma persistente, es esencial consultar a un dentista. Estos síntomas podrían ser indicativos de problemas más graves que requieren atención especializada. Entre los signos de advertencia están:

  • Dolor intenso o persistente en los dientes o encías.
  • Sangrado frecuente al cepillarse o usar hilo dental.
  • Encías que se retraen o se separan de los dientes.
  • Mal aliento persistente, incluso después de cepillarte.

Conclusión

La sensibilidad dental y gingival puede ser molesta, pero con los cuidados adecuados y la orientación de un profesional, es posible aliviar los síntomas y prevenir problemas futuros. Mantener una rutina de higiene oral, adoptar hábitos saludables y visitar al dentista regularmente son pasos esenciales para proteger tu salud bucal y disfrutar de una sonrisa saludable y sin molestias.

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