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Los Califas Rashidun del Islam

La duración del gobierno de los cuatro primeros califas, conocidos como los «califas bien guiados» o «califas rashidun», varía según cada uno de ellos. Estos líderes fueron Abu Bakr, Omar, Otmán y Ali, quienes sucedieron al Profeta Mahoma en el liderazgo de la comunidad musulmana después de su fallecimiento en el año 632. Cada califa tuvo un mandato único y su periodo de gobierno se extiende desde la muerte del Profeta hasta eventos particulares que marcaron el final de su liderazgo.

Abu Bakr, el suegro del Profeta Mahoma y su primer seguidor, gobernó durante un breve periodo de dos años, desde el 632 hasta su fallecimiento en el 634. Durante su mandato, enfrentó varios desafíos, incluyendo la apostasía de algunas tribus árabes que se negaron a pagar el zakat (impuesto religioso) y las incursiones de las tribus beduinas. Abu Bakr logró sofocar estas rebeliones y expandir el territorio musulmán mediante la exitosa campaña militar conocida como las Guerras Ridda.

Omar ibn al-Jattab, uno de los compañeros más cercanos del Profeta Mahoma y su segundo califa, asumió el liderazgo después de la muerte de Abu Bakr en el año 634. El reinado de Omar fue notable por su justicia, administración eficiente y expansión del Islam a través de conquistas militares. Gobernó durante aproximadamente una década, hasta su asesinato en el año 644. Durante su mandato, el Imperio Islámico se expandió significativamente, alcanzando territorios que incluían Persia, Egipto, Mesopotamia y parte del Imperio Bizantino.

Otmán ibn Affan, el tercer califa, accedió al poder en el año 644 después del asesinato de Omar. Su gobierno se caracterizó por la consolidación y organización del estado islámico, así como por la compilación del Corán en forma de libro. Otmán enfrentó desafíos internos, especialmente por parte de grupos disidentes dentro de la comunidad musulmana que cuestionaban su liderazgo y autoridad. Su mandato duró alrededor de 12 años, hasta su asesinato en el año 656 durante una revuelta en Medina.

Ali ibn Abi Talib, primo y yerno del Profeta Mahoma, fue el cuarto y último de los califas bien guiados. Su gobierno, que comenzó en el año 656, fue testigo de una serie de conflictos internos, incluyendo la Primera Guerra Civil Musulmana, conocida como la Batalla del Camello, y la Batalla de Siffin contra Muawiya ibn Abi Sufyan, quien reclamaba el califato. El reinado de Ali fue turbulento y estuvo marcado por la división en la comunidad musulmana. Fue asesinado en el año 661 por un grupo de disidentes durante la oración en la mezquita de Kufa.

En resumen, la duración total del gobierno de los califas rashidun fue de aproximadamente 29 años, desde el año 632 hasta el 661. Durante este período, el Islam experimentó un rápido crecimiento y expansión territorial, así como importantes desarrollos políticos y sociales que sentaron las bases para las futuras dinastías y gobernantes islámicos.

Más Informaciones

Por supuesto, expandamos más sobre el contexto histórico y los logros de cada uno de los califas rashidun:

  1. Abu Bakr: Como primer califa, Abu Bakr enfrentó varios desafíos cruciales, incluyendo la Ridda, una serie de rebeliones lideradas por tribus árabes que se negaban a reconocer la autoridad central islámica después de la muerte del Profeta. Abu Bakr, con la ayuda de figuras clave como el general Khalid ibn al-Walid, logró sofocar estas revueltas y preservar la unidad del incipiente estado islámico. También estableció el sistema de recolección del zakat de manera más organizada para financiar las actividades estatales.

  2. Omar ibn al-Jattab: Bajo el gobierno de Omar, el Islam experimentó una expansión territorial sin precedentes. Las conquistas militares se extendieron desde Persia hasta Egipto y desde Siria hasta Mesopotamia. Omar también instituyó reformas administrativas significativas, incluyendo la creación del sistema de diwan (oficinas gubernamentales) para gestionar los asuntos civiles y militares. Además, estableció el calendario islámico basado en el año de la Hégira, que marcó la migración del Profeta Mahoma de La Meca a Medina.

  3. Otmán ibn Affan: Durante el mandato de Otmán, el Imperio Islámico continuó expandiéndose y consolidándose. Uno de sus logros más destacados fue la compilación y estandarización del Corán en forma de libro, lo que ayudó a preservar el texto sagrado y unificar la recitación en toda la comunidad musulmana. Sin embargo, su gobierno también estuvo marcado por la agitación interna, especialmente por las objeciones y rebeliones de grupos como los jariyíes y los seguidores de Aisha y Ali, quienes criticaban su gestión y cuestionaban su legitimidad.

  4. Ali ibn Abi Talib: Como último de los califas rashidun, Ali enfrentó una serie de desafíos internos y conflictos políticos que socavaron la estabilidad del estado islámico. Su liderazgo estuvo marcado por la división entre los seguidores de él y los partidarios de Muawiya, quien era el gobernador de Siria y cuestionaba la legitimidad de Ali como califa. Esta división llevó a la Primera Guerra Civil Musulmana y a la Batalla de Siffin, que terminó sin un resultado claro. Sin embargo, las tensiones persistieron y Ali fue asesinado por un grupo de disidentes durante la oración en la mezquita de Kufa.

En conjunto, los califas rashidun desempeñaron un papel fundamental en la consolidación y expansión temprana del Islam como una fuerza política y religiosa en la región. Su liderazgo estableció precedentes importantes en términos de justicia, administración y expansión territorial, sentando las bases para los posteriores imperios islámicos y dinastías que surgieron en la historia islámica.

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