HOLDEN Drover 1985-1987: Un SUV pequeño con historia internacional
El Holden Drover, producido entre 1985 y 1987, es un ejemplo de colaboración internacional en la industria automotriz, un vehículo cuya historia está estrechamente vinculada a las estrategias comerciales de Suzuki y la necesidad de sortear impuestos altos sobre las importaciones de vehículos en países como Australia y Estados Unidos. Este pequeño SUV, que podría pasar desapercibido para algunos, tiene una historia interesante, marcada por su origen en Japón, su ensamblaje en Australia y su comercialización bajo una marca completamente diferente.
El contexto de la colaboración: una respuesta a los altos aranceles de importación
En las décadas de los 80, los vehículos importados en países como Estados Unidos o Australia enfrentaban aranceles elevados debido a las políticas comerciales proteccionistas. Para poder competir en estos mercados sin verse abrumada por las tarifas de importación, Suzuki ideó una estrategia que implicaba la fabricación local de sus vehículos. En lugar de fabricar los autos en Japón y exportarlos, lo que resultaba en altos costos adicionales, la marca decidió asociarse con la filial australiana de General Motors, Holden, para ensamblar los vehículos en Australia utilizando kits de desarme completos (CKD, por sus siglas en inglés).
Este movimiento permitió a Suzuki evitar los impuestos sobre importaciones, y el Holden Drover fue uno de los modelos que surgió de esta alianza. A pesar de ser vendido bajo la marca Holden en Australia, el Drover no era más que una versión rebajada del Suzuki SJ51, un modelo conocido por su robustez y capacidad fuera de carretera.
Diseño y características del Holden Drover
El Holden Drover mantuvo gran parte de la esencia del Suzuki SJ51, pero con algunas modificaciones en el diseño y los detalles. Una de las diferencias más notables fue el frente del vehículo. Mientras que el Suzuki SJ51 presentaba faros redondos, el Drover optó por una parrilla delantera con faros rectangulares, lo que le otorgaba una apariencia más angular y distintiva, sin perder su carácter de SUV robusto.
En cuanto a la construcción, el Holden Drover seguía el esquema tradicional de los vehículos 4×4 de la época, con una estructura de chasis de largueros y travesaños, lo que le confería una gran durabilidad y capacidad para enfrentarse a terrenos difíciles. El vehículo estaba disponible tanto en versión de techo duro de dos puertas como en versión descapotable, lo que ofrecía una variedad de opciones para los conductores interesados en el off-road y la aventura.
El interior del Drover también fue bastante sencillo. En su mayoría, compartía componentes con el Suzuki Samurai, especialmente el salpicadero, que era prácticamente el mismo que el de los modelos vendidos en Japón. A pesar de la reconfiguración exterior para adaptarse a la estética australiana, el Holden Drover conservaba muchos de los elementos prácticos del modelo original, como su dirección a la derecha, lo cual lo hacía ideal para el mercado australiano, donde esta es la norma.
Motorización y rendimiento
En cuanto al motor, el Holden Drover fue ofrecido con dos opciones principales: un motor de 1.3 litros y uno de 1.5 litros. Ambas versiones estaban emparejadas con una caja de cambios manual de 5 marchas, que proporcionaba una conducción más controlada, especialmente en terrenos complicados. El motor de 1.3 litros ofrecía una potencia de 64 caballos de fuerza (HP) a 6000 rpm, mientras que el torque alcanzaba los 74 lb-ft (100 Nm) a 3500 rpm, lo que le otorgaba suficiente empuje para aventuras off-road. La relación de cambio y el sistema de tracción integral «4×4 a demanda», accionado mediante una palanca cerca de la palanca de cambios, permitían al vehículo adaptarse a condiciones de terreno difíciles.
Si bien no se dispone de datos exactos sobre su velocidad máxima, su diseño de tracción total y su motor de baja cilindrada lo hacían más adecuado para el uso fuera de carretera que para el rendimiento en carreteras de alta velocidad. La motorización más pequeña, junto con el sistema 4×4, permitía al Holden Drover atravesar caminos difíciles y acceder a terrenos de difícil acceso, lo que lo convertía en un excelente vehículo de aventura y trabajo en zonas rurales o menos desarrolladas.
La influencia del Suzuki SJ51
Aunque el Holden Drover fue un modelo distintivo por su marca y sus pequeños cambios estéticos, no se puede negar que era esencialmente un Suzuki SJ51 con un par de modificaciones para adecuarlo a las normativas y los gustos del mercado australiano. El SJ51 de Suzuki, conocido por su robustez y fiabilidad, fue un vehículo muy popular en todo el mundo, especialmente en regiones donde se necesitaban vehículos capaces de enfrentarse a terrenos difíciles. El Drover, al igual que el Samurai japonés, se ganó una buena reputación como un vehículo resistente y fiable, ideal para quienes necesitaban un transporte todo terreno.
La colaboración con General Motors permitió a Suzuki aprovechar las capacidades de producción de Holden, una de las marcas más importantes de Australia en ese entonces. La producción local no solo les permitió reducir los costos, sino también asegurar que el vehículo fuera diseñado y fabricado para cumplir con las expectativas y necesidades del mercado local.
Conclusión
El Holden Drover 1985-1987 representa una interesante estrategia comercial en la industria automotriz de los años 80. En lugar de simplemente importar vehículos desde Japón, Suzuki y Holden optaron por una solución que implicaba la fabricación local en Australia, evitando así los altos impuestos de importación y ofreciendo a los consumidores australianos un SUV compacto y accesible. Aunque el Drover fue un producto de badge-engineering, con pocas diferencias con el Suzuki SJ51, su robustez y versatilidad lo convirtieron en un modelo apreciado por aquellos que buscaban un vehículo todo terreno sin las complicaciones de los modelos más grandes y costosos.
Hoy en día, el Holden Drover es un modelo que representa una época de colaboración internacional y una adaptación a los cambios en la economía global. Aunque no alcanzó la popularidad masiva de otros modelos de la época, sigue siendo un ejemplo interesante de cómo los fabricantes pueden adaptarse a las condiciones comerciales de un mercado y aprovechar alianzas estratégicas para ofrecer productos competitivos.