El término «era preislámica» o «era de la ignorancia» hace referencia al período que precede la aparición del Islam en la Península Arábiga, específicamente antes de la revelación del Corán al profeta Mahoma, en el siglo VII d.C. Este período, que abarcó varios siglos, está lleno de aspectos culturales, sociales, religiosos y políticos que influyeron en la formación de la civilización árabe y, más adelante, en la expansión del Islam.
1. Contexto histórico y geográfico
La era preislámica se desarrolló en la Península Arábiga, una región ubicada entre tres continentes: Asia, África y Europa. La geografía árabe era variada, con vastos desiertos, montañas y costas que limitaban las interacciones entre las diferentes tribus y pueblos. Esta región estaba dividida en pequeños grupos tribales que vivían en una organización social jerárquica, con una fuerte dependencia de las normas de hospitalidad, la lealtad tribal y la resolución de conflictos mediante la venganza o la negociación.
Las tribus árabes se establecían en las zonas desérticas, pero también en áreas comerciales clave, como la ciudad de La Meca. Este último lugar, aunque no era la capital del imperio, adquirió relevancia en la historia debido a su posición como centro religioso y comercial. En La Meca se encontraba la Kaaba, un santuario al que acudían peregrinos de diversas partes de la Península Arábiga, quienes rendían culto a varios dioses paganos.
2. Sociedad preislámica: estructura y costumbres
La sociedad árabe preislámica estaba profundamente basada en el tribalismo. La tribu era la unidad fundamental, y la lealtad a ella era el principio rector de la vida social. En este contexto, las diferencias entre las tribus podían generar enfrentamientos violentos, guerras y conflictos prolongados. Cada tribu tenía su propio líder, conocido como «shaykh», quien era responsable de la toma de decisiones y la defensa del grupo. El poder de este líder no era absoluto, sino que dependía de la aprobación de los miembros de la tribu y su capacidad para resolver disputas y garantizar la supervivencia.
En la época preislámica, las normas de comportamiento estaban fuertemente influenciadas por la lucha por la supervivencia en un entorno hostil. La guerra era frecuente, y el código de la venganza, conocido como «qanīya» o «siyāsa», era una práctica común para resolver disputas. Este código establecía que cualquier miembro de una tribu tenía derecho a vengar una ofensa cometida contra su grupo, lo que a menudo daba lugar a largas guerras tribales.
Por otro lado, la situación de las mujeres en la sociedad árabe preislámica era complicada y variada según la tribu. En muchas comunidades, las mujeres eran tratadas como propiedad y carecían de derechos fundamentales. Eran, en su mayoría, responsables de las tareas domésticas y de la crianza de los hijos. Sin embargo, existían diferencias entre las tribus. Algunas tribus permitían a las mujeres participar en actividades económicas, como el comercio, y podían tener cierta influencia dentro de la familia. En ciertos casos, las mujeres desempeñaban roles políticos, como lideresas o poetisas, pero eran la excepción más que la norma.
Un aspecto notable de la sociedad preislámica fue la práctica de la «enterramiento de niñas», que consistía en matar a las recién nacidas de sexo femenino debido a la creencia de que una hija era una carga. Esta práctica fue fuertemente condenada por el Islam, que promovió la dignidad y el respeto hacia las mujeres.
3. La religión en la era preislámica
En cuanto a la religión, la Península Arábiga era predominantemente politeísta. Las tribus adoraban a varios dioses y diosas, cada uno asociado con diferentes aspectos de la vida cotidiana, la naturaleza y la protección de la tribu. En La Meca, la Kaaba era el centro de culto, y se consideraba un lugar sagrado que albergaba ídolos de diferentes divinidades.
Además del politeísmo, algunas tribus seguían otras creencias, como el judaísmo y el cristianismo, aunque de manera limitada. Los judíos se asentaron en algunas partes del sur de Arabia, mientras que el cristianismo tenía presencia en el norte, especialmente en las regiones cercanas al Imperio Bizantino. Estos grupos monoteístas coexistían, aunque a menudo en tensión con las tribus politeístas.
4. La poesía: vehículo de la cultura preislámica
Una de las características más destacadas de la era preislámica fue la importancia de la poesía. Los poetas eran figuras respetadas y su trabajo tenía un gran impacto en la sociedad. La poesía no solo era una forma de entretenimiento, sino también un medio para preservar la historia, las tradiciones y las leyes de las tribus. Los poetas celebraban las hazañas de los héroes y las victorias de las tribus, pero también criticaban a aquellos que no cumplían con las normas sociales.
La poesía preislámica se caracterizaba por su estilo elevado y su uso de metáforas y figuras literarias complejas. Las «mu’allaqat», que eran un conjunto de poemas largos y famosos, se colgaban en la Kaaba y se consideraban el pináculo de la poesía árabe preislámica. Estos poemas abarcaban temas como el amor, la guerra, la lealtad tribal y la naturaleza, y reflejaban la vida y las preocupaciones de la época.
5. La llegada del Islam
La era preislámica llegó a su fin con el advenimiento del Islam, una religión monoteísta revelada al profeta Mahoma. El mensaje del Islam, centrado en la adoración de un solo Dios, Alá, contradecía las creencias politeístas dominantes en la Península Arábiga. La predicación de Mahoma, que comenzó en La Meca en el siglo VII, fue rechazada inicialmente por las élites tribales, quienes temían que el monoteísmo amenazara su poder y sus tradiciones.
A pesar de la oposición, Mahoma logró consolidar una creciente comunidad de seguidores, que finalmente unificó a las tribus árabes bajo la bandera del Islam. La expansión del Islam transformó radicalmente la Península Arábiga, y lo que comenzó como una pequeña comunidad en La Meca se convirtió en un imperio global que se expandió rápidamente por todo el Medio Oriente, África del Norte y partes de Europa.
6. Legado de la era preislámica
Aunque el Islam transformó profundamente la Península Arábiga, el legado de la era preislámica sigue siendo evidente en diversos aspectos de la cultura árabe. La poesía, por ejemplo, continuó siendo un pilar importante de la literatura árabe durante el período islámico, y muchas de las costumbres tribales, como la hospitalidad y el honor, siguieron siendo valoradas. Además, la lengua árabe, que había florecido en la época preislámica, fue preservada y difundida a través del Corán, lo que consolidó su lugar como una lengua culturalmente significativa en el mundo islámico.
El fin de la era preislámica marcó una profunda transformación en la historia de la humanidad, con el surgimiento de una nueva civilización que dejaría una huella perdurable en la historia mundial.
