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Nutrición Saludable en Cuarentena

Consejos Nutricionales para Mantenerse Saludable Durante el Confinamiento

Durante los períodos de cuarentena y confinamiento, como los que muchas personas experimentaron en la pandemia, la nutrición se convierte en un pilar fundamental para mantener la salud física y mental. Cambiar nuestra rutina diaria y pasar más tiempo en casa puede aumentar el riesgo de consumir alimentos poco saludables, disminuir la actividad física y, en general, adoptar hábitos que pueden afectar negativamente nuestra salud. A continuación, se presentan recomendaciones clave para seguir una dieta equilibrada y hábitos saludables durante el confinamiento.


1. Planificación de las Comidas

La planificación es esencial para mantener una dieta equilibrada y evitar decisiones impulsivas que llevan a consumir alimentos menos saludables. Planificar tus comidas ayuda a:

  • Evitar el desperdicio de alimentos: Tener una lista de compras evita compras excesivas y asegura que tengas ingredientes para preparar comidas nutritivas.
  • Mantener un equilibrio nutricional: Cuando planificas tus comidas, puedes incluir todos los grupos alimenticios: proteínas, carbohidratos, grasas saludables, frutas y verduras.
  • Controlar las porciones: Al cocinar en casa y preparar tus propios alimentos, es más fácil controlar la cantidad de comida que consumes y evitar el sobreconsumo.

2. Consumo de Frutas y Verduras

Las frutas y verduras deben ser la base de una dieta saludable, ya que son fuentes ricas de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Durante el confinamiento:

  • Procura consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día. Estas pueden ser frescas, congeladas o en conserva, preferiblemente sin azúcar ni sal añadida.
  • Elige frutas y verduras de diferentes colores, ya que los diferentes pigmentos aportan distintos nutrientes. Por ejemplo, el betacaroteno en zanahorias, la vitamina C en los cítricos, y el licopeno en los tomates.
  • Prueba con ensaladas variadas y batidos. Estos son formas creativas y rápidas de incluir más frutas y verduras en tu dieta diaria.

3. Hidrátate de Forma Adecuada

La hidratación es fundamental para el funcionamiento del cuerpo y la mente. El confinamiento, al reducir el movimiento y al aumentar el tiempo en ambientes cerrados, puede afectar la percepción de sed.

  • Bebe al menos 8 vasos de agua al día. Puedes añadir rodajas de frutas o hierbas para dar sabor sin añadir calorías.
  • Evita el consumo excesivo de bebidas azucaradas y alcohol. Aunque pueden resultar tentadores, contienen calorías vacías y pueden afectar negativamente la hidratación.
  • Alterna con infusiones y tés sin azúcar, que también contribuyen a la ingesta de líquidos.

4. Opta por Carbohidratos Complejos y Evita los Azúcares Refinados

Los carbohidratos son esenciales para la energía, pero no todos los carbohidratos son iguales. Durante el confinamiento, cuando la actividad física suele reducirse, es importante elegir fuentes de carbohidratos que proporcionen nutrientes duraderos y estables.

  • Prioriza los carbohidratos complejos como los que se encuentran en granos integrales (arroz integral, avena, quinoa), legumbres y vegetales.
  • Evita los productos ultraprocesados y los azúcares refinados que se encuentran en productos de pastelería, galletas y bebidas azucaradas. Estos carbohidratos simples pueden provocar picos de glucosa en la sangre, seguidos de bajones que incrementan el hambre.
  • Consume pan y pasta integrales en lugar de los productos refinados, ya que los integrales mantienen la fibra y otros nutrientes esenciales.

5. Asegúrate de Incluir Proteínas de Calidad

Las proteínas son esenciales para el mantenimiento y reparación de los tejidos y para el sistema inmunológico. Existen múltiples fuentes de proteínas que puedes incluir en tu dieta de confinamiento.

