Lancia Artena 1934-1936: Elegancia y rendimiento en tiempos de transición
La historia de la automoción italiana está llena de modelos icónicos que han dejado una huella significativa tanto en el diseño como en la ingeniería de los vehículos. Uno de estos modelos es el Lancia Artena, un automóvil que se introdujo a principios de la década de 1930, en un período de transición para la marca Lancia. Durante ese tiempo, la compañía italiana había terminado la producción de su innovador modelo Lambda, y el Artena apareció como una continuación del legado de Lancia en términos de calidad, ingeniería avanzada y diseño estilizado. Este artículo profundiza en las especificaciones y características del Lancia Artena 1934-1936, analizando su evolución, el impacto de sus modificaciones y su lugar en la historia de la automoción.
Introducción del Lancia Artena
En 1931, cuando la producción del Lancia Lambda llegó a su fin, la marca italiana presentó el Lancia Artena, un vehículo que rápidamente captó la atención del mercado. A diferencia de su predecesor, que se distinguió por su construcción de carrocería autoportante, el Artena utilizó una construcción de carrocería sobre bastidor, lo que permitió a los fabricantes de carrocerías trabajar con mayor flexibilidad para crear diferentes versiones del modelo. Esta estructura era ideal para una amplia gama de personalizaciones y adaptaciones, algo muy apreciado por los carros de lujo de la época.
La producción del Lancia Artena comenzó con el modelo de 1932 y continuó hasta 1936, con la versión más notable, la Serie III, que se lanzó en 1933 y perduró hasta 1936. Durante estos años, se fabricaron aproximadamente 2,040 unidades del Artena, lo que refleja su popularidad en un momento de cambios en la industria automotriz.
Características del Lancia Artena
El Lancia Artena 1934-1936 fue conocido por su robustez y capacidad para adaptarse a diversas necesidades. Se ofreció en dos configuraciones de distancia entre ejes: una versión corta y una versión normal. La versión corta era adecuada para cuatro pasajeros, mientras que la versión normal podía acomodar hasta seis personas, lo que lo hacía atractivo tanto para familias como para empresarios que necesitaban vehículos más amplios para transportar a un mayor número de personas.
A lo largo de su producción, el Artena estuvo disponible en diferentes configuraciones de carrocería, lo que permitió que fuera utilizado en múltiples ámbitos. La carrocería podía ser un sedán convencional, un descapotable, un cupé, un torpedo o incluso un sport saloon. Además, algunos carroceros italianos de renombre como Pinin Farina, Carrozzeria Touring y Stabilimenti Farina ofrecieron versiones personalizadas del Artena, lo que aumentó su exclusividad.
Otro aspecto destacable del Lancia Artena fue su versatilidad, ya que también fue utilizado como ambulancia y como furgoneta, lo que demostró su utilidad más allá de los automóviles de lujo. Esta versatilidad también contribuyó a su popularidad en diversas configuraciones y mercados.
Cambios y mejoras en la Serie III (1933-1936)
La versión de la Serie III, que abarcó los años 1933 a 1936, fue una de las más importantes del Lancia Artena, pues incluyó varios cambios en el diseño y la ingeniería que lo hicieron más atractivo para los consumidores de la época. Entre los cambios más significativos se encontraba la adopción de una nueva parrilla inclinada, que no solo mejoró la estética del modelo, sino que también le otorgó una apariencia más moderna y aerodinámica en comparación con las versiones anteriores.
Además de la nueva parrilla, la Serie III incorporó una nueva carrocería, que ofrecía mayor confort y mejoras en la calidad de los materiales. Estos cambios eran una respuesta a las demandas del mercado por vehículos más estilizados y cómodos, mientras que la mejora en el rendimiento y la confiabilidad también fue clave para mantener la competitividad de Lancia frente a otros fabricantes europeos.
Especificaciones técnicas del Lancia Artena 1934-1936
El motor del Lancia Artena 1934-1936 fue un factor clave en su rendimiento. La Serie III presentó un motor de 1.9 litros V4, con una capacidad de desplazamiento de 1927 cm³. Este motor entregaba una potencia de 54 caballos de fuerza (HP) a 3600 revoluciones por minuto, lo que permitía al Artena alcanzar una velocidad máxima de 154 km/h (96 mph), una cifra notable para la época. Esta potencia era impulsada por una transmisión manual de 4 velocidades, que estaba acoplada a un embrague seco de una sola placa.
Una característica interesante del motor del Lancia Artena es que no estaba montado directamente sobre el chasis. En su lugar, el motor estaba suspendido mediante dos resortes de lámina, lo que ayudaba a reducir las vibraciones y mejoraba la experiencia de conducción. Esta innovación técnica era avanzada para su tiempo y destacaba el enfoque de Lancia hacia la comodidad y el rendimiento.
En cuanto a los frenos, tanto en la parte delantera como trasera se utilizaron tambores, lo que era estándar en los automóviles de la época. Sin embargo, la calidad de los componentes y el diseño de estos frenos garantizaban un control adecuado del vehículo, incluso a altas velocidades.
Diseño y dimensiones del Lancia Artena
El diseño del Lancia Artena 1934-1936 reflejaba la elegancia y la sofisticación típicas de los automóviles de lujo de la década de 1930. Con una longitud total de 4369 mm (172 pulgadas) y un ancho de 1679 mm (66.1 pulgadas), el Artena tenía una presencia imponente sobre la carretera. Su distancia entre ejes de 2949 mm (116.1 pulgadas) proporcionaba un equilibrio perfecto entre espacio interior y maniobrabilidad.
Aunque la altura y algunas otras medidas del vehículo no se especifican con precisión, su diseño general era una mezcla de funcionalidad y lujo, lo que lo hacía adecuado tanto para viajes largos como para uso urbano.
Consumo y eficiencia del Lancia Artena
En cuanto a la eficiencia de combustible, el Lancia Artena 1934-1936 presentaba una cifra notable de 13 litros por cada 100 kilómetros (18.1 mpg US) en condiciones combinadas, lo que para un automóvil de su tamaño y potencia era una cifra respetable. Aunque no era tan eficiente como los vehículos modernos, la economía de combustible del Artena era acorde con los estándares de la época.
Conclusión
El Lancia Artena 1934-1936 es un automóvil que representa una fase crucial en la historia de la automoción italiana. Con un diseño innovador, un motor potente y una carrocería que ofrecía múltiples opciones, el Artena se consolidó como uno de los modelos más importantes de Lancia durante la década de 1930. Su capacidad para adaptarse a diferentes necesidades, su elegancia atemporal y sus avances técnicos lo convierten en un referente en el mundo de los automóviles clásicos.
A través de la incorporación de mejoras estéticas y de rendimiento en la Serie III, el Lancia Artena logró mantenerse competitivo y atractivo para los consumidores de su tiempo, un legado que perdura hasta nuestros días en el mundo del coleccionismo de automóviles clásicos.