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Mazda 323 C: Diseño y rendimiento

MAZDA 323 C (BH) 1994-1997: Un vistazo a un modelo único y deportivo

Mazda ha sido siempre sinónimo de innovación y creatividad en el mundo de la automoción. A lo largo de los años, ha lanzado una serie de vehículos que han logrado marcar una diferencia significativa en su segmento, y el Mazda 323 C (BH) de 1994-1997 es uno de esos modelos que destacan por su diseño peculiar y su enfoque en la deportividad dentro de una gama compacta. Este coche, que es parte de la séptima generación del modelo 323, logró sorprender a muchos con su presencia, que se diferenciaba de sus compañeros de gama, ofreciendo una alternativa más deportiva y atractiva en un segmento de coches compactos.

La séptima generación del Mazda 323

La séptima generación del Mazda 323 fue lanzada en 1994, y se ofreció en varias carrocerías. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención fue la aparición de la versión 323 C, un modelo que, si bien compartía muchos de los componentes con sus hermanos de gama, se diferenciaba tanto en diseño como en propuesta. Mientras que otros modelos de la serie 323 se enfocaban más en la practicidad, el 323 C adoptaba una línea más deportiva, y fue etiquetado como un «coupe», a pesar de que, estructuralmente, se trataba de un hatchback de tres puertas.

Este modelo destacaba por su enfoque más dinámico y deportivo. El 323 C no solo se veía diferente, sino que también ofrecía una conducción que ponía énfasis en la diversión, una característica que Mazda siempre ha procurado brindar en sus modelos más pequeños. Con un diseño aerodinámico, y detalles pensados para darle un toque más deportivo, este coche logró destacar entre otros modelos del segmento.

Diseño exterior: un estilo deportivo pero con detalles que llamaban la atención

El diseño exterior del Mazda 323 C (BH) fue uno de los elementos que más generó debate entre los entusiastas de la marca y los aficionados al mundo del automóvil. Por un lado, su silueta alargada y estilizada con un perfil inclinado en la parte posterior ofrecía una apariencia atractiva. El diseño del coche se distinguía por la línea de techo que descendía hacia una parte trasera con un C-pilar muy inclinado, lo que le otorgaba un aire dinámico.

El frontal del coche incluía dos faros raked (inclinados hacia atrás) que estaban alineados con el capó, lo que le confería una estética más agresiva y deportiva. Entre el capó y el paragolpes, se encontraba una pequeña parrilla que brindaba un toque minimalista al diseño, mientras que el verdadero componente funcional para el enfriamiento estaba en la parte inferior del parachoques, donde se alojaba una parrilla más grande. Esta elección de diseño no solo favorecía la estética, sino también la funcionalidad del vehículo, al proporcionar un mejor flujo de aire para el motor.

A pesar de que el coche era bien proporcionado en la parte frontal, la parte trasera del 323 C (BH) generaba algunas críticas debido a su C-pilar muy inclinado, lo que provocaba una visual de fenders (guardabarros) grandes y ventanas traseras triangulares que, a pesar de ser llamativas, no conseguían ocultar el volumen de los mismos. Sin embargo, si se considera dentro del contexto de los vehículos compactos de la época, estas características no eran del todo inusuales y contribuyeron a darle al coche una personalidad única.

Interior: Un enfoque en la funcionalidad y el confort

El interior del Mazda 323 C seguía la tradición de la marca en cuanto a la calidad de los materiales y la atención a los detalles. A pesar de que no era el coche más lujoso de su segmento, los acabados eran de buena calidad, y el diseño estaba centrado en ofrecer una experiencia cómoda y agradable para el conductor y los pasajeros. El salpicadero estaba bien diseñado y contaba con una instrumentación sencilla pero clara, donde el velocímetro ocupaba la posición central, con el tacómetro a la izquierda y los indicadores de temperatura y combustible a la derecha.

Las opciones de asientos incluían asientos de cubo deportivos en el caso de las versiones más equipadas, brindando un buen soporte lateral durante la conducción. Los asientos traseros eran abatibles de forma dividida, lo que permitía ampliar el espacio de carga cuando era necesario, aunque el espacio para las piernas en la parte trasera no era el más amplio en su categoría.

Rendimiento y motorizaciones del Mazda 323 C (BH)

En cuanto a las motorizaciones, Mazda ofreció diversas opciones para la versión 323 C. El modelo base estaba equipado con un motor de 1.4 litros de 4 cilindros, que ofrecía 73 caballos de fuerza (HP) a 5500 revoluciones por minuto (RPM). Aunque no era el coche más potente de su clase, el 323 C cumplía con creces en términos de rendimiento, especialmente considerando su peso relativamente ligero. El coche alcanzaba una velocidad máxima de 164 km/h (102 mph), lo que le permitía ofrecer una experiencia de conducción satisfactoria para los que buscaban una alternativa deportiva dentro de los compactos.

El motor de 1.4L venía con una caja de cambios manual de cinco velocidades, lo que mejoraba la interacción del conductor con el vehículo y le otorgaba un toque más divertido al momento de conducirlo. En términos de eficiencia de combustible, el Mazda 323 C era bastante competitivo en su segmento, con un consumo combinado de 7.3L/100 km (32.2 mpg), lo que lo hacía adecuado tanto para el uso urbano como para viajes en carretera.

Prestaciones y dimensiones

El Mazda 323 C (BH) 1994-1997 tenía unas dimensiones de 4.036 mm de largo, 1.709 mm de ancho y 1.405 mm de alto, lo que lo hacía un coche compacto, ideal para moverse por ciudades y calles estrechas. Su distancia entre ejes era de 2.504 mm, lo que proporcionaba una estabilidad decente, especialmente en las versiones con suspensión mejorada. Además, el espacio de carga era de 300 litros con los asientos traseros en su lugar, una capacidad respetable para un coche de este tipo.

El sistema de suspensión, que era independiente en las ruedas delanteras y con un eje de torsión en las traseras, ofrecía una conducción cómoda en la mayoría de las circunstancias, aunque no destacaba por ser extremadamente deportiva. El sistema de frenos era de discos ventilados en las ruedas delanteras y tambores en las traseras, lo que proporcionaba una capacidad de frenado adecuada para el tipo de vehículo.

Conclusión: El Mazda 323 C (BH), un coche que dejó huella

El Mazda 323 C (BH) 1994-1997 fue un modelo que, aunque no alcanzó los niveles de popularidad de otros vehículos más convencionales de la marca, logró ofrecer algo diferente y único en el segmento de los compactos. Con su diseño deportivo y su propuesta de motorización asequible, el 323 C se posicionó como una opción interesante para los conductores que buscaban algo más que un simple coche urbano. Hoy en día, el Mazda 323 C sigue siendo un vehículo con un carácter propio, apreciado por los aficionados a los coches clásicos y deportivos que valoran su singularidad en comparación con otros modelos de la época.

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