FORD Zodiac 1962-1966: Un Clásico de la Automoción Europea
La década de 1960 fue una época de cambios significativos para la industria automotriz, y el Ford Zodiac 1962-1966 es un excelente ejemplo de cómo los fabricantes de automóviles se adaptaban a las nuevas demandas del mercado. Este modelo representó un giro en la estrategia de Ford Europa, al ofrecer un aumento de tamaño respecto a sus predecesores y posicionándose como un automóvil de gama media-alta que apelaba a los conductores que buscaban lujo y comodidad.
Ford, que ya era una marca consolidada en Europa, vio el potencial de aumentar el tamaño del Zodiac mientras mantenía al Ford Consul como una opción para el segmento medio. Esta decisión de diversificación fue clave para Ford UK, que en ese entonces experimentaba un buen momento en cuanto a ventas. El Zodiac MK3 se diseñó bajo la dirección de Roy Brown, un diseñador que había tenido una experiencia controversial en los EE. UU. con el fallido modelo Edsel. A pesar del fracaso de este último, Brown se encargó de diseñar algunos de los vehículos más emblemáticos de Ford, como el Cortina, y posteriormente el Zodiac.
Un diseño inspirado y funcional
El diseño del Ford Zodiac de 1962 a 1966 fue una fusión de elegancia y funcionalidad. Roy Brown, después de su exilio forzoso desde los Estados Unidos, adoptó una filosofía de diseño más convencional que tuvo gran éxito en Europa. La carrocería del Zodiac se caracterizó por líneas limpias y un estilo robusto, que reflejaba la era de los autos de lujo accesibles. Este modelo incorporó una parrilla cromada de gran tamaño con lamas verticales para los modelos de cuatro cilindros, mientras que las versiones de seis cilindros presentaban un diseño dividido en dos secciones, añadiendo un toque de sofisticación adicional. La parrilla se convirtió en uno de los rasgos más distintivos del vehículo, dejando claro el enfoque de Ford en crear un automóvil que no solo fuera funcional, sino también atractivo.
El interior del Zodiac también seguía el mismo enfoque de diseño sobrio y eficiente. La cabina estaba equipada con un tablero de instrumentos recto que incorporaba un panel plano entre la parte superior e inferior. Este diseño no solo era estéticamente agradable, sino también práctico, al permitir una fácil visualización de los indicadores. El velocímetro lineal y los medidores adicionales se ubicaban frente al conductor, mientras que el volante presentaba dos radios en forma de V, añadiendo un toque de modernidad a un auto que combinaba la elegancia clásica con elementos contemporáneos.
Comodidad para seis personas
Uno de los aspectos más destacados del Ford Zodiac era su capacidad para albergar cómodamente a seis personas, algo poco común en los vehículos de esa época. Gracias a una amplia distancia entre ejes, el Zodiac ofrecía un nivel de confort sobresaliente, especialmente cuando se optaba por el asiento delantero tipo banco, en lugar de los dos asientos tipo cubo. Esta opción aumentaba la capacidad del vehículo y lo hacía aún más atractivo para familias o aquellos que necesitaban más espacio.
Ford entendió que un gran maletero sería esencial para aumentar las ventas, y el Zodiac fue diseñado con uno de los compartimentos de equipaje más grandes de su segmento. Para aquellos que necesitaban aún más espacio, Ford también ofreció una versión de carrocería station wagon, basada en el mismo modelo del Zodiac, ideal para quienes requerían un coche versátil y de gran capacidad.
Motor y prestaciones
El Ford Zodiac de 1962 a 1966 fue equipado con una gama de motores diseñados para ofrecer un equilibrio entre potencia y eficiencia. El modelo más pequeño montaba un motor de 1.7 litros, heredado del MkII, mientras que la versión más potente incorporaba un motor de seis cilindros en línea de 2.6 litros, que entregaba 111 caballos de fuerza a 4750 revoluciones por minuto. Este motor de seis cilindros era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 100 millas por hora (161 km/h), un rendimiento impresionante para un vehículo de esta categoría.
El sistema de combustible era un carburador tradicional, que funcionaba perfectamente para los estándares de la época. Este motor de 2.6 litros ofrecía una potencia suficiente para garantizar una conducción cómoda, incluso en autopistas o rutas con pendientes, mientras que el par motor de 190 Nm a 2000 rpm aseguraba una conducción suave y sin esfuerzo en la mayoría de las condiciones.
El Zodiac estaba equipado con un sistema de transmisión manual de cuatro marchas, con la palanca de cambios montada en la columna de dirección, lo que era característico de muchos vehículos de los años 60. El sistema de frenos combinaba discos en la parte delantera y tambores en la parte trasera, proporcionando un rendimiento de frenado confiable y adecuado para el tipo de automóvil.
Especificaciones técnicas
Las especificaciones del Ford Zodiac 1962-1966 revelan un coche de dimensiones respetables para su época. Con una longitud de 4643 mm y una anchura de 1580 mm, el vehículo se encontraba dentro de las dimensiones típicas de los autos de lujo medianos de los años 60. La distancia entre ejes de 2718 mm proporcionaba una base sólida para una conducción estable y segura. En cuanto a la altura, el Zodiac alcanzaba los 1453 mm, lo que le confería una silueta baja pero con suficiente altura para el confort interior.
El peso no era especialmente ligero, con un peso en vacío de 1288 kg, pero esto se debía en parte a su robusta construcción y a su amplio equipamiento. Con una capacidad de carga considerable y una generosa capacidad de maletero, el Zodiac estaba listo para satisfacer las necesidades de cualquier conductor que valorara tanto el estilo como la funcionalidad.
Conclusión: Un clásico de la automoción
El Ford Zodiac 1962-1966 es un ejemplo claro de la evolución de los vehículos de lujo europeos durante los años 60. Con un diseño atractivo, un motor potente y una cabina cómoda para toda la familia, este modelo se convirtió en un referente dentro de su categoría. La combinación de estilo, funcionalidad y confort hizo que el Zodiac se ganara el corazón de muchos conductores europeos, y hoy en día sigue siendo una pieza codiciada por los coleccionistas y amantes de los coches clásicos.
Ford, con su experiencia en diseño y su capacidad para adaptarse a las demandas del mercado europeo, logró hacer del Zodiac un automóvil que marcó una era. A través de este modelo, la marca demostró que el tamaño y el confort no están reñidos con el diseño y la elegancia. Hoy en día, el Ford Zodiac 1962-1966 es considerado un verdadero clásico de la automoción, y sigue siendo recordado como uno de los vehículos más emblemáticos de su época.