Medicina y salud

Infecciones intestinales infantiles

Las infecciones intestinales en niños: Causas y métodos de tratamiento

Las infecciones intestinales son uno de los problemas de salud más comunes en los niños, especialmente durante los primeros años de vida. Estas infecciones afectan el tracto gastrointestinal e incluyen enfermedades como la gastroenteritis, la diarrea infecciosa y las infecciones por parásitos. Aunque la mayoría de las infecciones intestinales son de corta duración y se resuelven con un tratamiento adecuado, pueden ser peligrosas si no se manejan correctamente, sobre todo en niños pequeños o en aquellos con un sistema inmunológico comprometido.

En este artículo, se explorarán las causas más comunes de las infecciones intestinales en niños, los síntomas que pueden presentar, y los métodos de tratamiento disponibles para ayudar a los padres a manejar esta situación.

Causas de las infecciones intestinales en niños

Las infecciones intestinales pueden ser causadas por diversos factores, pero las más comunes son las infecciones virales, bacterianas y parasitarias. A continuación, se detallan las causas principales:

  1. Infecciones virales
    Los virus son responsables de una gran mayoría de las infecciones intestinales en niños, especialmente en menores de 5 años. Los dos virus más comunes son:

    • Rotavirus: Es uno de los principales causantes de gastroenteritis grave en niños pequeños. El rotavirus provoca vómitos y diarrea, y aunque la mayoría de los niños se recuperan en una semana, en algunos casos puede provocar deshidratación severa.
    • Norovirus: Este virus es muy contagioso y causa síntomas similares a los del rotavirus. Se propaga rápidamente en entornos como guarderías o escuelas.

    La transmisión de estos virus ocurre generalmente a través del contacto con superficies contaminadas, agua o alimentos infectados.

  2. Infecciones bacterianas
    Las bacterias pueden infectar el tracto gastrointestinal y causar diarrea, vómitos y fiebre. Algunas de las bacterias más comunes incluyen:

    • Salmonella: Esta bacteria se encuentra comúnmente en alimentos mal cocidos, especialmente en carnes y huevos. En los niños, puede causar diarrea severa, fiebre y vómitos.
    • Escherichia coli (E. coli): Aunque la mayoría de las cepas de E. coli son inofensivas, algunas pueden producir toxinas que causan graves problemas intestinales, como el síndrome urémico hemolítico, que puede afectar los riñones.
    • Campylobacter: Esta bacteria es otra causa común de gastroenteritis bacteriana y se encuentra en alimentos crudos o mal cocidos, particularmente en aves de corral.

    Las infecciones bacterianas se transmiten principalmente por contacto con alimentos o agua contaminados, aunque también pueden propagarse por contacto directo con personas infectadas.

  3. Infecciones parasitarias
    Los parásitos intestinales, aunque menos comunes que las infecciones virales y bacterianas, también pueden causar infecciones en los niños. Los parásitos más frecuentes son:

    • Giardia lamblia: Este parásito es una de las causas más comunes de diarrea crónica en niños, especialmente en áreas con condiciones sanitarias deficientes. Puede encontrarse en agua no tratada o en alimentos contaminados.
    • Entamoeba histolytica: Responsable de la amebiasis, una infección intestinal que puede causar dolor abdominal, diarrea y fiebre. Se transmite a través del agua y los alimentos contaminados.

    La infección por parásitos es más común en áreas tropicales o en lugares donde las condiciones de higiene no son óptimas.

  4. Antibióticos y cambios en la flora intestinal
    El uso excesivo o innecesario de antibióticos también puede alterar el equilibrio de la flora intestinal de un niño, favoreciendo el crecimiento de bacterias patógenas. Esta disbiosis intestinal puede contribuir al desarrollo de infecciones.

