1999 Land Rover Discovery II: Un SUV que Revolucionó el Diseño y la Conducción Off-Road
En el otoño de 1998, Land Rover presentó su nueva generación de la gama Discovery, marcando el inicio de una nueva era para este SUV. El Land Rover Discovery II, como fue conocido, fue un modelo que se introdujo al mercado con promesas de mejorar la experiencia de conducción todoterreno sin sacrificar la comodidad y el lujo que sus clientes esperaban.
Evolución en Diseño y Tecnología
Con el lema «Una evolución que oculta una revolución», Land Rover se refería a la gran cantidad de cambios y mejoras que, aunque no siempre eran visibles a simple vista, transformaron por completo la experiencia de conducir este SUV. La apariencia exterior del Discovery II parecía similar a su predecesor, el Discovery I, pero al mismo tiempo presentaba sutiles diferencias que definieron la transición a una nueva era.
En cuanto al diseño exterior, se mantuvo la característica fascia frontal plana con faros rectangulares, aunque estos eran de mayor tamaño que los del modelo anterior. Además, el capó recibió un corte sobre los faros, dándole un aspecto más moderno, y el borde delantero dejó de ser completamente recto. Otro cambio significativo fue la inclusión de un parachoques de plástico del color de la carrocería que integraba los faros antiniebla, mejorando la estética y la funcionalidad del vehículo.
El perfil del vehículo también conservaba su diseño distintivo, especialmente la forma de dos niveles del techo y las áreas superiores de las ventanas traseras. Sin embargo, los tiradores de las puertas no fueron actualizados para ser empotrados, lo que hacía eco del diseño robusto de sus antecesores. En la parte trasera, la puerta lateral seguía siendo la encargada de albergar la rueda de repuesto, un detalle clásico en la serie Discovery que contribuía al estilo rudo y práctico de este modelo.
Interior: Un Gran Avance en Comodidad
A pesar de que el Discovery II mantenía el carácter utilitario que definía a sus modelos anteriores, su interior fue completamente rediseñado para ofrecer más comodidad y refinamiento. Uno de los aspectos más innovadores fue el tablero de instrumentos, que se montaba a una altura más baja, permitiendo a los ocupantes disfrutar de una vista panorámica a través del amplio parabrisas.
La consola central, que albergaba los controles del sistema de calefacción y aire acondicionado (HVAC), además del estéreo, estaba situada justo debajo de los controles, lo que le daba al interior un diseño más organizado y ergonómico. Además, la consola central incluía una gran cantidad de espacio para los pasajeros, con dos portavasos, el selector de la caja de cambios y la palanca para la caja de transferencia, permitiendo al conductor un acceso fácil a los controles.
Los asientos delanteros fueron diseñados pensando en el confort, ofreciendo amplias butacas con apoyabrazos individuales que proporcionaban una experiencia de conducción más placentera. En la parte trasera, la configuración del asiento dividida 60/40 permitía que tres pasajeros se acomodaran cómodamente. Además, como opción, se podían instalar dos asientos plegables adicionales en el maletero, una característica útil para los viajes largos o para las familias numerosas.
Motorización y Rendimiento: Potencia y Versatilidad
El Discovery II de 1999 ofreció varias opciones de motorización, destacando una unidad de desarrollo interno, un motor turbo diésel de cinco cilindros y 2.5 litros de cilindrada, que fue diseñado para proporcionar un equilibrio ideal entre potencia y eficiencia de combustible, especialmente para los conductores interesados en recorrer terrenos difíciles.
La opción de gasolina para el modelo fue el motor V8 de 3.9 litros, que ofrecía una potencia de 185 caballos de fuerza a 4,750 revoluciones por minuto (RPM). Este motor permitía que el Discovery II alcanzara una velocidad máxima de 170 km/h, lo que lo hacía capaz de afrontar tanto caminos accidentados como carreteras rápidas con facilidad. La capacidad de torsión de 340 Nm a 2,600 RPM proporcionaba la potencia necesaria para enfrentar terrenos desafiantes sin perder estabilidad.
El sistema de tracción total era otro de los puntos fuertes del vehículo, permitiendo que la potencia del motor se distribuyera a las cuatro ruedas a través de tres diferenciales, asegurando una excelente tracción en cualquier tipo de terreno, desde barro hasta nieve o rocas. Además, la caja de cambios manual de cinco marchas proporcionaba al conductor el control total sobre la potencia del vehículo, una ventaja especialmente apreciada en situaciones todoterreno.
Características y Capacidades Off-Road
El Discovery II se destacó por ser uno de los vehículos más competentes en términos de capacidades todoterreno. Con una distancia al suelo de 208 mm, el Discovery II podía sortear obstáculos como rocas y troncos sin dificultad, mientras que su sistema de tracción integral proporcionaba una excelente adherencia y control en superficies irregulares.
El vehículo también estaba equipado con frenos de disco ventilados en la parte delantera y discos sólidos en la parte trasera, ofreciendo un rendimiento de frenado superior tanto en terrenos irregulares como en carreteras pavimentadas. El Discovery II era, sin lugar a dudas, un SUV diseñado para aquellos que necesitaban un vehículo tanto para el día a día como para aventuras extremas fuera de carretera.
Especificaciones Técnicas
El Land Rover Discovery II de 1999 contaba con unas impresionantes especificaciones que lo hacían sobresalir en su clase:
- Motor: V8 de 3.9 litros, 136 kW (185 hp) a 4,750 rpm
- Par Motor: 340 Nm (251 lb-ft) a 2,600 rpm
- Transmisión: Manual de 5 velocidades
- Tracción: Integral
- Frenos: Discos ventilados en la parte delantera y discos sólidos en la parte trasera
- Neumáticos: 235/75R16
- Dimensiones:
- Longitud: 4,699 mm (185 pulgadas)
- Ancho: 1,880 mm (74 pulgadas)
- Altura: 1,941 mm (76.4 pulgadas)
- Distancia entre ejes: 2,540 mm (100 pulgadas)
- Peso sin carga: 1,995 kg (4,398 lbs)
- Capacidad de carga: 422 L (14.9 pies cúbicos)
- Despeje del suelo: 208 mm (8.2 pulgadas)
- Emisiones de CO2: 396 g/km
Conclusión: Un SUV Icono de la Aventura
El 1999 Land Rover Discovery II fue un hito en la historia de los SUVs, combinando un diseño refinado con una gran capacidad off-road. Si bien sus aspectos exteriores podían parecer similares a los de su predecesor, en su interior y bajo su capó se encontraba una gran cantidad de mejoras que lo hacían más adecuado tanto para la conducción diaria como para las exigentes aventuras fuera de la carretera. Con su potente motor V8, sus impresionantes capacidades todoterreno y su confort mejorado, el Discovery II sigue siendo una opción popular entre los entusiastas del off-road y los conductores que buscan una mezcla de lujo y capacidad.