La hipermetropía (hiperopía): Causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento
La hipermetropía, también conocida como hiperopía o farsightedness en inglés, es un defecto refractivo del ojo que afecta la capacidad para ver de cerca con claridad, mientras que la visión a distancia puede ser relativamente más nítida. Este trastorno visual, que suele aparecer desde la infancia o en la juventud, puede ir acompañado de otros problemas oculares como la fatiga ocular, dolores de cabeza o visión borrosa al leer o realizar trabajos de cerca. A pesar de ser común, muchas personas no saben qué lo causa, cómo se diagnostica y cuáles son las opciones de tratamiento disponibles.

En este artículo, exploraremos de manera profunda la hipermetropía, sus síntomas, las causas subyacentes, cómo se diagnostica y cuáles son las opciones de tratamiento más eficaces. Además, proporcionaremos información sobre las perspectivas a largo plazo y la importancia de mantener una buena salud ocular.
¿Qué es la hipermetropía?
La hipermetropía es un trastorno visual refractivo en el cual la luz que entra en el ojo no se enfoca directamente sobre la retina, sino por detrás de ella. Esto ocurre generalmente debido a que el globo ocular es más corto de lo normal, o la curvatura de la córnea es más plana, lo que impide que los rayos de luz se enfoquen adecuadamente.
Como resultado, las personas con hipermetropía experimentan dificultades para ver objetos cercanos con claridad, pero pueden ver objetos a larga distancia sin demasiados problemas. Sin embargo, en casos más graves de hipermetropía, incluso la visión a distancia puede volverse borrosa, aunque este es un caso menos común.
Causas de la hipermetropía
Existen varias causas para la aparición de la hipermetropía, algunas de las cuales están relacionadas con la anatomía ocular, mientras que otras pueden tener una base genética o estar asociadas con cambios en la forma del ojo debido al envejecimiento.
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Anatomía del ojo: En un ojo normal, la luz entra a través de la córnea, pasa por el cristalino y se enfoca directamente en la retina. Sin embargo, en un ojo hipermétrope, la luz se enfoca detrás de la retina, lo que genera visión borrosa de cerca. Esta discrepancia suele ser el resultado de un ojo más corto de lo normal o una córnea con una curvatura menos pronunciada.
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Genética: La hipermetropía puede ser hereditaria. Si uno o ambos padres padecen esta condición, es más probable que los hijos también la desarrollen.
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Envejecimiento: A medida que las personas envejecen, el cristalino del ojo pierde flexibilidad y capacidad de acomodación. Este proceso, conocido como presbicia, puede producir síntomas de hipermetropía en personas mayores, incluso si no tenían esta condición durante su juventud.
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Factores ambientales: Aunque la hipermetropía es principalmente un defecto estructural del ojo, ciertos factores ambientales, como el uso excesivo de dispositivos electrónicos o la lectura en condiciones de poca luz, pueden agravar los síntomas, especialmente en personas con una predisposición genética a la condición.
Síntomas de la hipermetropía
Los síntomas de la hipermetropía varían dependiendo de la gravedad de la condición y de la edad de la persona. Los signos más comunes incluyen:
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Dificultad para ver de cerca: Las personas con hipermetropía suelen tener problemas para leer, escribir o realizar actividades que requieran una visión cercana, como coser o trabajar en la computadora. Esto puede ir acompañado de fatiga ocular y dolor en los ojos tras realizar estas tareas durante un largo período.
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Visión borrosa: Si bien las personas hipermétropes generalmente ven bien a larga distancia, en casos más severos, incluso la visión lejana puede volverse borrosa. Esto ocurre cuando la hipermetropía es alta o cuando el ojo experimenta otros problemas refractivos.
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Dolores de cabeza: La fatiga ocular que resulta de la dificultad para ver de cerca a menudo provoca dolores de cabeza, especialmente en la zona frontal de la cabeza o alrededor de los ojos.
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Estrabismo: En algunos casos, la hipermetropía puede provocar un desalineamiento de los ojos, conocido como estrabismo, que puede ser evidente cuando el niño o adulto intenta concentrarse en objetos cercanos.
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Ojos rojos o irritados: La tensión ocular puede provocar incomodidad y enrojecimiento de los ojos, ya que la persona hace esfuerzos para enfocar los objetos cercanos.
