Medicina y salud

Resfriado Pesado en Niños

El resfriado común, conocido coloquialmente como «el catarro» o «el resfriado», es una de las enfermedades más comunes en la infancia. Aunque generalmente no es grave, puede ser una fuente significativa de incomodidad para los niños y preocupación para los padres, especialmente cuando el resfriado es persistente o se presenta con síntomas más intensos, lo que algunos describen como un «resfriado pesado».

¿Qué es el resfriado común?

El resfriado es una infección viral del tracto respiratorio superior, principalmente causada por rinovirus, aunque hay más de 200 virus diferentes que pueden provocarlo. Es particularmente común en los meses de otoño e invierno, cuando los niños están más tiempo en ambientes cerrados y hay una mayor probabilidad de contagio.

Síntomas del resfriado en los niños

Los síntomas del resfriado pueden variar, pero generalmente incluyen:

  • Congestión nasal: Es uno de los síntomas más comunes y molestos. La congestión se produce cuando los vasos sanguíneos de la nariz se inflaman debido a la infección, lo que genera una obstrucción en el paso del aire.
  • Secreción nasal: Al inicio del resfriado, la secreción nasal suele ser clara y acuosa, pero con el tiempo puede volverse más espesa y de color amarillento o verdoso.
  • Estornudos: Los estornudos frecuentes son un mecanismo del cuerpo para intentar expulsar el virus de las vías respiratorias.
  • Tos: La tos puede ser seca o productiva (con flema) y suele empeorar durante la noche.
  • Dolor de garganta: Es común al inicio del resfriado y puede estar acompañado de una sensación de irritación o picazón.
  • Fiebre leve: Aunque no siempre presente, algunos niños pueden desarrollar fiebre baja durante un resfriado.
  • Fatiga y malestar general: Los niños pueden sentirse cansados y menos activos de lo habitual.

¿Qué se entiende por un «resfriado pesado»?

Un «resfriado pesado» o «resfriado fuerte» es una manera informal de describir un resfriado que presenta síntomas más intensos o que se prolonga más de lo habitual. Aunque la mayoría de los resfriados duran entre 7 y 10 días, algunos pueden persistir, y los síntomas como la congestión nasal y la tos pueden durar hasta dos semanas o más.

Además, un resfriado se puede considerar «pesado» si el niño tiene dificultad para respirar debido a la congestión, si la fiebre es más alta de lo habitual, o si los síntomas interfieren significativamente con su alimentación, sueño o actividades diarias.

Complicaciones posibles de un resfriado pesado

En algunos casos, un resfriado que inicialmente parece ser solo una molestia puede complicarse, especialmente en niños pequeños o aquellos con sistemas inmunológicos debilitados. Las complicaciones más comunes incluyen:

  • Sinusitis: Inflamación de los senos paranasales, que puede causar dolor facial, presión en la cabeza y secreción nasal espesa.
  • Otitis media: Infección del oído medio, que puede provocar dolor de oído, fiebre y, en algunos casos, pérdida temporal de la audición.
  • Bronquitis: Inflamación de los bronquios, que puede manifestarse con una tos persistente y dificultad para respirar.
  • Neumonía: Infección de los pulmones que puede ser grave y requiere atención médica inmediata.
  • Asma exacerbada: Los niños con asma pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas durante un resfriado.

Tratamiento y manejo de un resfriado pesado

No existe una cura específica para el resfriado común, ya que es causado por un virus y no responde a los antibióticos. Sin embargo, hay varias medidas que los padres pueden tomar para aliviar los síntomas y ayudar a que su hijo se sienta mejor:

  1. Hidratación: Mantener al niño bien hidratado es fundamental. El agua, los caldos y los jugos naturales pueden ayudar a aflojar la mucosidad y aliviar la congestión.

  2. Descanso: Asegurarse de que el niño descanse lo suficiente permitirá que su cuerpo combata la infección de manera más efectiva.

  3. Humidificación del aire: Usar un humidificador en la habitación del niño puede ayudar a mantener las vías respiratorias húmedas y aliviar la congestión.

  4. Lavados nasales: Los lavados nasales con solución salina son una opción segura y efectiva para aliviar la congestión nasal y facilitar la respiración.

  5. Elevación de la cabeza: Colocar una almohada adicional bajo la cabeza del niño mientras duerme puede ayudar a reducir la congestión nasal.

  6. Analgésicos y antipiréticos: Si el niño tiene fiebre o dolor, se pueden utilizar medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno, siempre siguiendo las indicaciones del pediatra.

  7. Evitar irritantes: Mantener al niño alejado de irritantes como el humo del cigarrillo, que puede empeorar los síntomas del resfriado.

Cuándo consultar al médico

Aunque la mayoría de los resfriados se resuelven por sí solos, hay ciertos signos que indican que es necesario buscar atención médica:

  • Fiebre alta (por encima de 39 °C) que dura más de dos días.
  • Dificultad para respirar o respiración rápida.
  • Dolor de oído o secreción del oído.
  • Tos persistente que dura más de tres semanas.
  • Rechazo a la comida o líquidos durante más de 24 horas.
  • Signos de deshidratación, como boca seca, ojos hundidos o falta de lágrimas al llorar.
  • Somnolencia excesiva o irritabilidad.

Prevención del resfriado en los niños

Aunque no se puede evitar por completo que un niño contraiga un resfriado, hay algunas medidas que pueden reducir el riesgo de infección:

  • Lavado de manos frecuente: Enseñar a los niños a lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, después de sonarse la nariz y después de estar en lugares públicos.
  • Evitar el contacto cercano con personas enfermas: Si alguien en casa tiene un resfriado, es importante minimizar el contacto cercano y no compartir utensilios o toallas.
  • Buena higiene respiratoria: Enseñar a los niños a cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo o el codo al toser o estornudar.
  • Vacunación: Asegurarse de que el niño esté al día con sus vacunas, como la de la gripe, que puede ayudar a prevenir complicaciones graves.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: Una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, junto con un buen descanso y ejercicio regular, puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico del niño.

Conclusión

El resfriado pesado en los niños, aunque es una condición común, puede ser motivo de preocupación para los padres debido a los síntomas molestos y las posibles complicaciones. La clave está en el manejo adecuado de los síntomas, la prevención de complicaciones y saber cuándo es necesario buscar atención médica. Con el cuidado y la atención correctos, la mayoría de los niños se recuperan sin mayores problemas, listos para volver a sus actividades diarias.

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