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Mazda 626: Diseño y Rendimiento

Mazda 626 (Mk.5) Sedan (1991-1997): Un Ícono de Estilo y Comodidad

El Mazda 626 (Mk.5) Sedan, lanzado en 1991 y disponible hasta 1997, es un modelo emblemático de la marca japonesa que destaca tanto por su diseño como por su tecnología. A lo largo de los años, el Mazda 626 se consolidó como una de las opciones más populares dentro del segmento de los sedanes medianos, gracias a sus características innovadoras y su fiabilidad. Este modelo se introdujo en un momento clave para Mazda, cuando la marca se encontraba en plena colaboración con Ford Motor Co., lo que permitió una serie de desarrollos compartidos que marcarían la evolución de ambos fabricantes.

El Diseño: Biodesign y Curvas Suaves

Una de las características más distintivas del Mazda 626 (Mk.5) es su diseño, que se enmarca dentro de la tendencia biodesign de los años 90. Este enfoque estilístico se caracteriza por la suavidad en las líneas y la integración de formas curvas que buscan imitar las formas naturales. El 626 de esta generación adoptó con éxito este estilo, lo que le confería un aspecto aerodinámico y moderno.

Las esquinas redondeadas, los paneles curvados y los faros estrechos le daban una apariencia compacta, a pesar de que en realidad se trataba de un sedán de tamaño considerable. Además, la inclusión de espejos retrovisores pintados del mismo color que la carrocería fue una innovación en el diseño del modelo, lo que le otorgó una apariencia más estilizada y sofisticada.

A pesar de su longitud, el Mazda 626 mantenía un eje corto para el tamaño del vehículo, lo que resultaba en unos voladizos delanteros y traseros bastante pronunciados. Esta decisión estilística contribuyó a la estética general del coche, pero también comprometió un poco el aprovechamiento del espacio interior, lo cual se consideró un punto débil frente a sus competidores directos en el mercado.

El Interior: Espacio y Tecnología al Alcance

El Mazda 626 (Mk.5) ofrecía un interior espacioso para los estándares de la época. Con una distancia entre ejes de 2611 mm (102”), el sedán proporcionaba un nivel de confort decente para los pasajeros traseros. Aunque no era tan amplio como otros modelos de la competencia, el espacio disponible era suficiente para un viaje cómodo.

El diseño del tablero de instrumentos también fue notablemente avanzado para su tiempo. El velocímetro se situaba en el centro del cuadro de mandos, mientras que el tacómetro se ubicaba a la izquierda. A la derecha, Mazda agrupó indicadores de nivel de combustible y temperatura del motor. Sin embargo, uno de los detalles que llamó la atención fue la ubicación de los botones del control de crucero, los cuales se encontraban debajo del cuadro de instrumentos, un diseño algo extraño que no fue bien recibido por todos los conductores.

Un aspecto que sorprendió a muchos fue la ausencia del sistema de dirección a las cuatro ruedas (4WS), que había sido una de las características distintivas de la generación anterior del Mazda 626. Aunque el sistema había sido desarrollado en los años 80 y fue bien recibido en varios modelos de la marca, Mazda optó por no implementarlo en esta generación del 626.

El Rendimiento: Motores y Opciones de Tracción

El Mazda 626 (Mk.5) estuvo disponible con una variedad de motores tanto de gasolina como diésel. Los motores de gasolina incluían opciones de 4 cilindros en línea (L4) y un motor V6, este último disponible para el mercado de Estados Unidos. En Europa, la mayoría de las unidades estaban equipadas con motores de 4 cilindros. En el caso del motor de 1.9L (1839 cm³) que impulsaba algunas versiones del 626, el rendimiento era respetable, con una potencia de 105 caballos de fuerza a 5500 rpm (77 kW) y un par motor de 155 Nm (114 lb-ft) a 4300 rpm.

El sistema de inyección multipunto (MPI) que alimentaba el motor garantizaba una entrega eficiente de potencia y un bajo consumo de combustible. En términos de rendimiento, el Mazda 626 podía alcanzar una velocidad máxima de 185 km/h (115 mph) y aceleraba de 0 a 100 km/h en unos 11.9 segundos.

La tracción del Mazda 626 era delantera, lo que lo convertía en un vehículo ágil y adecuado para las necesidades de conducción urbana y carretera. El sistema de frenos incluía discos ventilados en las ruedas delanteras y discos simples en las ruedas traseras, lo que ofrecía un rendimiento de frenado confiable.

Consumo y Eficiencia

En cuanto al consumo de combustible, el Mazda 626 (Mk.5) destacaba por su eficiencia. En ciudad, el modelo registraba un rendimiento de aproximadamente 9.1 L/100 km (25.8 mpg US), mientras que en carretera, lograba una cifra impresionante de 7.4 L/100 km (31.8 mpg US). Estos números eran muy competitivos para la época y contribuían a la popularidad del modelo entre los conductores que buscaban un vehículo económico y funcional.

Seguridad y Tecnología

Aunque el Mazda 626 (Mk.5) no contaba con las avanzadas tecnologías de seguridad de los modelos actuales, sí ofrecía una serie de características que mejoraban la seguridad de los ocupantes. Entre ellas se encontraba una carrocería diseñada para absorber impactos, frenos de disco en las cuatro ruedas y la posibilidad de equipar el vehículo con airbags en algunos mercados. La dirección asistida, el aire acondicionado y el sistema de audio también eran opciones populares entre los compradores.

Conclusión: Un Sedán Confiable y Atractivo

El Mazda 626 (Mk.5) Sedan, producido entre 1991 y 1997, sigue siendo un vehículo recordado por su diseño innovador, su confort y su fiabilidad. Aunque no fue un automóvil revolucionario, su combinación de estilo, rendimiento y eficiencia lo convirtió en una opción popular dentro de su segmento. Los avances en el diseño de la carrocería y la tecnología de motorización marcaron la pauta para los modelos que vendrían en las siguientes generaciones, consolidando al 626 como uno de los sedanes más queridos de la década de 1990.

En definitiva, el Mazda 626 (Mk.5) sigue siendo una pieza interesante de la historia automotriz, que demuestra cómo las marcas pueden evolucionar sin perder de vista las necesidades de los conductores. Aunque los tiempos han cambiado y los vehículos han avanzado, el Mazda 626 sigue siendo un referente de fiabilidad y buen diseño.

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