La curiosidad infantil y el hábito de poner objetos en la boca: un fenómeno común en el desarrollo infantil
Desde los primeros días de vida, los niños comienzan a explorar el mundo que los rodea a través de sus sentidos. Entre estos, el sentido del gusto y el tacto juegan un papel fundamental en el aprendizaje de su entorno. Una de las conductas más comunes en los niños pequeños, especialmente en los bebés y en los niños de hasta tres años, es la tendencia a meter todo lo que encuentran en su boca. Este comportamiento, aunque pueda parecer preocupante para los padres y cuidadores, es en su mayoría un fenómeno natural en el desarrollo infantil.
¿Por qué los niños pequeños ponen todo en su boca?
La necesidad de explorar a través de la boca es un comportamiento esencial en el desarrollo de los niños. Durante los primeros años de vida, el niño no tiene la capacidad de procesar de manera completa la información del mundo a través de sus ojos o de otras sensaciones, por lo que recurren al tacto y al gusto como vías primarias para explorar lo que les rodea.
El desarrollo oral también está relacionado con la estimulación de los músculos orales, lo cual es crucial para el desarrollo del habla y la motricidad. Al morder, chupar y saborear objetos, los niños ejercitan estos músculos, lo que facilita el proceso de adquirir habilidades para hablar, masticar y pronunciar palabras.
En este sentido, el poner objetos en la boca se convierte en un mecanismo que les permite entender mejor las texturas, los tamaños y las formas de los objetos. No es raro que un niño en esta etapa de desarrollo meta en su boca tanto sus propios dedos como juguetes, utensilios e incluso objetos que no son aptos para su edad.
Fases del desarrollo infantil en las que este comportamiento es común
Este tipo de comportamiento es más frecuente en las siguientes fases del desarrollo infantil:
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Bebés (0-12 meses): Durante este periodo, los bebés tienen un reflejo de succión que les permite alimentar y calmarse. Sin embargo, también usan la boca para explorar nuevos objetos, lo que les ayuda a desarrollar la coordinación motora fina y la percepción sensorial. A medida que los bebés comienzan a gatear y explorar su entorno, es común verlos meter objetos en su boca.
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Niños pequeños (1-3 años): A esta edad, los niños son más activos en su exploración, y la boca se convierte en una herramienta crucial. Es normal que sigan metiendo objetos en su boca para aprender más sobre ellos. Esta es también la etapa en la que comienzan a desarrollar el lenguaje, y la estimulación oral es parte integral de ese proceso.
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Niños en edad preescolar (3-5 años): Aunque la necesidad de explorar con la boca disminuye un poco a medida que los niños comienzan a comprender más sobre el mundo a través de la vista, el tacto y el sonido, todavía es habitual que sigan metiendo objetos en su boca, sobre todo en situaciones nuevas o desconocidas.
Posibles preocupaciones para los padres
Aunque este comportamiento es completamente natural, para los padres puede ser motivo de preocupación. Entre las preocupaciones más comunes se incluyen:
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Riesgo de asfixia: Los niños pequeños no tienen la capacidad de discernir qué objetos pueden ser peligrosos para ellos, lo que aumenta el riesgo de asfixia si meten en su boca objetos pequeños, como piezas de juguetes, monedas o botones. Los padres deben estar atentos a lo que los niños llevan a la boca y asegurarse de que no haya objetos pequeños que puedan representar un peligro.
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Enfermedades e infecciones: Los objetos que los niños ponen en la boca pueden estar llenos de bacterias o gérmenes. Aunque los sistemas inmunitarios de los niños pequeños son bastante fuertes, aún están en proceso de desarrollarse y pueden ser más vulnerables a infecciones, como resfriados o enfermedades gastrointestinales, si entran en contacto con superficies sucias.
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Objetos peligrosos: Algunos objetos que los niños encuentran, como clavos, tornillos o pequeños fragmentos de plástico, pueden ser peligrosos para su salud. Los padres deben asegurarse de que los juguetes y objetos que el niño utiliza sean apropiados para su edad y estén libres de piezas pequeñas que puedan romperse o tragarse.
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Higiene oral: Otro aspecto que preocupa a los padres es la higiene oral del niño. El acto de morder y chupar objetos puede afectar el desarrollo de los dientes de leche o contribuir a problemas como el mal aliento o las caries si no se mantiene una buena higiene bucal.
¿Cómo ayudar al niño a desarrollar otras formas de exploración?
Si bien poner objetos en la boca es una forma natural de exploración, los padres pueden tomar algunas medidas para redirigir este comportamiento y enseñar al niño otras formas de explorar el mundo:
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Proporcionar juguetes adecuados: Es importante asegurarse de que el niño tenga acceso a juguetes seguros y apropiados para su edad, diseñados para ser manipulados sin peligro. Los juguetes sensoriales, aquellos que tienen diferentes texturas, colores y sonidos, pueden captar la atención del niño y ofrecerle formas alternativas de exploración.
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Estimular otros sentidos: A medida que los niños crecen, los padres pueden fomentar el uso de otros sentidos, como la vista y el oído. Las actividades que impliquen tocar, ver y oír, como juegos con agua, pintura o música, pueden proporcionar una estimulación sensorial adecuada que ayude a reducir la dependencia de la boca para explorar.
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Enséñales lo que pueden y no pueden poner en la boca: Si bien es natural que los niños pongan objetos en la boca, es importante guiarlos para que entiendan qué objetos no son seguros. Los padres pueden crear reglas simples, como «solo los juguetes» o «nada de objetos pequeños», y enseñarles desde temprana edad cuáles son los límites.
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Fomentar la imitación positiva: Los niños aprenden mucho a través de la imitación. Si los padres o cuidadores practican conductas adecuadas y exploran el mundo con los otros sentidos, los niños tienden a imitar esos comportamientos. Por ejemplo, leer un libro con el niño o hacer actividades que impliquen el uso de las manos en lugar de la boca puede ser una forma efectiva de redirigir la atención hacia otros métodos de exploración.
Conclusión
El hábito de meter objetos en la boca es una etapa completamente natural en el desarrollo de los niños pequeños. Aunque este comportamiento puede ser motivo de preocupación para los padres debido a los posibles riesgos, generalmente es parte del proceso de aprendizaje y exploración sensorial. Con la supervisión adecuada y la implementación de medidas preventivas, los padres pueden ayudar a su hijo a desarrollar sus habilidades de exploración de manera segura y saludable. Al mismo tiempo, deben fomentar la adquisición de otras formas de interacción con su entorno para asegurar un desarrollo integral y equilibrado.