Lavado de ropa durante COVID-19

Separación de la ropa: Clasifica la ropa según el tipo de tela, el color y el nivel de suciedad. Esto facilitará el proceso de lavado y evitará que las prendas se dañen o decoloren.

Uso del detergente adecuado: Utiliza un detergente de buena calidad que sea eficaz para eliminar la suciedad y las bacterias. Puedes optar por detergentes antibacterianos para una limpieza más profunda.

Temperatura del agua: El agua caliente es más efectiva para matar gérmenes y virus. Por lo tanto, selecciona la temperatura más alta recomendada para la tela en particular, preferiblemente alrededor de 60-70°C, para asegurar la eliminación adecuada de gérmenes, incluido el virus del COVID-19.

Ciclo de lavado: Elije un ciclo de lavado completo y prolongado para garantizar una limpieza profunda. Evita los ciclos de lavado cortos, ya que pueden no ser lo suficientemente efectivos para eliminar gérmenes y virus.

Secado de la ropa: Seca la ropa completamente después del lavado. Puedes utilizar una secadora de ropa o secar al aire libre, asegurándote de que la ropa esté expuesta al sol, ya que la luz solar ayuda a matar los gérmenes y bacterias.

Planchado opcional: Si lo deseas, puedes planchar la ropa después de secarla. El calor generado durante el planchado también puede ayudar a eliminar cualquier bacteria residual en la ropa.

Lavado de manos: Antes y después de manipular la ropa, lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esto es especialmente importante después de tocar ropa sucia o después de manipular detergentes y productos químicos.

Uso de guantes: Considera usar guantes desechables mientras manipulas ropa sucia para evitar el contacto directo con las superficies contaminadas.

Uso de mascarilla y protección ocular: Si estás manejando la ropa de alguien que puede estar infectado con COVID-19, usa una mascarilla facial y protección ocular para reducir el riesgo de inhalación de gotas respiratorias que podrían contener el virus.

Evitar sacudir la ropa sucia: Sacudir la ropa puede dispersar las partículas virales en el aire. En su lugar, coloca la ropa directamente en la lavadora sin sacudirla.

Limpieza de la lavadora: Después de lavar la ropa, limpia la lavadora con un desinfectante adecuado para eliminar cualquier residuo de virus o bacterias.

Almacenamiento adecuado de la ropa limpia: Una vez que la ropa esté limpia y seca, guárdala en un lugar limpio y seco para evitar la contaminación secundaria.

Tipo de detergente: Opta por detergentes que contengan agentes activos como el percarbonato de sodio, el cual es eficaz para eliminar gérmenes y virus. También puedes considerar detergentes con enzimas, que ayudan a descomponer las manchas y la suciedad de manera más efectiva.

Desinfectantes añadidos: Para una limpieza aún más profunda, puedes añadir desinfectantes específicos al ciclo de lavado, como el cloro o los desinfectantes a base de peróxido de hidrógeno. Sigue las instrucciones del fabricante para determinar la cantidad adecuada a utilizar.

Ropa de personas enfermas: Si alguien en tu hogar está enfermo con COVID-19 u otra enfermedad contagiosa, considera lavar su ropa por separado, preferiblemente al final del ciclo de lavado, y usa la temperatura más alta recomendada para la tela.

Ropa de bebés y personas vulnerables: Para la ropa de bebés, personas mayores o cualquier individuo con un sistema inmunológico comprometido, es recomendable lavar la ropa con mayor frecuencia y utilizando métodos más rigurosos de limpieza y desinfección.

Ventilación adecuada: Asegúrate de que la zona donde estás lavando la ropa esté bien ventilada para minimizar la acumulación de partículas en el aire y reducir el riesgo de exposición al virus.

Limpieza de superficies: Después de manipular ropa sucia o limpiar áreas de lavandería, limpia las superficies con desinfectante para eliminar cualquier posible contaminación por el virus.

Uso de bolsas de lavandería: Si trabajas en un entorno donde manipulas ropa de personas infectadas con COVID-19, considera utilizar bolsas de lavandería desechables o lavables para transportar la ropa de manera segura y reducir el riesgo de contaminación cruzada.

Lavado de manos después del manejo de la ropa sucia: Después de manipular ropa sucia, incluso si estás usando guantes, lávate las manos inmediatamente con agua y jabón o usa un desinfectante de manos a base de alcohol.

Uso adecuado de la mascarilla: Siempre que estés en un entorno donde puedas estar expuesto al virus, usa una mascarilla facial adecuada y asegúrate de cubrir la nariz y la boca correctamente.

Evitar el contacto cercano: Durante el proceso de lavado y manipulación de la ropa, evita el contacto cercano con otras personas y mantén una distancia segura para minimizar el riesgo de transmisión del virus.