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Mazda 626 Mk.5: Análisis Completo

Mazda 626 (Mk.5) Sedan 1997-2002: Un Estudio Completo de un Sedán de Media Gama

Introducción

La quinta generación del Mazda 626, lanzada entre 1997 y 2002, marcó un importante capítulo en la historia de este modelo, que se consolidó como una opción destacada dentro de los sedanes de tamaño medio. En colaboración con Ford, Mazda produjo este vehículo como parte de su alianza automotriz, AutoAlliance International. A pesar de las variaciones entre las versiones de Estados Unidos, Europa y Oceanía, el Mazda 626 compartió muchos componentes, y todos estaban basados en la misma plataforma GF, lo que aseguraba una suspensión independiente en todas las ruedas. Este artículo explorará a fondo el diseño, las especificaciones, el rendimiento y las características que hicieron de este vehículo un modelo popular en su época.

Diseño Exterior

El Mazda 626 (Mk.5) se caracterizó por su diseño elegante, aunque discreto. La intención de la marca era crear un automóvil que fuera sobrio, pero funcional, sin recurrir a elementos de diseño demasiado llamativos. De hecho, algunos críticos señalaron que el modelo carecía de una identidad visual clara, lo que hacía que se perdiera entre otros vehículos del mismo segmento. El capó con una pequeña parrilla cromada, acompañado de faros estrechos pero anchos, no despertaba una atención inmediata. El coche, a diferencia de otros modelos de Mazda como el RX7, no destacó por sus formas innovadoras ni arriesgadas.

El perfil del coche presentaba líneas suaves y fluidas, con una inclinación moderada del parabrisas y la luna trasera. Estos ángulos contribuyeron a un aspecto aerodinámico, pero también a una sensación de uniformidad que no llamaba particularmente la atención en un estacionamiento lleno de coches. La versión de cuatro puertas fue la más popular, especialmente en mercados como Japón y Estados Unidos, y carecía de un área adicional de vidrio detrás de las puertas traseras. Sin embargo, el maletero se abría de forma remota, lo cual era una característica apreciada por los propietarios.

Diseño Interior

El interior del Mazda 626 Mk.5 fue diseñado para ofrecer comodidad y espacio, pero con un enfoque práctico. En las versiones base, el tapizado era de terciopelo, mientras que las versiones más equipadas ofrecían asientos de cuero. En términos de diseño, el salpicadero redondeado presentaba una disposición clara y funcional, con una unidad central para los controles del clima y el sistema de audio. Aunque el diseño interior era amplio y cómodo para los pasajeros delanteros, los pasajeros traseros experimentaban una ligera incomodidad debido al alto túnel central, un elemento derivado de la plataforma utilizada, que estaba diseñada para versiones con tracción total disponibles en Japón.

El Mazda 626 ofrecía un espacio interior bastante generoso para los ocupantes de las plazas delanteras, pero su enfoque hacia la comodidad de los pasajeros traseros estaba algo limitado por el túnel central elevado. A pesar de esta característica, el modelo fue apreciado por su capacidad para transportar cuatro adultos con un nivel de comodidad decente durante viajes largos.

Especificaciones Técnicas y Rendimiento

Motorización y Potencia

El Mazda 626 Mk.5 se ofreció con una variedad de motorizaciones, algunas de ellas desarrolladas por Mazda y otras provenientes de Ford, debido a la alianza entre ambas marcas. Una de las configuraciones más comunes era la versión con motor de 1.8 litros y 4 cilindros en línea (L4), con una potencia de 101 caballos de fuerza (HP) a 5500 rpm y un par motor de 112 lb-ft (152 Nm) a 4000 rpm. Este motor estaba combinado con una caja de cambios manual de cinco marchas (5MT) y tracción delantera. Su capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h (0-62 mph) era de 11,8 segundos, lo que lo convertía en un vehículo de desempeño moderado para su época.

El Mazda 626 fue valorado por su equilibrio entre potencia y eficiencia, lo que lo convirtió en una opción ideal para aquellos que buscaban un sedán de media gama con una conducción cómoda pero sin grandes exigencias deportivas. La velocidad máxima alcanzable por esta configuración era de 185 km/h (114,9 mph), una cifra respetable para un vehículo de estas características.

Consumo de Combustible

En cuanto al consumo de combustible, el Mazda 626 Mk.5 demostró ser bastante eficiente para su tamaño y motor. El consumo combinado era de aproximadamente 30,9 millas por galón (7,6 L/100 km), lo que lo hacía adecuado tanto para viajes largos como para uso urbano. Su tanque de combustible tenía una capacidad de 64 litros (16,9 galones), lo que le confería una autonomía considerable.

Suspensión y Manejo

Una de las características más destacadas del Mazda 626 Mk.5 fue su suspensión independiente en las cuatro ruedas, que garantizaba una conducción suave y estable, especialmente en carreteras irregulares. La suspensión independiente en las ruedas delanteras y traseras contribuía a un manejo ágil y seguro, lo que aumentaba la sensación de confort tanto en trayectos urbanos como en viajes largos por carretera. La combinación de una suspensión bien ajustada y una carrocería rígida hacía que el 626 fuera un coche fácil de manejar y con una buena respuesta al volante.

Características de Seguridad

Aunque la seguridad no era una prioridad destacada para todos los modelos de esa época, el Mazda 626 Mk.5 estaba bien equipado con características estándar como frenos de disco ventilados en el eje delantero y frenos de tambor en el eje trasero. Esto proporcionaba un rendimiento adecuado en términos de frenado y seguridad. Sin embargo, no contaba con la sofisticación en términos de sistemas de asistencia al conductor que se encuentran en los vehículos modernos.

En términos de seguridad pasiva, el modelo contaba con cinturones de seguridad de tres puntos para todos los ocupantes, así como airbags frontales para el conductor y el pasajero. No obstante, las pruebas de seguridad modernas han demostrado que el modelo no alcanzaría los estándares actuales en cuanto a protección de los ocupantes.

Conclusión

El Mazda 626 Mk.5 Sedan, fabricado entre 1997 y 2002, fue un sedán de tamaño medio que cumplió su propósito de ser una opción confiable y asequible para aquellos que buscaban un coche cómodo y práctico. Su diseño discreto, su motor eficiente y su plataforma bien equilibrada lo convirtieron en un modelo apreciado en muchos mercados. Aunque no destacaba por su estilo llamativo, el 626 logró ganarse el cariño de los conductores que valoraban la fiabilidad, el confort y la economía de combustible.

En resumen, el Mazda 626 Mk.5 es un ejemplo de la excelencia en la ingeniería de Mazda durante finales de los años 90 y principios de los 2000, representando un sedán de calidad que sigue siendo recordado por su sencillez, su practicidad y su buen rendimiento en carretera.

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