La era común o era cristiana, también conocida como era gregoriana, es el sistema de numeración de años más ampliamente utilizado en el mundo, tanto en el calendario civil como en el calendario litúrgico del cristianismo. Se basa en el cálculo del tiempo a partir del año tradicionalmente considerado como el año del nacimiento de Jesucristo. Esta fecha es el punto de partida del calendario gregoriano, que se ha convertido en el calendario estándar para la mayoría de los propósitos civiles en todo el mundo.
El año del nacimiento de Jesucristo, también conocido como año cero en el sistema de calendario cristiano, es el punto de referencia desde el cual se cuentan los años en la era común. Sin embargo, hay cierta controversia y debate sobre la fecha exacta del nacimiento de Jesucristo. La fecha tradicionalmente aceptada por muchos cristianos es el año 1 a.C. o el año 1 d.C. Sin embargo, estudios históricos y análisis modernos sugieren que es probable que Jesucristo haya nacido varios años antes de lo que se pensaba originalmente.
En la era común, los años se cuentan de manera secuencial hacia adelante desde el año supuesto del nacimiento de Jesucristo. Por ejemplo, el año siguiente al año 1 a.C. se considera el año 1 d.C. y así sucesivamente. Esto significa que no hay un «año cero» en el sistema de calendario cristiano. Por lo tanto, el año inmediatamente anterior al año 1 d.C. es el año 1 a.C.
Es importante tener en cuenta que la era común es ampliamente utilizada en la mayoría de las partes del mundo, pero no es el único sistema de numeración de años. En algunas culturas y contextos religiosos, se utilizan diferentes sistemas de calendario que tienen diferentes puntos de referencia para contar los años. Sin embargo, la era común es la norma internacionalmente aceptada en la mayoría de los asuntos civiles y comerciales.
Más Informaciones
La era común, también conocida como era cristiana o era gregoriana, se estableció como el sistema estándar para numerar los años en gran parte del mundo, influenciado principalmente por la difusión del cristianismo y la adopción generalizada del calendario gregoriano. Este calendario, nombrado en honor al Papa Gregorio XIII, quien lo introdujo en 1582, sustituyó al calendario juliano que había sido utilizado en gran parte del mundo occidental desde la época de Julio César en el año 45 a.C.
El año inicial de la era común, el cual se considera convencionalmente como el año del nacimiento de Jesucristo, ha sido motivo de debate y análisis histórico. La fecha tradicionalmente aceptada para el nacimiento de Jesús es el año 1 a.C. o el año 1 d.C., aunque estudios académicos han sugerido que es probable que el nacimiento de Jesús haya ocurrido unos años antes o después de esa fecha.
La adopción del sistema de la era común fue gradual y se produjo a lo largo de varios siglos. Inicialmente, en Europa, diferentes regiones y países utilizaban sus propios sistemas de calendario, lo que generaba confusión y dificultaba la coordinación en asuntos comerciales y eclesiásticos. La introducción del calendario gregoriano buscaba corregir las discrepancias estacionales acumuladas en el calendario juliano y unificar la manera en que se medía el tiempo.
El calendario gregoriano, diseñado por el astrónomo y matemático alemán Christoph Clavius bajo la dirección del Papa Gregorio XIII, introdujo ajustes para corregir el desfase acumulado en el calendario juliano, causado por su año solar de aproximadamente 365.25 días, que era ligeramente más largo que el año solar real. Para corregir esta discrepancia, se estableció el sistema de años bisiestos, donde los años divisibles por 4 son bisiestos, excepto aquellos divisibles por 100 pero no por 400.
La adopción generalizada del calendario gregoriano se extendió a lo largo de varios siglos, y algunos países no lo implementaron hasta el siglo XX. Por ejemplo, Rusia no adoptó oficialmente el calendario gregoriano hasta la Revolución de Octubre de 1917, mientras que otros países, como Grecia y Turquía, hicieron la transición en el siglo XX.
Hoy en día, la era común es ampliamente aceptada y utilizada en la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana en todo el mundo, incluyendo asuntos civiles, comerciales y culturales. Sin embargo, es importante reconocer que existen otros sistemas de calendario en uso en diferentes culturas y contextos religiosos, cada uno con su propio punto de referencia para numerar los años.