  • Varía entre proteínas animales y vegetales. Las carnes magras, el pescado, los huevos y los lácteos bajos en grasa son buenas opciones de proteínas animales. Las legumbres, los frutos secos y las semillas son excelentes fuentes de proteínas vegetales.
  • Incluye pescado en tu dieta al menos dos veces por semana, preferiblemente pescados grasos como el salmón y la sardina, que son ricos en ácidos grasos omega-3, beneficiosos para el corazón y el cerebro.
  • Combina legumbres y cereales (como arroz y frijoles) para obtener una proteína completa, en caso de seguir una dieta vegetariana o vegana.

6. Controla las Porciones y Come de Forma Consciente

El confinamiento y el sedentarismo pueden hacer que sea fácil consumir más calorías de las necesarias, lo que puede llevar al aumento de peso no deseado. Practicar la alimentación consciente puede ayudar a controlar las porciones.

  • Evita comer directamente del envase. Sirve siempre la comida en un plato para tener control visual de la cantidad que estás consumiendo.
  • Come despacio y sin distracciones. Intenta concentrarte en la comida, saborearla y reconocer las señales de saciedad. Comer frente a pantallas puede llevar a un consumo excesivo sin darnos cuenta.
  • Evita el picoteo constante. En lugar de recurrir a refrigerios poco saludables, planifica tus meriendas de manera saludable y con moderación.

7. Incluye Grasas Saludables en tu Dieta

Aunque se debe moderar el consumo de grasas, estas son esenciales para la absorción de vitaminas y el correcto funcionamiento del cerebro.

  • Opta por grasas saludables como las que se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate, los frutos secos y las semillas.
  • Limita el consumo de grasas saturadas y evita las grasas trans presentes en alimentos ultraprocesados como frituras y productos de pastelería industrial.
  • Agrega frutos secos y semillas a tus ensaladas o yogures para aumentar el aporte de grasas saludables sin recurrir a fuentes poco saludables.

8. Mantén Horarios de Comidas Estables

La rutina en los horarios de comida ayuda a regular el metabolismo y evita el picoteo constante.

  • Establece horarios fijos para el desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas. Mantener un horario regular ayuda a prevenir el hambre extrema y los atracones.
  • Evita saltarte comidas, ya que esto puede llevarte a consumir alimentos poco saludables o en exceso en la siguiente comida.
  • Respeta el tiempo de descanso entre comidas, lo cual permite que tu cuerpo tenga tiempo para digerir adecuadamente.

9. Limita el Consumo de Alimentos Procesados y Ultraprocesados

Los alimentos procesados y ultraprocesados suelen ser altos en calorías, grasas, azúcares y sodio, lo cual los convierte en una opción poco saludable durante el confinamiento.

  • Evita los snacks envasados como papas fritas, galletas y barras de granola con azúcar. Opta por frutas, yogur sin azúcar, frutos secos o palitos de vegetales como alternativas de snacks saludables.
  • Lee las etiquetas de los productos y opta por aquellos con menos ingredientes y aditivos. Cuantos más ingredientes tenga un producto y cuanto menos los reconozcas, es probable que sea más procesado.
  • Evita consumir embutidos y productos cárnicos procesados. Estos alimentos son altos en sodio y grasas poco saludables.

10. Mantente Activo y Complementa con Ejercicio Regular

Si bien este punto no es exclusivamente nutricional, el ejercicio es vital para el metabolismo y la salud general, especialmente durante el confinamiento.

  • Realiza ejercicio en casa, ya sea mediante estiramientos, ejercicios de fuerza, yoga o clases en línea.
  • Intenta levantarte y moverte cada hora si trabajas desde casa. Realizar pequeñas pausas activas ayuda a mantener el metabolismo activo.
  • Combina ejercicio con buena alimentación para mantener un equilibrio energético y promover el bienestar físico y mental.

Conclusión

Mantener una alimentación saludable durante el confinamiento es fundamental para la salud física y mental. Adoptar una dieta equilibrada, beber suficiente agua, elegir alimentos frescos y no procesados, y evitar los azúcares refinados son prácticas esenciales que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y a mantener el bienestar general. Además, el ejercicio regular, aunque sea en casa, complementa estos esfuerzos y ayuda a lidiar con el sedentarismo. La nutrición y el ejercicio son aliados clave para enfrentar los desafíos del confinamiento y proteger nuestra salud a largo plazo.

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