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Ford Focus ST 2004-2008

Ford Focus ST 3 Puertas (2004-2008): Un Hot-Hatch que No Cumplió Todas las Expectativas

El Ford Focus ST 3 puertas, producido entre 2004 y 2008, se presentó como un modelo que buscaba posicionarse entre los mejores hot-hatches del mercado, pero a pesar de su gran rendimiento y atractivo diseño, no alcanzó a superar a todos sus competidores en términos de popularidad. Aún así, se mantuvo como un hatchback rápido, ágil y con un toque distintivo que no pasó desapercibido para los amantes de los autos deportivos compactos.

La Evolución del Ford Focus

Antes de que el Focus ST llegara al mercado, Ford ya tenía experiencia construyendo autos deportivos de alto rendimiento. Desde los años 90, la marca había trabajado en una serie de vehículos deportivos y de rally que le dieron renombre, y el Focus fue la base ideal para la evolución de un modelo de calle con un enfoque en la alta performance. La versión ST de este hatchback se planteó como un rival digno para modelos como el Volkswagen Golf GTI y el Renault Clio Sport, ambos considerados referentes en el segmento de los hot-hatches.

Ford apostó por una combinación de agilidad, diseño atractivo y un motor potente, pero también mantuvo un precio accesible, lo que lo convirtió en una opción atractiva para los conductores jóvenes y para aquellos que buscaban emoción al volante sin tener que gastar una fortuna en un automóvil deportivo.

Diseño Exterior: Un Toque de Agresión y Deportividad

El Ford Focus ST se presentó con un diseño exterior más agresivo en comparación con la versión estándar del Focus. La parte delantera fue uno de los principales cambios, con un parachoques modificado que incluía una parrilla inferior más ancha, lo que daba una sensación de mayor robustez. Los detalles en plata alrededor de las tomas de aire laterales y la parrilla superior específica también destacaban al modelo ST frente a sus versiones más sencillas.

Uno de los elementos más característicos de este modelo fue su versión de tres puertas. Aunque Ford también ofreció una variante de cinco puertas, la versión de tres puertas era la preferida por los conductores más jóvenes, ya que le daba al automóvil una estética más dinámica y deportiva. La línea del techo, ligeramente arqueada, culminaba en un alerón de techo montado en el maletero, que no solo aportaba un toque visual deportivo, sino que también ayudaba a mejorar la aerodinámica del vehículo.

Los neumáticos de aleación ligera de 18 pulgadas, específicamente diseñados para este modelo, no solo ofrecían un aspecto más agresivo, sino que también mejoraban la maniobrabilidad y el rendimiento del coche en la carretera, permitiendo un manejo más preciso y una mayor estabilidad en curvas.

Interior: Comodidad y Deportividad a la Medida

El interior del Ford Focus ST estaba claramente orientado al conductor. Los asientos delanteros eran de tipo baquet, con refuerzos laterales pronunciados que aseguraban un buen soporte en conducción deportiva y en maniobras agresivas. Este detalle no solo mejoraba la ergonomía del vehículo, sino que también ayudaba a los ocupantes a sentirse más seguros durante la conducción. Los asientos traseros, en cambio, eran más convencionales pero incluían la opción de un respaldo abatible 60/40, lo que ampliaba la capacidad del maletero cuando era necesario.

El salpicadero del Focus ST incluía un cuadro de instrumentos con tres esferas específicas que ofrecían información valiosa para los conductores más entusiastas: la presión del turbo, la temperatura del aceite y la presión del aceite. Estos detalles daban al conductor una sensación de estar manejando un vehículo de alto rendimiento, algo que era apreciado por los amantes de los autos deportivos.

Motor y Rendimiento: Potencia y Agilidad

El corazón del Ford Focus ST 3 puertas era un motor de cinco cilindros turboalimentado que provenía de Volvo, con una cilindrada de 2.5 litros y 20 válvulas. Este motor era capaz de generar una potencia de 225 caballos de fuerza (166 kW) a 6100 rpm y un par motor de 320 Nm (236 lb-ft) entre 1600 y 4000 rpm. Esta configuración aseguraba una aceleración impresionante y un rendimiento notable en la carretera, características que lo hacían competitivo frente a otros modelos deportivos del mercado.

El Focus ST estaba equipado con una caja de cambios manual de seis velocidades, lo que permitía a los conductores aprovechar al máximo la potencia del motor y tener un control preciso sobre el vehículo. Esta transmisión, junto con la tracción delantera, ofrecía una experiencia de conducción altamente dinámica, especialmente en carreteras sinuosas o en condiciones de manejo más exigentes.

En cuanto a las cifras de rendimiento, el Focus ST podía acelerar de 0 a 100 km/h (0 a 62 mph) en 6.8 segundos, lo que lo hacía competitivo frente a otros hot-hatches de la época. Su velocidad máxima era de 241 km/h (149.8 mph), lo que lo posicionaba como un vehículo ágil y rápido, capaz de satisfacer las demandas de los conductores más exigentes.

Confort y Eficiencia de Combustible

A pesar de ser un automóvil orientado al rendimiento, el Focus ST no descuidaba el confort. Los asientos de apoyo, el buen aislamiento del habitáculo y los materiales de calidad en el interior contribuían a una experiencia de conducción placentera, incluso en viajes largos. Sin embargo, al tratarse de un vehículo deportivo, la suspensión era relativamente firme, lo que permitía un manejo más preciso pero a veces resultaba menos cómodo en superficies irregulares.

En términos de eficiencia de combustible, el Focus ST se comportaba de manera bastante respetable para su clase. Ofrecía un consumo combinado de 9.3 L/100 km (25.3 mpg) y un consumo urbano de 13.8 L/100 km (17 mpg). Esto lo hacía un vehículo relativamente eficiente para su potencia, lo que era una ventaja adicional para aquellos que buscaban un rendimiento superior sin comprometer demasiado el consumo de combustible.

Tecnología y Seguridad

A pesar de su enfoque en el rendimiento, el Focus ST también estaba bien equipado en cuanto a tecnología y seguridad. Incluía frenos de disco ventilados en las cuatro ruedas, lo que garantizaba una capacidad de frenado potente y confiable, especialmente durante la conducción deportiva. Además, el vehículo estaba equipado con sistemas de seguridad como el control de estabilidad, los airbags y los frenos antibloqueo (ABS), que proporcionaban una mayor protección a los ocupantes en caso de accidente.

El sistema de suspensión estaba diseñado para ofrecer un equilibrio entre confort y rendimiento, con una dirección precisa y una suspensión trasera independiente que contribuía a una mejor estabilidad en curvas.

Conclusión: Un Hot-Hatch con Personalidad

El Ford Focus ST 3 puertas, aunque no llegó a superar a todos sus rivales en popularidad, se mantuvo como un modelo destacado en el segmento de los hot-hatches. Su motor potente, su diseño agresivo y su agilidad en la carretera lo convirtieron en una opción atractiva para los conductores que buscaban un automóvil deportivo, pero accesible en precio. Aunque otros competidores lograron capturar una mayor cuota de mercado, el Focus ST sigue siendo un vehículo respetado por su rendimiento y su estilo distintivo.

Este modelo demuestra cómo Ford, con su experiencia en vehículos deportivos y de rally, supo aprovechar la plataforma del Focus para crear un hot-hatch que, aunque no fue el rey indiscutido de su clase, dejó una huella importante en la historia de los autos deportivos compactos.

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