Las horrizas o mesetas son extensiones de terreno elevadas, que se encuentran por encima de la altitud media de una región, pero con pendientes suaves o moderadas. Se caracterizan por su gran extensión y se forman generalmente a lo largo de procesos geológicos como la erosión o la acumulación de sedimentos. En el contexto del mundo árabe, las mesetas o horrizas ocupan una parte significativa del relieve y se encuentran distribuidas en varias regiones del Medio Oriente, el Magreb y la región del Golfo Pérsico.
Este artículo tiene como objetivo proporcionar un panorama completo sobre algunas de las mesetas más conocidas y geográficamente importantes en el mundo árabe, con especial énfasis en sus características geográficas, su historia, y su impacto en las civilizaciones que han habitado estas tierras.
Meseta de Al-Dahna (Arabia Saudita)
Una de las mesetas más importantes de la península arábiga es la Meseta de Al-Dahna, ubicada en la región central de Arabia Saudita. Este vasto espacio se extiende a lo largo de varios cientos de kilómetros y se caracteriza por su terreno árido y desértico. La Meseta de Al-Dahna se encuentra en el borde oriental del Desierto de Rub’ al-Jali, también conocido como el «Desierto Vacío», que es una de las regiones más desoladas y calurosas del planeta.
Al-Dahna tiene un impacto significativo sobre la geografía de la región, ya que actúa como una barrera natural entre las tierras del oeste (más fértiles y habitadas) y el desierto oriental, dificultando las rutas comerciales antiguas. Sin embargo, debido a su proximidad al Golfo Pérsico y su riqueza en recursos minerales, ha sido objeto de explotación en tiempos modernos.
Meseta del Atlas (Marruecos, Argelia, Túnez)
En el norte de África, una de las mesetas más importantes es la Meseta del Atlas, que se extiende por Marruecos, Argelia y Túnez. Esta meseta, ubicada en el corazón del Macizo del Atlas, se caracteriza por su terreno montañoso y variado. La meseta forma un corredor geográfico entre la cordillera del Atlas y las llanuras costeras del norte de África, jugando un papel clave en la conectividad de las regiones costeras con el interior del continente.
Dentro de la Meseta del Atlas, encontramos áreas de grandes altitudes que son clave para la agricultura de la región, como los valles fértiles que se desarrollan gracias al riego de las aguas provenientes de las montañas. Estas zonas también tienen una gran importancia histórica y cultural, ya que han sido el hogar de diversas civilizaciones antiguas, incluidos los fenicios, romanos y bereberes.
Meseta de Syrian (Siria y Jordania)
La Meseta de Syrian, que se extiende a través de Siria y parte de Jordania, es una de las mesetas más importantes en el Levante. Esta meseta se encuentra en la parte sur de la Meseta Iraki y se caracteriza por ser una región geológicamente antigua, formada por capas de rocas sedimentarias que datan de millones de años. La Meseta de Syrian tiene un clima semiárido, con inviernos frescos y veranos calurosos, lo que limita la cantidad de población que puede vivir allí sin ayuda de irrigación.
A pesar de sus condiciones áridas, la Meseta de Syrian ha sido históricamente significativa debido a su ubicación estratégica entre el norte de África y Asia. Las civilizaciones que habitaron esta región, como los nabateos y los romanos, aprovecharon sus recursos naturales y su posición para desarrollar rutas comerciales cruciales entre el Mediterráneo y el interior de Asia.
Meseta de Nubia (Sudán y Egipto)
La Meseta de Nubia se encuentra en el noreste de África, principalmente en Sudán y en el sur de Egipto. Esta meseta, también conocida como la Meseta Nubia-Egipcia, se extiende a lo largo del río Nilo y presenta un paisaje árido y rocoso, que se eleva abruptamente sobre las zonas bajas de las orillas del río.
La Meseta de Nubia ha sido un área de gran importancia para el desarrollo de las civilizaciones egipcia y nubia, ya que las antiguas rutas comerciales utilizaban el Nilo como principal vía de transporte, y la meseta proporcionaba una fuente de piedras preciosas y materiales de construcción. La región fue clave para la construcción de pirámides y otros monumentos de la civilización egipcia.
Meseta de Irak (Mesopotamia)
La Meseta de Irak es una vasta extensión que ocupa el corazón de la antigua Mesopotamia, lo que hoy conocemos como Irak. Esta meseta se encuentra entre los dos grandes ríos de la región, el Tigris y el Éufrates, y fue uno de los centros más importantes para las civilizaciones antiguas, como los sumerios, babilonios y asirios.
Con un clima desértico y una historia rica en agricultura y comercio, la Meseta de Irak se ha caracterizado por ser una región de gran fertilidad debido a las inundaciones regulares de los ríos. A lo largo de la historia, la meseta fue un crisol de desarrollo cultural y científico, desempeñando un papel crucial en la invención de la escritura cuneiforme, la rueda y muchas otras innovaciones.
Meseta de Jabal al-Hasma (Arabia Saudita y Jordania)
Ubicada en el borde sur de la península arábiga, la Meseta de Jabal al-Hasma se extiende a través de Arabia Saudita y Jordania. Esta meseta, que forma parte del desierto de Néguev, se caracteriza por sus grandes áreas desérticas, pero también por sus oasis y rutas comerciales antiguas.
Históricamente, la Meseta de Jabal al-Hasma sirvió como un puente natural entre el desierto de Arabia y la región del Levante, facilitando el comercio entre las tribus árabes y las civilizaciones de Egipto y Mesopotamia. A pesar de sus difíciles condiciones climáticas, la meseta ha sido clave para las rutas de caravanas que transportaban incienso, mirra y otros productos valiosos a lo largo de los siglos.
Conclusión
Las mesetas en el mundo árabe no solo definen el paisaje físico de la región, sino que también han jugado un papel importante en el desarrollo de sus civilizaciones. Desde las áridas mesetas de la península arábiga hasta las fértiles tierras del Magreb y el Levante, estas formaciones geográficas han influido en la agricultura, el comercio y la vida cotidiana de los pueblos que las habitan. Además, su ubicación estratégica ha sido esencial para las rutas comerciales y la expansión de imperios que han marcado la historia del mundo árabe. El estudio de estas mesetas no solo proporciona una mejor comprensión del relieve y el clima de la región, sino también de la evolución histórica, cultural y económica de uno de los rincones más fascinantes del planeta.