El «Canarium luzonicum», comúnmente conocido como «Kanar», es un árbol perenne perteneciente a la familia Burseraceae. Es nativo del sudeste asiático, particularmente de Filipinas, donde es apreciado por su madera y resina, así como por sus frutos comestibles y su valor cultural.
Este árbol alcanza alturas impresionantes, generalmente entre 20 y 30 metros, con un tronco recto y un follaje denso compuesto por hojas pinnadas, de color verde oscuro y brillante. Las flores del Kanar son pequeñas y poco conspicuas, pero sus frutos, conocidos como «nuez de Manila» o «nuez Pili», son altamente apreciados tanto por su sabor como por sus propiedades nutritivas.
La nuez de Manila es una drupa o fruto con cáscara dura que contiene una semilla comestible de forma ovalada. Estas semillas son ricas en aceite y proteínas, lo que las convierte en un alimento importante en la dieta local y en un ingrediente popular en la cocina filipina. Además de su uso culinario, las semillas del Kanar también se utilizan en la fabricación de cosméticos y productos de cuidado personal debido a sus propiedades hidratantes y nutritivas para la piel y el cabello.
Sin embargo, uno de los aspectos más destacados del Kanar es su producción de resina, conocida como «almáciga». Esta resina se obtiene haciendo incisiones en el tronco del árbol, lo que provoca que la savia se endurezca en forma de lágrimas o gránulos. La almáciga es valorada por su fragancia única y sus propiedades medicinales, y se utiliza en la fabricación de barnices, perfumes, inciensos y productos farmacéuticos tradicionales.
Desde el punto de vista cultural, el Kanar también tiene una gran importancia en Filipinas, donde es considerado un árbol sagrado y símbolo de prosperidad y longevidad. Sus frutos son tradicionalmente ofrecidos como regalo durante celebraciones especiales y ceremonias religiosas, y el árbol mismo es venerado por su belleza y utilidad.
A pesar de su valor cultural y económico, el Kanar enfrenta amenazas significativas debido a la deforestación y la degradación del hábitat. La tala indiscriminada de estos árboles ha llevado a una disminución en sus poblaciones naturales, lo que pone en peligro tanto su supervivencia como la de las especies que dependen de él para su sustento. Es fundamental implementar medidas de conservación y manejo sostenible para proteger al Kanar y asegurar su preservación para las generaciones futuras.
Más Informaciones
El «Canarium luzonicum», conocido comúnmente como Kanar o Árbol del Pili, es una especie de árbol frutal nativo de las Filipinas y otras partes del sudeste asiático. Pertenece a la familia Burseraceae, que incluye otros árboles importantes como el incienso y el mirra. El Kanar es apreciado por una serie de razones, que van desde su madera y resina hasta sus frutos comestibles y su valor cultural en la región.
Una característica distintiva del Kanar es su impresionante tamaño. Puede crecer hasta alcanzar alturas entre 20 y 30 metros, con un tronco recto y una copa densa de hojas pinnadas de color verde oscuro y brillante. Esta arquitectura arbórea proporciona una sombra frondosa y un refugio para diversas formas de vida silvestre en su hábitat natural.
Los frutos del Kanar, conocidos como nueces de Manila o nueces del Pili, son una de las partes más destacadas de la planta. Estas nueces son drupas de cáscara dura que contienen una semilla comestible rica en aceite y proteínas. Son apreciadas por su sabor suave y mantecoso, y se utilizan en una variedad de platos y postres en la cocina filipina. Además de ser consumidos directamente, los frutos del Kanar se utilizan para hacer productos como pasteles, helados, dulces y licores, contribuyendo así a la economía local y a la gastronomía regional.
La resina del Kanar, conocida como almáciga, es otra parte valiosa de la planta. Se obtiene haciendo incisiones en el tronco del árbol, lo que provoca que la savia se endurezca en forma de lágrimas o gránulos. Esta resina tiene un aroma distintivo y se utiliza en la fabricación de barnices, perfumes, inciensos y productos medicinales tradicionales. Se considera que la almáciga posee propiedades curativas y se utiliza en el tratamiento de diversas dolencias, como dolores musculares, inflamaciones y afecciones respiratorias.
Desde el punto de vista cultural, el Kanar ocupa un lugar especial en la vida de las personas en Filipinas y otras partes de Asia sudoriental. Es considerado un árbol sagrado y símbolo de prosperidad y longevidad. Sus frutos son tradicionalmente ofrecidos como regalos durante celebraciones especiales y ceremonias religiosas, y el árbol mismo es venerado por su belleza y utilidad. Además, el Kanar forma parte de la rica herencia cultural y culinaria de la región, y su presencia se refleja en la literatura, el arte y las tradiciones locales.
A pesar de su importancia cultural y económica, el Kanar enfrenta una serie de amenazas, principalmente debido a la deforestación y la degradación del hábitat. La demanda creciente de madera, resina y frutos ha llevado a una disminución en las poblaciones naturales de estos árboles, lo que pone en peligro su supervivencia a largo plazo. Para abordar este desafío, es crucial implementar medidas de conservación y manejo sostenible que protejan al Kanar y su hábitat, al tiempo que se fomenta su uso responsable y se promueve su valor cultural y ambiental.