Presión arterial

Hipotensión Diastólica: Causas y Tratamiento

El presión arterial baja diastólica o hipotensión diastólica se refiere a un fenómeno donde la presión arterial durante la fase de relajación del corazón (la diástole) cae por debajo de los niveles considerados normales. La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias mientras el corazón bombea sangre al resto del cuerpo. Esta presión se mide en dos momentos: el valor sistólico, que es el momento en que el corazón se contrae y empuja la sangre hacia las arterias, y el valor diastólico, que refleja la presión cuando el corazón está en reposo entre latidos.

Definición de Hipotensión Diastólica

La presión arterial se expresa comúnmente como dos números, por ejemplo, 120/80 mmHg, donde:

  • 120 es la presión sistólica.
  • 80 es la presión diastólica.

La hipotensión diastólica ocurre cuando el valor diastólico se encuentra por debajo de 60 mmHg. Esto significa que durante la fase de relajación del corazón, la presión sanguínea no es suficiente para garantizar una circulación sanguínea adecuada a los órganos y tejidos.

Causas de la Hipotensión Diastólica

Existen varias causas que pueden contribuir a la disminución de la presión diastólica. Algunas son fisiológicas, mientras que otras están relacionadas con enfermedades o condiciones subyacentes. A continuación, se detallan las principales causas de la hipotensión diastólica:

1. Deshidratación

Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, puede sufrir una disminución del volumen sanguíneo. Esto, a su vez, reduce la presión sanguínea. La deshidratación puede ser causada por diversos factores como una ingesta inadecuada de líquidos, diarrea, vómitos, o el consumo excesivo de alcohol.

2. Problemas cardíacos

Diversas afecciones cardíacas pueden influir en la presión diastólica, entre ellas:

  • Insuficiencia cardíaca: El corazón no es capaz de bombear suficiente sangre, lo que puede provocar una caída de la presión sanguínea.
  • Enfermedades de las válvulas cardíacas: Problemas con las válvulas que regulan el flujo de sangre pueden alterar la dinámica de la presión arterial.
  • Bradicardia: Un ritmo cardíaco anormalmente lento puede reducir la presión arterial diastólica.

3. Problemas hormonales

Trastornos hormonales como el hipotiroidismo (cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas) o la insuficiencia suprarrenal (donde las glándulas suprarrenales no producen suficiente cortisol) pueden interferir con el sistema cardiovascular, provocando una disminución en la presión diastólica.

4. Medicamentos

Ciertos fármacos, como los diuréticos, los betabloqueantes o los medicamentos para tratar la hipertensión, pueden causar hipotensión diastólica como efecto secundario al disminuir la resistencia de los vasos sanguíneos o reducir el volumen de sangre.

5. Shock séptico o septicemia

En situaciones extremas como el shock séptico, que es causado por una infección grave, la presión arterial puede caer a niveles peligrosos debido a la respuesta inflamatoria que dilata los vasos sanguíneos y reduce el volumen sanguíneo efectivo.

6. Problemas vasculares

El estrechamiento o endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) puede dificultar el flujo sanguíneo adecuado y generar un descenso en la presión diastólica.

Síntomas de la Hipotensión Diastólica

La hipotensión diastólica suele ser más insidiosa que la hipertensión, ya que no siempre presenta síntomas evidentes. Sin embargo, cuando la presión diastólica es extremadamente baja, las personas pueden experimentar los siguientes síntomas:

  • Mareos o aturdimiento: Principalmente cuando se pasa de una posición sentada o acostada a una posición de pie.
  • Desmayos o síncope: Si la presión diastólica cae bruscamente, puede ocurrir un desmayo debido a la falta de suministro adecuado de sangre al cerebro.
  • Fatiga extrema: La falta de circulación adecuada puede hacer que la persona se sienta constantemente cansada o débil.
  • Visión borrosa: La falta de flujo sanguíneo adecuado también puede afectar los ojos, lo que puede provocar visión borrosa.
  • Dificultad para respirar: En algunos casos, la insuficiencia circulatoria puede generar dificultades para respirar, especialmente durante el ejercicio.

Diagnóstico de la Hipotensión Diastólica

El diagnóstico de la hipotensión diastólica generalmente comienza con una medición de la presión arterial. En un entorno clínico, la presión se mide utilizando un esfigmomanómetro, un dispositivo que consta de un manguito inflable y un manómetro para leer los valores de presión sistólica y diastólica.

Si la presión diastólica se encuentra por debajo de 60 mmHg, el médico evaluará otros factores para determinar la causa subyacente. En muchos casos, el diagnóstico incluirá una historia clínica completa, análisis de sangre, electrocardiograma (ECG), ecocardiograma y pruebas de función tiroidea. El médico también puede realizar estudios de imágenes para verificar posibles problemas estructurales en el corazón o los vasos sanguíneos.

Tratamiento y Manejo de la Hipotensión Diastólica

El tratamiento de la hipotensión diastólica depende de su causa subyacente. Si la condición es leve y no causa síntomas graves, el tratamiento puede centrarse en el manejo de los factores que la provocan, como la hidratación adecuada y la modificación de la medicación.

1. Ajustes en el estilo de vida

  • Aumento de la ingesta de líquidos: Es importante mantenerse bien hidratado, especialmente si se padece de deshidratación.
  • Consumo de sal con moderación: A veces, se recomienda aumentar la ingesta de sal, siempre bajo supervisión médica, para aumentar el volumen sanguíneo.
  • Uso de medias de compresión: Estas medias ayudan a mejorar la circulación sanguínea y prevenir la caída de la presión arterial.

2. Medicamentos

En casos donde la hipotensión diastólica es grave o persistente, el médico puede recomendar fármacos que ayuden a elevar la presión arterial, como:

  • Fludrocortisona: Un medicamento que aumenta el volumen de sangre.
  • Midodrina: Un vasoconstrictor que ayuda a elevar la presión arterial al estrechar los vasos sanguíneos.

3. Tratamiento de enfermedades subyacentes

Si la hipotensión diastólica es causada por una afección subyacente, como una enfermedad cardíaca o endocrina, el tratamiento de esta afección será crucial. Esto podría incluir el uso de medicamentos específicos para la afección, como los medicamentos para el hipotiroidismo o el manejo de la insuficiencia cardíaca.

Prevención de la Hipotensión Diastólica

Si bien no siempre es posible prevenir la hipotensión diastólica, especialmente cuando está relacionada con enfermedades graves, existen ciertas prácticas que pueden reducir el riesgo:

  • Mantener una dieta equilibrada: Una dieta rica en nutrientes esenciales, como vitaminas y minerales, puede apoyar la salud cardiovascular y ayudar a mantener la presión arterial dentro de un rango saludable.
  • Ejercicio regular: La actividad física moderada puede mejorar la circulación y la función cardíaca.
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol: El alcohol puede dilatar los vasos sanguíneos y contribuir a la caída de la presión arterial.

Conclusión

La hipotensión diastólica es una condición que, aunque a menudo es menos reconocida que la hipertensión, puede tener implicaciones importantes para la salud si no se maneja adecuadamente. Las personas que experimentan síntomas como mareos, desmayos o fatiga extrema deben buscar atención médica para evaluar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado. El manejo oportuno y un enfoque integral pueden prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta condición.

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