Ford Scorpio Sedan 1990-1992: El Renacer de un Icono Europeo
En la década de los 80, el mercado de automóviles europeo estaba dominado por marcas que ofrecían una gama de modelos ejecutivos y sedanes de lujo. Entre ellas, Ford, que había sido tradicionalmente conocida por sus vehículos prácticos y accesibles, quiso dar un paso hacia el segmento de los vehículos de gama alta con el lanzamiento del Ford Scorpio en 1985. Sin embargo, este modelo sufrió un percance inicial debido a una elección de diseño que no se ajustaba a las expectativas del consumidor europeo. En este artículo, exploraremos la evolución del Ford Scorpio Sedan durante los años 1990-1992, el renacer de la marca en el mercado de sedanes de lujo y las mejoras que lo convirtieron en un modelo muy destacado de la época.
El Ford Scorpio: Un Origen Controvertido
El Ford Scorpio fue introducido en 1985 como una opción innovadora en el segmento de los sedanes ejecutivos en Europa. Sin embargo, los diseñadores de Ford cometieron un error de cálculo al lanzar este modelo exclusivamente en una versión hatchback. Aunque este diseño era bastante popular en los vehículos compactos y de clase media, no se alineaba con las expectativas de los compradores de coches ejecutivos, que preferían un diseño más tradicional de sedán. Como resultado, el Scorpio hatchback no tuvo el éxito esperado.
A finales de la década de los 80, Ford reconoció este error y, en 1989, comenzó a trabajar en una versión mejorada del Scorpio que incluyera no solo una nueva configuración de carrocería, sino también mejoras significativas en el diseño y el rendimiento. Este rediseño resultó en el Scorpio Sedan, que llegó al mercado en 1990, presentando un cambio radical respecto a su predecesor.
Diseño Exterior: Un Cambio de Perspectiva
El Ford Scorpio Sedan de 1990 a 1992 presentó una actualización completa en su diseño exterior, que incluyó una nueva parte frontal y una carrocería de tres volúmenes. Uno de los cambios más notables fue la instalación de una parrilla más grande en la parte inferior del parachoques, lo que no solo ofreció una apariencia más robusta, sino que también mejoró la refrigeración del motor. Las ópticas delanteras fueron ligeramente rediseñadas y contaban con una forma más curvada, lo que le confería al vehículo una estética más moderna y dinámica.
Además, el Scorpio Sedan contaba con una línea de techo más baja y una ventana trasera inclinada que le otorgaba una apariencia más elegante y deportiva. La tercera fila de ventanas, situada entre los pilares C y D, permitía una mayor entrada de luz en el interior del vehículo, mejorando la comodidad de los pasajeros que viajaban en los asientos traseros.
A pesar de ser un sedán, el Scorpio no perdió las proporciones elegantes que lo hacían destacar frente a sus competidores en el segmento de lujo, como el Mercedes-Benz Clase E o el BMW Serie 5. El diseño de Ford, aunque no tan radical, había logrado un equilibrio perfecto entre una estética moderna y la tradicional elegancia de un sedán de ejecutivo.
Comodidad y Espacio Interior
El interior del Ford Scorpio Sedan, aunque no revolucionario, mejoró considerablemente en comparación con la versión hatchback. Su cabina ofrecía un amplio espacio para todos los pasajeros, con suficiente espacio para las piernas y cabeza tanto en la parte delantera como en la trasera. A pesar de la presencia de un túnel de transmisión, el piso trasero era lo suficientemente plano para acomodar tres personas de manera cómoda en el asiento trasero, lo que le otorgaba una funcionalidad excelente para viajes largos.
Uno de los puntos fuertes del Scorpio era su habitabilidad. Los asientos eran relativamente confortables, y el espacio en el maletero, con una capacidad de 490 litros, era más que suficiente para un coche de este segmento, lo que lo convertía en una opción práctica para aquellos que necesitaban un vehículo familiar con características ejecutivas.
Sin embargo, en términos de diseño interior, el Ford Scorpio de 1990 no sufrió cambios tan radicales como su exterior. El cuadro de instrumentos y el tablero seguían un diseño que se había utilizado en el modelo original de 1985, lo que, si bien no representaba una gran innovación, era funcional y bien integrado en el conjunto.