Síntomas comunes de las infecciones intestinales en niños

Los síntomas de una infección intestinal varían según el agente causante, pero en general, los síntomas incluyen:

  • Diarrea: Es uno de los principales síntomas, que puede ser acuosa o con moco, y en algunos casos con sangre.
  • Vómitos: El vómito es frecuente, especialmente en infecciones virales como las causadas por el rotavirus.
  • Fiebre: La fiebre puede ser alta y acompañada de escalofríos, especialmente en infecciones bacterianas.
  • Dolor abdominal: Los niños pueden quejarse de dolor o cólicos en el abdomen.
  • Deshidratación: Debido a la pérdida de líquidos por diarrea y vómitos, los niños pueden volverse deshidratados, lo que es una de las complicaciones más graves. Los signos de deshidratación incluyen boca seca, ojos hundidos, letargo, orina oscura y disminución de la cantidad de orina.
  • Malestar general: Los niños pueden sentirse fatigados, débiles o irritables debido a la infección.

Diagnóstico de las infecciones intestinales

El diagnóstico de una infección intestinal generalmente se basa en los síntomas clínicos, pero en algunos casos, es necesario realizar análisis de laboratorio para determinar el agente causante. Los estudios más comunes incluyen:

  • Cultivo de heces: Permite identificar bacterias patógenas, como Salmonella o E. coli.
  • Análisis de heces para parásitos: Se utilizan para detectar parásitos intestinales como Giardia o Entamoeba histolytica.
  • Pruebas virales: Se pueden realizar pruebas para detectar la presencia de rotavirus o norovirus en las heces del niño.

Tratamiento de las infecciones intestinales en niños

El tratamiento de las infecciones intestinales depende de la causa subyacente. A continuación, se describen las opciones de tratamiento más comunes:

  1. Rehidratación
    La rehidratación es el aspecto más importante del tratamiento, ya que las infecciones intestinales, especialmente aquellas acompañadas de diarrea y vómitos, pueden llevar rápidamente a la deshidratación. Se recomienda administrar soluciones de rehidratación oral (SRO), que contienen sales y azúcares en las proporciones adecuadas para reponer los líquidos y electrolitos perdidos. En casos de deshidratación grave, puede ser necesario administrar líquidos intravenosos en un hospital.

  2. Medicamentos para la diarrea y los vómitos
    En general, los medicamentos para detener la diarrea (como loperamida) no se recomiendan en niños, ya que pueden empeorar la situación en caso de infecciones bacterianas. En cuanto a los vómitos, se pueden usar medicamentos antieméticos en algunos casos, siempre bajo supervisión médica.

  3. Antibióticos
    Los antibióticos solo se administran en infecciones bacterianas confirmadas, como Salmonella o Campylobacter. Es importante que el médico recete el antibiótico adecuado según el agente patógeno específico. El uso indiscriminado de antibióticos puede ser perjudicial y contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana.

  4. Antiparasitarios
    Si la infección es causada por parásitos, el médico prescribirá medicamentos antiparasitarios, como el metronidazol para la giardiasis. El tratamiento suele ser eficaz y puede durar entre 5 y 7 días.

  5. Prevención y cuidado en el hogar

    • Higiene: Es fundamental practicar una buena higiene para prevenir la propagación de infecciones. Esto incluye lavar las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de ir al baño.
    • Evitar alimentos contaminados: Asegurarse de que los alimentos estén bien cocidos y evitar el consumo de agua no tratada.
    • Vacunación: Existen vacunas contra algunos de los virus que causan infecciones intestinales, como el rotavirus. Consultar con el pediatra sobre la posibilidad de vacunar a los niños.

Cuándo consultar a un médico

Es importante consultar a un médico si el niño presenta cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Deshidratación severa (boca seca, ojos hundidos, letargo).
  • Fiebre alta persistente (más de 38.5°C) que no mejora con medicación.
  • Sangre en las heces o vómitos con sangre.
  • Diarrea o vómitos persistentes que duran más de 48 horas.
  • Dificultad para orinar o reducción significativa en la cantidad de orina.

Conclusión

Las infecciones intestinales son comunes en la infancia, pero si se tratan adecuadamente, la mayoría de los niños se recuperan sin complicaciones graves. La clave para un manejo exitoso es la rápida rehidratación, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado según la causa. Los padres deben estar atentos a los síntomas y buscar atención médica si el niño muestra signos de deshidratación o si los síntomas empeoran. La prevención, mediante una buena higiene y prácticas alimentarias seguras, es esencial para reducir el riesgo de estas infecciones.

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