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Honda Prelude 1987-1992: Icono Deportivo

Honda Prelude 1987-1992: La Revolución del Coupé Japonés

El Honda Prelude de tercera generación, producido entre 1987 y 1992, marcó un hito en la historia de los coupés deportivos de Honda. Este modelo se distinguió por un diseño revolucionario que no solo llamó la atención de los fanáticos de la marca, sino también de los entusiastas de los autos deportivos en todo el mundo. Con una serie de innovaciones tecnológicas y un estilo que rápidamente se convirtió en un ícono de los años 80 y principios de los 90, el Prelude de tercera generación consolidó a Honda como un líder en la creación de autos deportivos accesibles, prácticos y emocionantes de conducir.

Diseño Exterior: Un Coupé Futurista

El diseño del Honda Prelude 1987-1992 fue una verdadera evolución respecto a sus predecesores. Aunque mantenía algunas características comunes con la segunda generación, el Prelude de tercera generación se destacó por su estilo completamente renovado. Influenciado por las tendencias futuristas de la época, este coupé japonés se inspiró en el lenguaje de diseño de otros modelos de alto rendimiento de la marca, como el Honda NSX, que se presentaría más tarde en 1990. La presencia de los faros retractables, que se abren y cierran al accionar el sistema, fue una característica novedosa que capturó la atención de los conductores y aficionados del motor. Estos faros no solo le daban un aspecto agresivo y distintivo, sino que también mejoraban la aerodinámica del vehículo.

En cuanto a su estructura, el Prelude de esta generación adoptó una silueta más estilizada, con líneas limpias y superficies más suaves en el frente. La parrilla delantera fue simplificada y la parte trasera también sufrió una transformación importante: el alerón se integró al maletero, lo que le otorgó un aspecto más elegante y aerodinámico. Honda trabajó arduamente en la reducción de la resistencia al aire, alcanzando un coeficiente de arrastre de 0.36, un logro destacable para un automóvil de producción en esa época.

Los pilares del techo fueron afinados, mejorando la visibilidad desde el interior del vehículo. Esta reducción de las dimensiones del pilar, junto con un aumento del área de vidrio en un 30%, proporcionó un campo de visión mucho más amplio para el conductor y los pasajeros. Honda también destacó que el nuevo techo era más fuerte y seguro que el de la generación anterior.

Innovaciones Tecnológicas: El Sistema de Dirección a las Cuatro Ruedas

El Honda Prelude de tercera generación fue un pionero en términos de tecnología automotriz. Una de las innovaciones más destacadas fue la introducción del sistema de dirección a las cuatro ruedas (4WS), el primero en un automóvil de producción. Este sistema permitió que las ruedas traseras del coche giraran en la misma dirección que las delanteras a bajas velocidades y en dirección opuesta a altas velocidades. Este avance mejoró significativamente la maniobrabilidad del vehículo en giros y aumentó la estabilidad a altas velocidades, permitiendo que los conductores pudieran tomar curvas con mayor confianza.

Además, el sistema 4WS proporcionaba un mayor margen de error en las maniobras, ya que el vehículo podía realizar giros más rápidos y seguros sin comprometer el control. Este tipo de tecnología, que se introdujo en un coche de producción masiva, fue una muestra del compromiso de Honda por incorporar lo último en innovación en sus vehículos, lo que estableció al Prelude como un automóvil de alto rendimiento accesible para el público en general.

Motor y Rendimiento: Potencia y Eficiencia

En términos de motorización, el Prelude de tercera generación estaba equipado con un motor de 2.0 litros de cuatro cilindros en línea, que ofrecía una potencia de 135 caballos de fuerza a 5,800 revoluciones por minuto. Esta cifra no era una de las más altas en el segmento de los coupés deportivos de la época, pero la combinación del motor con una transmisión manual de cinco marchas o automática de cuatro marchas proporcionaba una experiencia de conducción emocionante. A pesar de un aumento de peso respecto a la generación anterior, el Prelude era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en aproximadamente 9 segundos, lo que era impresionante para un automóvil de producción masiva.

La configuración de tracción delantera y la aerodinámica optimizada del vehículo le permitieron alcanzar una velocidad máxima de 186 km/h, lo que era adecuado para un coche deportivo de su clase. El motor estaba alimentado por un sistema de carburador, una característica común en los vehículos de la época, que ofrecía un equilibrio entre rendimiento y eficiencia de combustible.

En cuanto al consumo de combustible, el Prelude 1987-1992 alcanzaba un rendimiento combinado de 25.8 millas por galón (aproximadamente 9.1 L/100 km), lo que lo hacía relativamente eficiente para un coupé deportivo de su tiempo. Además, su capacidad de tanque de combustible de 60.2 litros le permitía cubrir largas distancias sin la necesidad de frecuentes paradas para repostar.

Interior: Comodidad y Diseño Funcional

El interior del Honda Prelude de tercera generación se mantuvo fiel a la tradición de la marca de ofrecer un ambiente confortable y funcional. Los asientos eran de tipo cubo, ajustables manualmente, lo que aseguraba una conducción cómoda, especialmente durante viajes largos. El diseño del tablero era sencillo pero eficaz, con medidores fáciles de leer y controles bien ubicados para el conductor. La sensación general del interior era moderna y elegante, con materiales de calidad que proporcionaban una experiencia agradable.

Una de las mejoras en esta generación fue el aumento del espacio interior, lo que permitió una mayor comodidad para los ocupantes. El maletero, por su parte, ofrecía un volumen de 379 litros, lo que proporcionaba una buena capacidad de carga para un coche de estas características, permitiendo almacenar una cantidad considerable de equipaje. Esto hacía que el Prelude fuera una opción atractiva no solo para los entusiastas de los autos deportivos, sino también para aquellos que necesitaban un automóvil práctico y versátil.

Dimensiones y Especificaciones

El Honda Prelude 1987-1992 tenía unas dimensiones bastante compactas para un coupé deportivo, lo que favorecía tanto la maniobrabilidad como la eficiencia en el consumo de combustible. Sus medidas eran las siguientes:

  • Longitud: 4,460 mm
  • Anchura: 1,699 mm
  • Altura: 1,300 mm
  • Distancia entre ejes: 2,560 mm
  • Pista delantera: 1,481 mm
  • Pista trasera: 1,471 mm
  • Despeje del suelo: 140 mm
  • Peso no cargado: 1,065 kg
  • Capacidad del maletero: 379 litros

Estas dimensiones compactas, junto con el motor eficiente y el sistema de dirección avanzada, hacían del Prelude un automóvil fácil de manejar tanto en la ciudad como en carretera, sin sacrificar el desempeño y la diversión al volante.

Conclusión: Un Coupé Deportivo que Dejó Huella

El Honda Prelude 1987-1992 sigue siendo un modelo muy apreciado por los entusiastas de los coches clásicos y los coleccionistas. Su combinación de diseño futurista, tecnología avanzada y rendimiento sólido lo convirtió en un referente en su categoría. La incorporación de innovaciones como el sistema de dirección a las cuatro ruedas y su bajo coeficiente de arrastre lo hicieron destacar entre otros competidores de la época. A pesar de la competencia feroz en el mercado de los coupés deportivos, el Prelude logró mantener su popularidad gracias a su enfoque equilibrado entre deportividad, comodidad y accesibilidad.

Con su estilo único, tecnología avanzada y el rendimiento de un verdadero deportivo japonés, el Honda Prelude de tercera generación sigue siendo un automóvil que es recordado con cariño por aquellos que tuvieron la oportunidad de conducirlo.

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