Medicina y salud

Reflujo y tos crónica infantil

El reflujo gastroesofágico (ERGE) y su relación con la tos crónica en los niños

El reflujo gastroesofágico (ERGE), también conocido como «acidez estomacal» o «gastroesofágico», es una condición médica común que ocurre cuando el contenido del estómago regresa al esófago, causando una serie de síntomas molestos. Si bien esta afección afecta tanto a adultos como a niños, en los más pequeños puede ser más difícil de identificar debido a la variabilidad de los síntomas y la falta de habilidades verbales para comunicar el malestar. Uno de los síntomas menos conocidos, pero muy prevalentes en los niños con ERGE, es la tos crónica, la cual puede ser una manifestación tanto directa como indirecta de este trastorno.

¿Qué es el reflujo gastroesofágico (ERGE)?

El reflujo gastroesofágico es un trastorno digestivo en el que los ácidos del estómago o el contenido gástrico se devuelven hacia el esófago, el conducto que conecta la boca con el estómago. El esófago está cubierto por una mucosa que no está diseñada para resistir el ácido del estómago, lo que provoca irritación y, a menudo, una sensación de ardor, conocida comúnmente como acidez. Esta retroalimentación del contenido gástrico también puede ascender hacia la laringe, la tráquea e incluso los pulmones, lo que ocasiona síntomas respiratorios como tos crónica, asma y otros problemas respiratorios.

En los niños, el ERGE puede presentarse de forma diferente que en los adultos, y no siempre es tan evidente. Los bebés y niños pequeños pueden presentar síntomas como vómitos, irritabilidad, dificultad para alimentarse, e incluso problemas respiratorios, pero no todos los casos son tan fáciles de diagnosticar. En algunos casos, el ERGE se presenta sin los típicos síntomas digestivos, lo que dificulta su identificación temprana.

¿Por qué el ERGE puede causar tos crónica en los niños?

Una de las manifestaciones más complejas del reflujo gastroesofágico en los niños es la tos crónica. Esta tos no está directamente relacionada con una infección, alergias u otras afecciones respiratorias comunes, sino que es el resultado de la irritación del tracto respiratorio inferior por el ácido estomacal que asciende desde el esófago. Existen varias formas en las que el ERGE puede inducir tos crónica en los niños:

  1. Aspiración del contenido gástrico: Cuando el ácido estomacal y otros contenidos del estómago ascienden hacia la laringe, pueden ser inhalados hacia los pulmones. Este fenómeno se conoce como aspiración y puede desencadenar una tos persistente como un mecanismo de defensa del organismo para eliminar las sustancias extrañas. En este sentido, la tos crónica es una respuesta protectora ante la irritación de las vías respiratorias.

  2. Estimulación del nervio vago: El nervio vago desempeña un papel crucial en el control de varias funciones digestivas y respiratorias. En presencia de reflujo ácido, la estimulación del nervio vago puede ocasionar tos como una respuesta refleja, debido a su conexión tanto con el sistema respiratorio como con el aparato digestivo.

  3. Hipersensibilidad del esófago: En algunos casos, los niños con ERGE desarrollan una mayor sensibilidad en las áreas del esófago que entran en contacto con los ácidos gástricos. Esta hipersensibilidad puede dar lugar a la irritación de las vías respiratorias cercanas, provocando tos como un síntoma secundario.

Otros síntomas del reflujo gastroesofágico en los niños

Además de la tos crónica, existen otros síntomas que pueden sugerir la presencia de reflujo gastroesofágico en los niños, entre ellos:

  • Vómitos frecuentes: Los niños pequeños con ERGE a menudo experimentan vómitos después de comer debido al retorno del contenido estomacal al esófago.
  • Irritabilidad o llanto excesivo: Los bebés que sufren de reflujo a menudo muestran incomodidad o dolor, lo que puede llevar a un llanto excesivo, especialmente después de la alimentación.
  • Dificultad para tragar o disfagia: La irritación crónica del esófago puede dificultar que los niños traguen correctamente.
  • Ronquera o problemas en la voz: La irritación de las cuerdas vocales debido al reflujo puede resultar en ronquera o cambios en la voz.
  • Respiración sibilante o dificultad para respirar: El ácido estomacal que asciende hacia las vías respiratorias puede desencadenar síntomas respiratorios como asma o sibilancias.

