MAZDA RX-3 1971-1978: Un icono deportivo con motor rotatorio
El Mazda RX-3, producido entre 1971 y 1978, es uno de los modelos más icónicos de la marca japonesa, conocido por su distintivo motor rotatorio Wankel. Esta generación de automóviles representó una de las primeras incursiones importantes de Mazda en el uso de motores rotatorios en un vehículo de producción en masa, lo que ayudó a consolidar su reputación como pionero en la industria automotriz. En este artículo, exploraremos en detalle las características, especificaciones y el legado de este modelo que dejó una huella significativa en el mundo del automóvil.
Origen y desarrollo del Mazda RX-3
En la década de 1970, Mazda introdujo el motor rotatorio como una forma innovadora de propulsión para sus vehículos. El motor Wankel, que utiliza un diseño de rotor en lugar de pistones tradicionales, permitía a los fabricantes reducir el tamaño y el peso del motor, al mismo tiempo que ofrecía un alto rendimiento. Esto fue posible gracias a las regulaciones fiscales japonesas, que favorecían los vehículos con motores pequeños, especialmente los que no superaban los 1.3 litros de cilindrada.
El RX-3 nació como un sucesor del RX-2, un modelo que no alcanzó el mismo nivel de popularidad. Con el RX-3, Mazda mejoró tanto el diseño como el rendimiento, logrando un equilibrio entre un coche deportivo y un vehículo cómodo y accesible para familias jóvenes. Fue presentado en varias variantes, entre ellas el coupé, el sedán y el wagon, lo que le permitió llegar a una amplia gama de consumidores.
Diseño exterior: Influencias europeas y estadounidenses
El diseño del Mazda RX-3 fue un claro reflejo de las influencias del mercado automotriz global. En el frente, destacaba por sus dos faros redondos y una parrilla separada entre ellos, un detalle que recordaba al icónico Ford Mustang de 1964. Aunque el RX-3 era considerablemente más pequeño que el Mustang, su diseño presentaba una silueta deportiva con una ventana trasera inclinada que lo hacía parecer aún más compacto. Esta característica estética le confería un carácter ágil y juvenil, ideal para atraer a la generación más joven.
En la parte trasera, el RX-3 contaba con dos pares de faros redondos que también se usaban en otros modelos europeos, lo que le daba un aire internacional y elegante. Este diseño de faros redondos no solo era funcional, sino que también le daba al vehículo una apariencia más agresiva y moderna.
Interior: Comodidad y funcionalidad
Mazda también prestó mucha atención al interior del RX-3, buscando proporcionar una experiencia de conducción cómoda y bien equipada. El habitáculo estaba diseñado para ser lo suficientemente espacioso para una familia joven, pero manteniendo un toque deportivo y juvenil. Los asientos estaban tapizados en vinil con detalles de pliegues embellecidos y emblemas que añadían un toque de sofisticación al diseño interior.
El cuadro de instrumentos estaba compuesto por dos diales principales en el centro del tablero, con cuatro medidores adicionales montados en la parte superior de la consola central. Esto otorgaba una sensación de mayor control y deportividad al conductor, ya que todos los indicadores estaban ubicados de forma accesible y clara.
La radio se encontraba por encima del sistema de calefacción y aire acondicionado, lo que era una solución lógica y cómoda, considerando la accesibilidad de los controles. El volante de tres radios contaba con un distintivo en el centro que representaba el pistón triangular del motor rotatorio Wankel, un guiño al sistema de propulsión único de Mazda.
Motor y rendimiento: La magia del Wankel
Uno de los principales atractivos del RX-3 era su motor rotatorio de 1.2 litros, que se distinguía por ser más pequeño que la mayoría de los motores de la época. Este motor Wankel era más compacto, eficiente y ligero que los motores de pistón tradicionales, pero con una particularidad: su rendimiento era sorprendentemente alto para su tamaño. Con una potencia de 90 caballos de fuerza (hp) a 7,000 rpm, el RX-3 ofrecía una aceleración impresionante, aunque con una desventaja en términos de eficiencia de combustible.
Aunque la eficiencia de combustible del RX-3 no era la mejor en comparación con otros vehículos de su segmento, el coche fue muy popular por su capacidad para ofrecer altas prestaciones en un tamaño reducido. El motor rotatorio no solo proporcionaba potencia, sino que también generaba un sonido distintivo que se convirtió en una firma del RX-3.
El motor estaba acoplado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades, lo que ofrecía al conductor un control total sobre el rendimiento del vehículo. Además, el RX-3 venía con frenos de disco en las ruedas delanteras y frenos de tambor en la parte trasera, lo que proporcionaba una buena capacidad de frenado, aunque la suspensión de eje trasero con resortes de hoja no era ideal para un coche deportivo en términos de manejo y estabilidad.
Especificaciones técnicas del Mazda RX-3
A continuación, se detallan las principales especificaciones técnicas del Mazda RX-3:
- Motor: Wankel de 2.0 litros, 2 cilindros (R2)
- Cilindrada: 1964 cm³
- Potencia: 110 hp a 7,000 rpm
- Torque: 100 lb-ft a 4,000 rpm (135 Nm a 4,000 rpm)
- Sistema de combustible: Carburador
- Tipo de combustible: Gasolina
- Velocidad máxima: 185 km/h (115 mph)
- Tracción: Trasera
- Transmisión: Manual, 4 marchas
- Frenos: Discos en las cuatro ruedas
- Tamaño de neumáticos: 155/80-R13
- Longitud: 4064 mm (160 pulgadas)
- Ancho: 1600 mm (63 pulgadas)
- Altura: 1372 mm (54 pulgadas)
- Distancia entre ejes: 2286 mm (90 pulgadas)
- Peso sin carga: 884 kg (1,949 libras)
- Aceleración 0-100 km/h: 10.8 segundos
- Aerodinámica (Coeficiente de arrastre, Cd): 0.4
El legado del Mazda RX-3
El Mazda RX-3 es más que un simple automóvil deportivo. Representa un punto de inflexión en la historia de la marca, consolidando a Mazda como un fabricante innovador en el uso del motor rotatorio y dejando una huella indeleble en los entusiastas de los coches deportivos. A pesar de que las ventas del RX-3 no alcanzaron los niveles de otros modelos contemporáneos, su legado perdura en el mundo del automóvil como un ejemplo de diseño y tecnología avanzada.
En el ámbito de los coches deportivos clásicos, el RX-3 sigue siendo un modelo altamente valorado por los coleccionistas y aficionados. Su motor rotatorio, su diseño único y su carácter deportivo continúan siendo admirados por quienes buscan vehículos que ofrezcan una experiencia de conducción auténtica y emocionante.
Conclusión
El Mazda RX-3 es, sin lugar a dudas, un vehículo que marcó una época y sigue siendo apreciado hoy en día. Con su innovador motor rotatorio, su diseño compacto y deportivo, y su atractivo para una amplia gama de conductores, el RX-3 es un claro ejemplo de cómo un fabricante de automóviles puede desafiar las normas y crear algo verdaderamente único. Aunque su producción terminó en 1978, el Mazda RX-3 sigue siendo una joya clásica que sigue siendo admirada por su rendimiento y su contribución a la evolución del automóvil.