Para muchos, la mesa es mucho más que un lugar para comer; es el centro de encuentros sociales, un espacio donde se comparten momentos, conversaciones y sabores. El arte de preparar y organizar una mesa no solo implica colocar platos y cubiertos, sino también crear una atmósfera que invite a disfrutar de la comida y la compañía de manera elegante y confortable.
Elección del Mantel y Servilletas
El primer paso para preparar una mesa elegante es seleccionar el mantel adecuado. Este elemento establece el tono y define el estilo del evento. Los manteles de lino son una opción clásica que aporta sofisticación, mientras que los de algodón son más informales y versátiles. Es importante que el mantel sea lo suficientemente grande para cubrir la mesa con una caída de unos 20 a 30 centímetros por cada lado.
Las servilletas deben combinar con el mantel y pueden ir dobladas a la izquierda del plato o en el centro del mismo, según la preferencia y el estilo que se desee lograr. Pueden ser de tela para ocasiones más formales o de papel decorativas para eventos más informales.
Colocación de los Platos y Cubiertos
Una vez que el mantel está colocado, se procede a distribuir los platos y cubiertos. La regla básica es empezar desde afuera y avanzar hacia adentro según avanza la comida. Por ejemplo, el plato principal se coloca en el centro, con el plato de ensalada o sopa sobre él si se sirve primero. Los platos de pan deben colocarse arriba y a la izquierda de los otros platos.
Los cubiertos se distribuyen de manera similar. Los tenedores se colocan a la izquierda del plato, mientras que los cuchillos y cucharas van a la derecha. Los cubiertos que se utilizarán primero se sitúan más lejos del plato y se avanza hacia los que se usarán más tarde durante la comida. Los mangos de los cubiertos deben alinearse con el borde inferior del plato para una presentación ordenada.
Cristalería y Vajilla
La cristalería se coloca arriba del plato y a la derecha. Tradicionalmente, se coloca un vaso de agua y otro para el vino, si se va a servir. Si se sirven diferentes tipos de vino, se pueden colocar varios vasos en una línea diagonal desde el plato hacia la derecha.
La vajilla, como los platos de servicio y los tazones, se sitúa detrás de los platos principales. Si se utilizan platos de pan adicionales o platos para aperitivos, se pueden colocar junto con la cristalería.
Centro de Mesa y Decoración
El centro de mesa es el punto focal que añade estilo y personalidad a la mesa. Puede consistir en un arreglo floral, velas, frutas u otros elementos decorativos que complementen el tema y la ocasión. Es importante que el centro de mesa no sea tan alto como para obstruir la visión entre los comensales.
Además del centro de mesa, se pueden añadir pequeños detalles decorativos como velas individuales, tarjetas de lugar o elementos temáticos que reflejen la ocasión especial.
Etiqueta y Protocolo
La etiqueta en la mesa juega un papel fundamental en la experiencia gastronómica. Algunos puntos clave incluyen:
- Postura: Sentarse erguido con los codos fuera de la mesa mientras se espera que todos estén servidos.
- Uso de Cubiertos: Empezar a utilizar los cubiertos desde afuera y avanzar hacia el plato principal.
- Comportamiento: Evitar hablar con la boca llena, mantener conversaciones agradables y respetuosas, y no usar el móvil durante la comida.
Consideraciones Finales
Preparar una mesa de manera adecuada no solo se trata de seguir reglas estrictas, sino de crear un ambiente acogedor y elegante donde los invitados se sientan bienvenidos y cómodos. Adaptar la configuración según la ocasión y el tipo de comida asegura una experiencia completa que va más allá del simple acto de comer, convirtiéndolo en un momento memorable para todos los presentes.
La mesa bien puesta es un arte que combina estética y funcionalidad, añadiendo un toque de refinamiento a cualquier encuentro social o celebración familiar. Dominar este arte es una habilidad que mejora con la práctica y la atención al detalle, asegurando que cada comida sea una ocasión especial digna de recordar.