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Ford Scorpio Wagon 1994-1997

FORD Scorpio Wagon 1994-1997: Un análisis exhaustivo de un ícono en declive

El Ford Scorpio Wagon, producido entre 1992 y 1997, representa una de las últimas incursiones de la marca estadounidense en el segmento de los vehículos ejecutivos de tracción trasera en Europa. Aunque el modelo fue una respuesta de Ford ante la creciente competencia en el mercado europeo, especialmente contra el Opel/Vauxhall Omega de GM, el Scorpio Wagon se encontraba en una posición difícil en su último ciclo de vida, especialmente con la aparición del Ford Mondeo en 1993, un modelo que redefiniría las aspiraciones de la marca en Europa.

A continuación, se presenta un análisis detallado de este modelo, incluyendo su diseño, características interiores, especificaciones técnicas, y su desempeño en el mercado en los años de producción.

Un diseño que mira al pasado

El Ford Scorpio Wagon de 1994 a 1997 compartió una gran parte de su diseño con la versión sedán, aunque con un enfoque más práctico y familiar. El modelo mantuvo la misma fascia frontal, que presentaba faros con una forma triangular redondeada, un tanto indecisa, flanqueando una parrilla con un diseño en forma de sonrisa. Este detalle, aunque elegante, no dejaba de ser peculiar, con el contorno cromado que no lograba hacer justicia a la agresividad que Ford intentaba imprimirle al modelo. Detrás de los pilares B, el techo del vehículo se extendía hacia la parte trasera, utilizando las mismas puertas traseras del sedán para reducir costos. Esta decisión resultó en ventanas traseras inclinadas y una puerta trasera tipo “tailgate” que, si bien funcional, no dejaba de dar la sensación de que se trataba de una solución económica más que una innovación estética.

Un interior pensado para el conductor

El interior del Scorpio Wagon, aunque algo anticuado para su época, se caracterizaba por una cabina centrada en el conductor. El tablero de instrumentos era sencillo pero funcional, con una disposición que favorecía el acceso a los controles de clima y el sistema de radio cassette. Sin embargo, Ford cometió el error de colocar un reloj analógico redondo en una posición donde la mayoría de los conductores no podían verlo, dado que estaba oculto tras el volante, lo que resultó en una característica poco práctica.

A pesar de estos detalles, el Scorpio Wagon se mostró como un vehículo espacioso, con un habitáculo adecuado para cuatro personas adultas. Sin embargo, la plataforma algo anticuada del modelo, que incluía un túnel de transmisión alto, hacía que el asiento central trasero fuera prácticamente inutilizable para un adulto, reservándolo solo para niños pequeños en un asiento infantil. Por otro lado, la banca trasera abatible era una ventaja significativa, ya que ampliaba considerablemente el volumen de carga, haciendo del Scorpio Wagon un vehículo funcional para aquellos que necesitaban espacio adicional en el maletero.

Motores y rendimiento: Un coche en transición

En cuanto a las motorizaciones, el Ford Scorpio Wagon ofreció una variedad de opciones tanto en diésel como en gasolina, aunque la mayoría de ellas se encontraban a la par de la competencia en términos de rendimiento y eficiencia de combustible, sin llegar a destacarse en ningún aspecto en particular. Entre las motorizaciones más destacadas estaba el 2.0i de 136 caballos de fuerza, que se caracterizaba por un motor de 4 cilindros en línea, con una cilindrada de 1998 cm³.

Este motor entregaba una potencia de 136 HP a 6300 RPM y un torque de 175 Nm a 4200 RPM, lo que le permitía alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h (124.3 mph). El Scorpio Wagon estaba equipado con tracción trasera y una caja de cambios manual de 5 velocidades, una opción que para muchos conductores resultaba agradable por su respuesta directa, aunque en términos de comodidad y conveniencia, la caja automática estaba disponible en otras versiones.

En cuanto al rendimiento de combustible, el 2.0i ofrecía una eficiencia combinada de 9.1 L/100 km (25.8 mpg US), lo que era razonable para su época, pero no destacaba frente a otros modelos de la competencia que comenzaban a incorporar tecnologías más avanzadas para mejorar la eficiencia del combustible. El Scorpio Wagon no era un coche que se destacara por su economía de combustible, y su aceleración de 0 a 100 km/h (0-62 mph) en 11.4 segundos lo situaba en la media del segmento.

Especificaciones técnicas

A continuación, se detallan las especificaciones técnicas del Ford Scorpio Wagon 1994-1997, específicamente del modelo 2.0i:

  • Cilindrada: 1998 cm³
  • Potencia: 136 HP (100 kW) a 6300 RPM
  • Torque: 175 Nm (129 lb-ft) a 4200 RPM
  • Tipo de motor: 4 cilindros en línea (L4)
  • Sistema de combustible: Inyección multipunto
  • Transmisión: Manual, 5 velocidades
  • Tracción: Tracción trasera (RWD)
  • Frenos delanteros: Discos ventilados
  • Frenos traseros: Discos
  • Tamaño de llantas: 195/65 HR15
  • Velocidad máxima: 200 km/h (124.3 mph)
  • Aceleración 0-100 km/h: 11.4 segundos
  • Consumo combinado: 9.1 L/100 km (25.8 mpg US)
  • Capacidad del tanque de combustible: 70.0 L (18.5 galones)
  • Emisiones de CO2: 217 g/km
  • Volumen del maletero: 549 L (19.4 cu ft)
  • Peso sin carga: 1514 kg (3337.8 lbs)
  • Dimensiones:
    • Longitud: 4831 mm (190.2 in)
    • Ancho: 1869 mm (73.6 in)
    • Altura: 1440 mm (56.7 in)
    • Distancia entre ejes: 2771 mm (109.1 in)
    • Vía delantera/traseira: 1481/1501 mm (58.3/59.1 in)

El fin de una era

El Scorpio Wagon fue uno de los últimos vehículos de tracción trasera producidos por Ford en Europa, un hecho que marca el fin de una era para los vehículos familiares grandes de la marca. Con la aparición de modelos más modernos y eficientes como el Ford Mondeo, que representaba una propuesta más fresca y acorde con las demandas del mercado, el Scorpio Wagon fue progresivamente descontinuado.

A pesar de sus defectos y su posicionamiento en un mercado competitivo, el Ford Scorpio Wagon 1994-1997 sigue siendo un vehículo interesante para los entusiastas de los coches clásicos y aquellos que buscan un modelo de esta época con un enfoque más familiar y funcional. Aunque no logró dejar una huella significativa en el mercado de las grandes berlinas y familiares en Europa, su diseño robusto y su capacidad para ofrecer comodidad en viajes largos lo convierten en una opción apreciada para los coleccionistas que buscan un pedazo de la historia automotriz de los años 90.

Este modelo de Ford, aunque en su último respiro, es un claro ejemplo de la capacidad de la marca para crear vehículos prácticos y espaciosos, aún en un momento de transición hacia nuevas generaciones de vehículos.

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