Motorización: Mejoras en Desempeño
Una de las críticas más frecuentes hacia el Scorpio de 1985 fue su gama de motorizaciones, que no ofrecían la potencia suficiente para un vehículo de este segmento. El modelo original de 1985 venía con motores de 1.8 y 2.0 litros, pero estos no ofrecían un rendimiento impresionante. Con la llegada del facelift de 1989 y el modelo de 1990, Ford trabajó en mejorar las opciones de motorización, aunque algunos de los nuevos motores también tenían inconvenientes.
Una de las motorizaciones más populares del Ford Scorpio Sedan 1990-1992 fue el motor 2.0i de 120 caballos de fuerza (88 kW) a 5,500 revoluciones por minuto (RPM). Este motor de 4 cilindros y 1998 cm³ proporcionaba un buen equilibrio entre rendimiento y economía de combustible. Aunque no era un motor extremadamente potente, ofrecía una aceleración razonable, alcanzando los 100 km/h en aproximadamente 11,2 segundos.
El consumo de combustible también era adecuado para la época, con una media combinada de 7,8 litros por cada 100 kilómetros, lo que resultaba en un rendimiento de hasta 30,2 millas por galón (mpg) en condiciones mixtas. Esta eficiencia de combustible, especialmente para un motor de 2.0 litros, era un punto positivo para aquellos que valoraban la economía en un sedán ejecutivo.
El Scorpio también estaba disponible con versiones diésel, utilizando motores Peugeot, que eran más lentos, pero ofrecían una mejor eficiencia de combustible. Sin embargo, el rendimiento de estas versiones diésel no era tan destacado como el de las versiones de gasolina, lo que hacía que las opciones a gasolina fueran más populares en general.
Seguridad y Tecnología
En términos de seguridad, el Ford Scorpio Sedan 1990-1992 estaba bien equipado para la época. Los frenos eran de discos ventilados en el eje delantero y discos sólidos en el eje trasero, lo que proporcionaba una excelente capacidad de frenado. Además, el Scorpio contaba con una suspensión independiente en las cuatro ruedas, lo que le otorgaba un excelente manejo y estabilidad, tanto en carreteras de alta velocidad como en trayectos más sinuosos.
Aunque no estaba equipado con los sistemas de seguridad avanzados que conocemos hoy en día, como los airbags laterales o los sistemas de asistencia al conductor, el Scorpio de 1990 estaba preparado para ofrecer un alto nivel de protección en caso de accidente, con una estructura robusta y cinturones de seguridad de tres puntos para todos los ocupantes.
En cuanto a tecnología, el Scorpio de 1990-1992 contaba con un sistema de inyección multipunto y un motor eficiente, lo que proporcionaba una experiencia de conducción bastante cómoda. Además, su aerodinámica, con un coeficiente de arrastre (Cd) de 0,3, ayudaba a mejorar la estabilidad y la eficiencia de combustible a altas velocidades.
Conclusión
El Ford Scorpio Sedan 1990-1992 representa una de las etapas más importantes en la evolución de Ford en Europa, especialmente en el mercado de los sedanes ejecutivos. Aunque el modelo original del Scorpio no alcanzó el éxito esperado debido a su diseño hatchback, el cambio hacia una carrocería de sedán y las mejoras en el motor, el interior y la estética ayudaron a convertirlo en un modelo muy competitivo en su segmento.
Si bien no era el coche más poderoso o el más lujoso de su clase, el Scorpio Sedan ofrecía una excelente combinación de confort, espacio y rendimiento, con una buena relación calidad-precio. Para aquellos que buscaban un sedán ejecutivo de gran tamaño, pero no deseaban pagar el alto precio de los modelos más exclusivos de marcas como Mercedes-Benz o BMW, el Ford Scorpio 1990-1992 era una opción atractiva y razonable.
Con su rediseño y sus mejoras, el Scorpio Sedan se convirtió en un verdadero competidor en el mercado de coches ejecutivos, demostrando que Ford podía ofrecer vehículos de lujo con la calidad y la fiabilidad que los conductores europeos esperaban.