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Hyundai Sonata 1996-1998: Evolución

Hyundai Sonata 1996-1998: Una evolución significativa para un competidor serio

La Hyundai Sonata, modelo que debutó en 1989, siempre ha sido un contendiente interesante en el competitivo mercado de sedanes medianos. Sin embargo, fue durante la tercera generación de este modelo, específicamente en su versión mejorada de 1996, cuando la marca coreana logró un paso de madurez importante, ofreciendo un vehículo más refinado y enfocado en competir directamente con gigantes como el Honda Accord y el Toyota Camry en los Estados Unidos, así como con otras opciones europeas como los sedanes de tamaño medio franceses e italianos.

El cambio de imagen y diseño que Hyundai introdujo con la actualización de 1996 fue significativo no solo en el exterior, sino también en el interior y en los aspectos técnicos del vehículo. Esta faceta renovada de la Sonata se convirtió en una propuesta más seria para aquellos compradores que buscaban una alternativa asequible pero de calidad en el segmento de los sedanes medianos, donde tradicionalmente marcas como Honda y Toyota dominaban el mercado.

Diseño exterior: un enfoque más maduro

Cuando Hyundai actualizó el Sonata en 1996, lo hizo para lograr una apariencia más refinada y menos genérica en comparación con su predecesor. En la versión anterior, la Sonata no destacaba particularmente por su diseño, ya que su imagen era bastante simple y sin demasiadas innovaciones. Sin embargo, con el restyling de 1996, Hyundai dio un paso hacia un estilo más moderno y competente, aunque aún conservando elementos conservadores.

Los cambios más notables en el diseño de la carrocería fueron visibles en la parte delantera y trasera del vehículo. Los faros, que anteriormente tenían una forma más sencilla, fueron modificados con una peculiar protuberancia interna en la parte baja para alojar los focos de las luces altas, lo que les dio un aire más distintivo. Por otro lado, la parrilla delantera, más estrecha, llevaba el logotipo cromado de la «H» de Hyundai en el centro, lo que le daba una sensación de mayor elegancia.

Pero no solo la parte delantera recibió cambios. Mientras que otros fabricantes de automóviles se enfocaron en mejorar únicamente la parte delantera o los detalles internos de sus modelos durante las actualizaciones, Hyundai decidió revisar completamente la parte trasera de la Sonata. Los faros traseros adoptaron un diseño más rectangular y fueron montados en las esquinas, de manera que no se cruzaban sobre el maletero, como en el modelo anterior. Además, el parachoques envolvente de plástico fue rediseñado, lo que proporcionaba un aspecto más moderno y menos convencional.

Interior: calidad y atención a los detalles

Si bien el exterior de la Sonata 1996 mostró una evolución significativa, el interior también fue un área de mejora importante. Hyundai buscó ofrecer una experiencia más cómoda y refinada para los ocupantes, particularmente al comparar este modelo con otros sedanes medianos de la época. Los materiales en el habitáculo fueron mejorados, con la incorporación de detalles en madera en el tablero de instrumentos, las tarjetas de las puertas, la consola central y la pila central. Este detalle elevó la percepción de calidad dentro del vehículo y marcó una clara diferencia respecto a los modelos anteriores de Hyundai, que eran más austeros en cuanto a acabados.

El diseño del panel de instrumentos se mantuvo en gran parte igual que el del modelo anterior, con una disposición clásica de esferas para el velocímetro y el tacómetro, pero la marca dedicó mayor atención a los pequeños detalles, con mejoras en los materiales de los botones, los interruptores y los acabados.

En cuanto al espacio interior, el Sonata 1996 ofreció un entorno cómodo tanto para los pasajeros delanteros como para los traseros. Aunque el espacio trasero era suficiente para albergar a tres personas de manera cómoda, el espacio en el centro del asiento trasero estaba algo limitado, lo que no era infrecuente para los sedanes de la época. En términos de seguridad, la Sonata mantenía un túnel central que cruzaba todo el vehículo, algo que era relativamente común en los vehículos con tracción delantera en esos años.

Motorización: una propuesta sólida

Una de las mejoras más significativas en la actualización del Hyundai Sonata fue la elección de los motores. El modelo 1996 marcó el adiós al motor de 1.8 litros con 98 caballos de fuerza, que era el motor base en las versiones anteriores. En su lugar, Hyundai optó por dos opciones de motorización más robustas y acordes con las demandas del mercado estadounidense y europeo.

El motor de entrada fue un 2.0 litros de cuatro cilindros en línea que entregaba 125 caballos de fuerza a 5800 revoluciones por minuto (RPM) y un torque de 180 Nm a 4000 RPM. Este motor era adecuado para el segmento de sedanes medianos, ofreciendo un rendimiento equilibrado para los conductores que buscaban eficiencia y fiabilidad en su vehículo. La velocidad máxima del Sonata 1996 con este motor era de 195 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos, lo que era una cifra competitiva para el estándar de la época.

Para aquellos compradores que buscaban más potencia, Hyundai también ofrecía una versión con motor V6 de 3.0 litros, que mejoraba aún más las capacidades de aceleración y velocidad máxima, y que estaba dirigido a quienes preferían un rendimiento más deportivo o simplemente mayor potencia en carretera.

El motor de 2.0 litros estaba asociado a una caja de cambios manual de cinco marchas, mientras que la tracción seguía siendo delantera, una configuración muy apreciada por los conductores que valoraban la estabilidad y el manejo en condiciones variadas.

Características técnicas y rendimiento

En términos de rendimiento y especificaciones técnicas, el Hyundai Sonata 1996 mostró una configuración bastante equilibrada para el segmento al que pertenecía. Con un peso en vacío de 1281 kg, el vehículo ofrecía una conducción cómoda y estable. El sistema de frenos estaba compuesto por discos ventilados en la parte delantera y tambores en la parte trasera, una combinación adecuada para las necesidades del día a día. La distancia entre ejes era de 2700 mm, lo que contribuía a una conducción más estable y un mejor manejo.

En cuanto a la eficiencia de combustible, la Sonata 1996 ofrecía un rendimiento de 12.7 litros por cada 100 km en ciudad y 9.3 litros por cada 100 km en carretera. Estos valores eran razonables para un vehículo de su tamaño y categoría, y le permitían competir eficazmente con otros modelos similares en términos de ahorro de combustible.

El espacio en el maletero era adecuado para el segmento, con un volumen de 374 litros, lo que proporcionaba suficiente capacidad para el equipaje de una familia pequeña o para viajes largos.

Conclusión

La Hyundai Sonata 1996-1998 representó un gran paso adelante para la marca coreana en términos de diseño, calidad y rendimiento. Con una actualización significativa tanto en el exterior como en el interior, la Sonata se transformó en un competidor serio en el mercado de sedanes medianos, enfrentándose directamente a marcas como Honda y Toyota. Su motor eficiente, su diseño moderno y sus mejoras en el confort y la seguridad hicieron de este modelo una opción atractiva para muchos conductores en los años 90.

Si bien no estaba exenta de críticas, especialmente en cuanto a la originalidad de su diseño exterior, la Sonata de 1996 marcó un hito importante en la historia de Hyundai, estableciendo las bases para el crecimiento y éxito de la marca en los años posteriores.

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