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Honda Civic 1987-1991: Innovación Compacta

Honda Civic Sedan 1987-1991: Un referente en el segmento compacto

La cuarta generación del Honda Civic, que se produjo entre 1987 y 1991, marcó un hito en la historia de los vehículos compactos. Honda, siempre innovadora y atenta a las necesidades de sus clientes, decidió dar un paso adelante en la evolución de su modelo, ofreciendo tecnologías y características que, hasta ese momento, eran exclusivas de segmentos superiores. A través de este modelo, la marca japonesa conquistó el corazón de miles de conductores y demostró que un coche compacto no tenía por qué ser sinónimo de falta de comodidad o tecnología avanzada. Este artículo profundiza en las características y el impacto que tuvo el Honda Civic Sedan de esos años en la industria automotriz.

Un diseño que no pasó desapercibido

A simple vista, el Honda Civic Sedan de 1987-1991 parecía un modelo continuista, muy similar a su predecesor en términos de diseño exterior. Sus líneas rectas, los faros horizontales estrechos y la parrilla ubicada en la parte inferior del parachoques mantenían la esencia del Civic de la tercera generación. Sin embargo, a pesar de su apariencia familiar, el vehículo estaba cargado de novedades tecnológicas y mecánicas que lo diferenciaban completamente.

El diseño exterior era sencillo pero efectivo. Dependiendo del nivel de acabado, el Civic Sedan incluía detalles como una moldura roja que cubría la zona entre las luces traseras, un toque distintivo que aportaba una apariencia más moderna y sofisticada. Aunque se trataba de un vehículo compacto, el diseño de la carrocería con cuatro puertas ofrecía una gran practicidad y aprovechamiento del espacio interior.

Un interior funcional pero peculiar

El interior del Honda Civic Sedan, aunque más simple en comparación con otros modelos de la época, reflejaba la filosofía de Honda de optimizar el espacio sin comprometer la comodidad. El salpicadero, por ejemplo, era más funcional que estéticamente atractivo. Su diseño consistía en una serie de piezas que se ensamblaban entre sí, dando la impresión de un puzzle bien encajado. Aunque algunos podían considerarlo rudimentario, esta estructura ofrecía una gran robustez y durabilidad.

En cuanto a la distribución, una de las características más llamativas era la ubicación de la radio. A diferencia de otros vehículos de la época que colocaban el radio por encima del sistema de ventilación, el Civic optó por ponerlo debajo, lo que, aunque extraño para muchos, ofrecía una mejor accesibilidad y ergonomía.

El habitáculo era lo suficientemente espacioso para cinco adultos en viajes cortos, gracias a que la distancia entre ejes del modelo era más larga que la de su predecesor. Si bien el Civic no destacaba por su altura, su diseño de líneas rectas y su baja silueta contribuían a darle una sensación de estrechez. Sin embargo, este diseño ayudaba a ofrecer una buena aerodinámica, lo que se traducía en una mejor eficiencia de combustible. Además, la capacidad del maletero de 13.5 pies cúbicos (382 litros) era más que adecuada para una familia pequeña.

Un rendimiento a la altura de las expectativas

Honda introdujo en el Civic Sedan de la cuarta generación una gama de motores de inyección electrónica, un detalle que marcaba la diferencia en un mercado donde muchos vehículos aún usaban carburadores. El modelo más popular fue el de 1.4 litros con 90 caballos de fuerza a 6,300 revoluciones por minuto. Esta configuración permitía al Civic alcanzar una velocidad máxima de 172 km/h (106.9 mph), lo cual no era una cifra sobresaliente para su segmento, pero suficiente para garantizar un rendimiento ágil y fiable en la ciudad y en carretera.

Además, el Civic de 1987-1991 ofrecía una excelente relación entre potencia y consumo, con una media de 32.7 millas por galón (7.2 L/100km) en condiciones combinadas. Su aceleración de 0 a 100 km/h en 9.8 segundos, aunque no espectacular, era adecuada para un coche compacto destinado a un público que valoraba más la eficiencia y la fiabilidad que la velocidad pura.

Tecnología avanzada para su época

Una de las características que diferenciaba al Honda Civic Sedan de la competencia era su sistema de suspensión independiente a las cuatro ruedas. En una época en que muchos coches compactos seguían utilizando sistemas de suspensión más convencionales, el Civic destacó por ofrecer una conducción más cómoda y suave. Este sistema de suspensión no solo mejoraba el confort en carretera, sino que también contribuía a una mayor estabilidad y maniobrabilidad, lo que resultaba en una experiencia de conducción superior.

Este avance técnico, combinado con su bajo peso (883 kg), proporcionaba una conducción ágil, ideal tanto para la ciudad como para los viajes largos. Además, el Civic incluía frenos de disco ventilados en la parte delantera y tambores en la parte trasera, un sistema que garantizaba una buena capacidad de frenado en condiciones normales de conducción.

Seguridad y fiabilidad al primer plano

Aunque los estándares de seguridad de la época no eran tan estrictos como los actuales, Honda se preocupó por ofrecer un vehículo que no solo fuera eficiente y cómodo, sino también seguro. El Civic Sedan incluía características como cinturones de seguridad en todas las plazas y una estructura de carrocería diseñada para absorber impactos y proteger a los ocupantes en caso de accidente.

La fiabilidad siempre ha sido un sello distintivo de Honda, y el Civic de estos años no fue la excepción. Con motores sencillos pero duraderos, un diseño que favorecía el mantenimiento y una excelente relación calidad-precio, el Civic de 1987-1991 consolidó su reputación como uno de los coches más confiables del mercado.

Honda Civic 1987-1991: Un éxito comercial

El Honda Civic Sedan de cuarta generación no solo representó una evolución del modelo, sino que también se convirtió en uno de los coches más vendidos en su segmento. Su combinación de tecnología avanzada, eficiencia de combustible, comodidad y fiabilidad lo hizo popular entre los conductores que buscaban un coche compacto sin comprometer el confort. La adición de características que anteriormente solo se encontraban en vehículos de mayor gama fue clave para que el Civic ganara terreno frente a sus competidores directos, como el Toyota Corolla y el Nissan Sentra.

Los compradores comenzaron a repensar sus presupuestos, dado que el Civic ofrecía una calidad de conducción y un nivel de confort que no se esperaba en un coche compacto de su precio. Esto permitió a Honda ganar un número considerable de nuevos clientes, que valoraban especialmente la calidad y el diseño del vehículo.

Conclusión: Un coche que dejó huella

El Honda Civic Sedan 1987-1991 es un claro ejemplo de cómo la innovación, la fiabilidad y la atención al detalle pueden transformar un modelo aparentemente sencillo en un éxito comercial. A lo largo de los años, este modelo se ha convertido en un referente dentro del segmento de los coches compactos y sigue siendo recordado por su calidad de construcción, su confort de marcha y su eficiencia en el consumo de combustible. La cuarta generación del Civic no solo mantuvo a Honda en la vanguardia de la automoción, sino que también dejó una marca indeleble en los corazones de los conductores de todo el mundo.

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