Salud psicológica

Los Tipos de Alma en el Corán

La palabra «n النفس» en el Corán: Contexto y las diferentes almas

En el Corán, la palabra «nafs» (النفس), que generalmente se traduce como «alma» o «ser», tiene un papel fundamental en la comprensión del ser humano desde una perspectiva espiritual y ética. El término aparece en varias ocasiones, con significados y connotaciones diversas según el contexto en el que se menciona. La complejidad de la «nafs» es tal que, en varios versos, se hacen distinciones entre distintos tipos de almas, como la «alma tranquilizada» (nafs al-mutmainnah), la «alma que reprende» (nafs al-lawwamah) y la «alma instigadora al mal» (nafs al-ammara bissu).

Este artículo busca explorar la palabra «nafs» en el contexto coránico, analizar las diferentes clases de alma que se mencionan y entender cómo cada una de ellas está vinculada a las etapas del desarrollo espiritual y moral del ser humano.

La «nafs» en el Corán

En el Corán, la «nafs» es considerada como la esencia misma del ser humano, su interioridad, que incluye tanto su naturaleza psicológica como su facultad espiritual. A través de la «nafs», los seres humanos experimentan sus deseos, emociones, pensamientos y decisiones. Se menciona en numerosos versos, algunos de los cuales se refieren a la creación y la disposición interna de la persona.

Por ejemplo, en el versículo 6:2 se dice:

«Él es quien os creó de una sola alma (nafs wahida)…»

Este versículo hace referencia a la creación del ser humano a partir de una única «nafs», lo que simboliza la unidad y la interconexión entre todos los seres humanos, independientemente de sus diferencias externas. La idea de la «nafs» en el Corán también se vincula a la noción de la lucha interna del ser humano, su batalla entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto, lo puro y lo corrupto.

La «nafs» también se asocia con la condición moral del individuo. El Corán no solo hace referencia a la «nafs» en términos de su creación o existencia, sino también de su proceso de purificación y desarrollo. Esta purificación es un tema central en el Corán, que describe cómo el ser humano debe luchar por alcanzar una «nafs» recta, pura y tranquila.

Las diferentes almas según el Corán

El Corán presenta varias categorías de la «nafs», que se diferencian según su estado de pureza o corrupción, su relación con los deseos y su inclinación al mal o al bien. A continuación, se describen las tres principales «nafs» mencionadas en el Corán:

1. La alma instigadora al mal (nafs al-ammara bissu)

Esta es la «nafs» en su estado más bajo y corrupto, aquella que está totalmente dominada por los deseos y las pasiones terrenales. La «nafs al-ammara» es la parte del ser humano que se ve impulsada por el egoísmo, la codicia y la tentación. El Corán describe esta alma como aquella que «ordena lo malo» y «sugiere el mal» (12:53).

En el versículo 12:53, se dice:

«Y no exculpo a mi alma (nafs). En verdad, la alma (nafs) ordena el mal, salvo cuando mi Señor tiene misericordia.»

Este tipo de alma es aquella que se ve envuelta en actos de injusticia, violencia, egoísmo y corrupción. La persona que sigue a su «nafs al-ammara» vive una existencia impulsada por el materialismo y el deseo insaciable de poder, sin tener en cuenta la moral o el bienestar de los demás.

La lucha interna para superar esta «nafs» es crucial en el camino espiritual, ya que solo a través de la purificación de esta alma se puede alcanzar un estado de mayor conciencia y cercanía a lo divino.

2. La alma que reprende (nafs al-lawwamah)

La «nafs al-lawwamah» es un estado intermedio entre la «nafs al-ammara» y la «nafs al-mutmainnah». Es un alma que siente culpa, remordimiento y autocrítica. Es aquella parte de la persona que, aunque sigue siendo susceptible a la influencia de los deseos mundanos, se siente arrepentida cuando comete malas acciones y busca corregir sus errores.

En el Corán, se menciona la «nafs al-lawwamah» en el versículo 75:2:

«Y no, juro por el alma que reprende.»

Este tipo de alma está en constante lucha interna, en una dinámica de autocrítica y arrepentimiento. Es consciente de sus fallos y busca mejorar, pero a menudo se ve arrastrada por las tentaciones. A pesar de ello, su capacidad de arrepentimiento y autocorrección es un paso hacia la purificación y la superación de los defectos morales.

La «nafs al-lawwamah» refleja el proceso de crecimiento espiritual y moral, en el que la persona es consciente de sus limitaciones y trabaja activamente para superarlas, buscando la reconciliación con su ser interior y con su Creador.

3. La alma tranquila (nafs al-mutmainnah)

La «nafs al-mutmainnah» es el estado más elevado del alma, aquella que ha alcanzado la paz interior y está en armonía con la voluntad divina. Es el alma que se ha purificado a través de la lucha contra las pasiones y los deseos mundanos, y que ha alcanzado un estado de serenidad, sabiduría y rectitud.

En el Corán, la «nafs al-mutmainnah» se menciona en el versículo 89:27-28:

«¡Oh alma tranquila (mutmainnah), vuelve a tu Señor, complacida y complaciente. Entra en Mi jardín.»

Este tipo de alma ha superado los desafíos de la «nafs al-ammara» y la «nafs al-lawwamah», alcanzando un estado de sabiduría, rectitud y aceptación de la voluntad de Dios. La «nafs al-mutmainnah» es aquella que se siente satisfecha y en paz con su Creador, confiando plenamente en Su plan divino y actuando siempre con justicia, piedad y bondad.

Este es el estado que todo creyente aspira alcanzar, ya que refleja la máxima realización espiritual y moral. La «nafs al-mutmainnah» es sinónimo de pureza interior, claridad mental y cercanía a lo divino, y es el ideal hacia el cual todo musulmán debe trabajar.

El proceso de purificación de la «nafs»

El Corán presenta la purificación de la «nafs» como un proceso arduo y continuo. La lucha por alcanzar una «nafs» recta y tranquila requiere autocontrol, paciencia, oración y devoción. El ser humano debe esforzarse constantemente para superar las inclinaciones de la «nafs» hacia el mal y la corrupción, buscando purificar su corazón y sus acciones.

La purificación de la «nafs» no es un proceso automático, sino que requiere un esfuerzo consciente por parte del individuo. El Corán nos insta a ser conscientes de nuestras debilidades y a esforzarnos por alcanzar la perfección moral y espiritual a través de la oración (salat), el arrepentimiento (tawba), la caridad (zakat), y el cumplimiento de los mandamientos de Allah.

En resumen, la «nafs» en el Corán no es simplemente una palabra que hace referencia al ser interno, sino que simboliza el viaje espiritual y moral del ser humano. Desde la «nafs al-ammara» que insta al mal, hasta la «nafs al-mutmainnah» que se encuentra en paz con su Creador, el Corán nos ofrece una guía sobre cómo superar nuestras debilidades y alcanzar una mayor cercanía a lo divino. La purificación de la «nafs» es el camino hacia la verdadera paz y felicidad.

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