Diagnóstico de ERGE en niños con tos crónica

El diagnóstico de ERGE en niños con tos crónica puede ser complicado debido a la variedad de síntomas que puede presentar. En muchos casos, los padres o cuidadores pueden no asociar la tos con el reflujo gastroesofágico, especialmente si no hay otros signos digestivos evidentes. El médico puede llevar a cabo una serie de pruebas para confirmar la presencia de ERGE, que pueden incluir:

  • Evaluación clínica: El médico realizará un examen físico y evaluará el historial médico y los síntomas del niño para detectar posibles indicios de ERGE.
  • Monitoreo del pH esofágico: Esta prueba mide la cantidad de ácido que asciende al esófago durante un período determinado, confirmando si el reflujo está ocurriendo.
  • Endoscopia digestiva: En casos más graves o complicados, se puede realizar una endoscopia para examinar el esófago y detectar signos de inflamación o daño debido al reflujo ácido.
  • Radiografía del tórax: En caso de que se sospeche de aspiración del contenido gástrico hacia los pulmones, se puede realizar una radiografía del tórax para detectar posibles complicaciones respiratorias.

Tratamiento del ERGE y la tos crónica en los niños

El tratamiento del reflujo gastroesofágico en los niños con tos crónica puede variar según la gravedad de la afección y la edad del niño. A continuación se presentan algunas opciones de tratamiento comunes:

  1. Cambios en la dieta: En los niños más pequeños, especialmente en los bebés, los cambios en la dieta pueden ser un primer paso fundamental. Esto puede incluir la modificación de los tipos de leche o fórmulas utilizadas y la alteración de la cantidad de comida ingerida para evitar que el estómago se sobrecargue. En niños mayores, evitar alimentos que agraven el reflujo, como los alimentos grasos, el chocolate o los cítricos, puede ayudar a reducir los síntomas.

  2. Medicamentos: En algunos casos, los médicos recetan medicamentos para reducir la producción de ácido en el estómago o para mejorar la motilidad gástrica. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) o los antiácidos son comunes para el tratamiento del ERGE en los niños, y pueden ayudar a aliviar tanto los síntomas digestivos como respiratorios.

  3. Elevación de la cabecera de la cama: Para los niños mayores o aquellos que tienen síntomas nocturnos, elevar la cabecera de la cama puede ayudar a prevenir el reflujo al mantener la gravedad a su favor durante el sueño.

  4. Tratamiento de las afecciones respiratorias asociadas: En los casos en que el reflujo haya causado asma o sibilancias, los tratamientos específicos para estas afecciones, como broncodilatadores o esteroides inhalados, pueden ser necesarios.

  5. Intervención quirúrgica: En casos muy graves de ERGE que no responden al tratamiento farmacológico, la cirugía puede ser una opción. El procedimiento más común es la fundoplicatura, en la que se refuerza la válvula entre el esófago y el estómago para prevenir el reflujo.

Conclusión

El reflujo gastroesofágico es una condición que, aunque común, puede ser difícil de diagnosticar en los niños debido a su variedad de síntomas y la falta de comunicación verbal en los más pequeños. La tos crónica, aunque menos conocida, es una manifestación importante de ERGE en los niños y puede estar asociada con la aspiración del contenido gástrico, la estimulación del nervio vago o la irritación directa de las vías respiratorias. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo. Los padres que sospechen que su hijo padece ERGE deben consultar a un profesional de la salud para recibir orientación y tratamiento adecuado.

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