Diagnóstico de la hipermetropía
El diagnóstico de la hipermetropía se realiza generalmente durante un examen ocular completo realizado por un oftalmólogo o un optometrista. En este examen, el profesional de la salud realizará una serie de pruebas para evaluar la refracción del ojo y determinar cómo se está enfocando la luz en la retina. Entre las pruebas más comunes se incluyen:
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Prueba de agudeza visual: El paciente lee una tabla de letras o números desde una distancia determinada para determinar qué tan bien ve a diferentes distancias.
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Refracción: Mediante el uso de un aparato llamado foróptero, el profesional de la salud coloca diferentes lentes frente al ojo del paciente para determinar qué lente produce una visión más clara y precisa.
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Topografía corneal: Esta prueba puede realizarse en casos más complejos o cuando hay sospecha de otras afecciones oculares. La topografía mide la curvatura de la córnea para evaluar si su forma es la adecuada para el enfoque correcto de la luz.
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Prueba de retinoscopía: Esta técnica permite al oftalmólogo observar cómo se refleja la luz en la retina, lo que ayuda a determinar la refracción y el tipo de defecto visual que pueda haber.
Tratamientos para la hipermetropía
Existen diversas opciones para corregir la hipermetropía, y la elección de un tratamiento dependerá de la gravedad de la condición, la edad del paciente y sus preferencias personales. Las opciones más comunes incluyen:
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Gafas o lentes de contacto: La corrección más frecuente para la hipermetropía es el uso de gafas o lentes de contacto. Estos dispositivos corrigen la dirección de la luz que entra en el ojo, permitiendo que los rayos se enfoquen correctamente sobre la retina. Las gafas para la hipermetropía generalmente tienen lentes convexos (más gruesos en el centro) que ayudan a refractar la luz hacia el punto adecuado.
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Cirugía refractiva: Para personas con hipermetropía moderada a alta, la cirugía refractiva, como la cirugía LASIK o PRK, puede ser una opción eficaz. Estos procedimientos modifican la forma de la córnea para permitir que la luz se enfoque correctamente en la retina. Si bien estas cirugías son generalmente seguras y efectivas, no todos los pacientes son candidatos para estos tratamientos, y siempre debe ser un oftalmólogo quien determine la viabilidad de la intervención.
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Lentes intraoculares (LIO): En algunos casos, especialmente en pacientes mayores o aquellos con presbicia asociada, los lentes intraoculares pueden ser una opción. Estos lentes se implantan quirúrgicamente dentro del ojo y actúan como una corrección permanente para la visión a corta y larga distancia.
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Tratamientos ortopédicos: En los casos de hipermetropía en niños, a veces se recetan parches o ejercicios oculares para ayudar a corregir el alineamiento de los ojos y prevenir complicaciones como el estrabismo o la ambliopía (ojo vago).
Prevención y cuidado de la hipermetropía
Aunque no se puede prevenir completamente la hipermetropía, existen algunas medidas que pueden ayudar a gestionar y reducir el impacto de la condición. Estas incluyen:
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Exámenes oculares regulares: Es fundamental realizar exámenes de la vista de forma periódica, especialmente en niños, para detectar cualquier problema visual en sus etapas iniciales. Un diagnóstico temprano permite una corrección más eficaz y previene problemas a largo plazo.
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Descanso ocular: Cuando se realizan actividades que requieren concentración visual cercana, como leer o trabajar frente a una pantalla, es importante tomar descansos regulares para reducir la fatiga ocular. La regla del 20-20-20 recomienda descansar cada 20 minutos mirando algo a 20 pies de distancia durante 20 segundos.
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Higiene postural: Mantener una buena postura al leer o usar dispositivos electrónicos también es importante para evitar el esfuerzo ocular excesivo. Colocar los objetos a la distancia adecuada y evitar la lectura en lugares con poca luz son prácticas que pueden aliviar la carga sobre los ojos.
Conclusión
La hipermetropía es una condición refractiva común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Si bien puede ser molesta, especialmente al realizar tareas cercanas, con la corrección adecuada, la mayoría de las personas pueden llevar una vida plena y sin limitaciones visuales importantes. Los exámenes oculares regulares y el tratamiento adecuado, ya sea con gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva, son esenciales para garantizar una visión clara y saludable a lo largo del tiempo.