FORD Focus RS 2002-2003: Un Homenaje a la Potencia y el Desempeño
El Ford Focus RS 2002-2003 marcó un antes y un después en la historia de los hot-hatchs, convirtiéndose en el epítome de la potencia y el rendimiento dentro del segmento compacto. Aquel modelo fue un hito, pues Ford tomó una decisión audaz al introducir la versión RS de su popular Focus, un modelo que no solo destacaba por su apariencia, sino que también ofrecía una verdadera experiencia de conducción deportiva. Este automóvil estuvo destinado principalmente al mercado europeo, en un momento en el que Ford competía activamente en el Campeonato Mundial de Rally (WRC), lo que sin duda dejó una huella en la concepción de esta versión.
Un Diseño que Exudaba Deportividad
La apariencia del Focus RS 2002-2003 no dejaba lugar a dudas sobre su naturaleza. Ford transformó el Focus de serie en un vehículo que claramente pertenecía a la categoría de los hot-hatchs, esa subdivisión de automóviles compactos de alto rendimiento que busca ofrecer el equilibrio perfecto entre practicidad y emociones al volante. Aunque la versión ST ya había sido un buen intento, el RS fue el verdadero salto de calidad, tanto en diseño como en especificaciones.
En la parte frontal, el Focus RS contaba con un parachoques exclusivo que incorporaba una amplia rejilla inferior, que no solo brindaba un diseño más agresivo, sino que también tenía una función práctica: dejaba al descubierto el intercooler, pieza clave para enfriar el aire de admisión del motor turboalimentado. Además, se instalaron faros antiniebla en un lugar inusual, pues compartían el mismo espacio con las luces de estacionamiento. Los pasos de rueda agrandados y el alerón en el techo, que aumentaba la estabilidad a altas velocidades, fueron los cambios más notorios en su perfil. En la parte trasera, el emblema RS y el escape ovalado fueron las señales de que estábamos ante una máquina especial.
En el Interior: Comodidad y Funcionalidad
Aunque el enfoque principal del Ford Focus RS era la conducción deportiva, el interior no escatimó en detalles. En lugar de los asientos convencionales, el RS se equipó con asientos de cubo de alto soporte de la marca Sparco, que ofrecían una sujeción inmejorable en curvas cerradas, algo fundamental para este tipo de vehículo. Sin embargo, el banco trasero seguía siendo el mismo que el de los modelos más estándar de la gama Focus.
Una de las características más llamativas del interior fue el cluster adicional de instrumentos, que ubicaba tres grandes esferas en la parte superior del tablero. Esto proporcionaba información crítica sobre el rendimiento del vehículo, como la presión del turbo, la temperatura del agua y el aceite, y más. No obstante, algunos aspectos de su diseño, como la ausencia de un volante específico para el modelo RS y la falta de diales blancos en el panel de instrumentos, dejaron a algunos aficionados esperando más en términos de personalización visual.
Bajo el Capó: La Potencia de un Rally
Lo que realmente diferenciaba al Focus RS de las versiones convencionales del Focus era su motorización. Ford instaló un motor turboalimentado de 2.0 litros y 16 válvulas que entregaba una potencia impresionante para la época: 215 caballos de fuerza (HP) a 5500 RPM, lo que se traducía en 158 kW o 212 BHP. Sin embargo, a pesar de estas impresionantes cifras, el Focus RS no alcanzó la aceleración esperada de acuerdo con su herencia en el WRC. A pesar de contar con una relación de compresión optimizada y un sistema de inyección multipunto turboalimentado, el Focus RS no fue capaz de superar en velocidad al Ford Escort RS de su tiempo.
En cuanto al par motor, el RS era muy competitivo, con un torque de 229 lb-ft (310 Nm) a 3500 RPM, lo que proporcionaba una excelente respuesta a bajas revoluciones, ideal para los adelantamientos rápidos en carreteras sinuosas o en circuitos cerrados. A pesar de su poder, el Focus RS seguía siendo un automóvil de tracción delantera, algo que lo hacía aún más manejable y predecible en su comportamiento dinámico.
La transmisión manual de 5 marchas estaba perfectamente calibrada para aprovechar la entrega de potencia del motor, y la suspensión deportiva se encargaba de mantener el Focus RS bien plantado en el asfalto, incluso en condiciones de conducción extremas. Ford eligió los frenos Brembo en las ruedas delanteras y traseras, una decisión que subrayaba la intención de ofrecer un alto nivel de control, incluso en situaciones de frenado intenso.
Rendimiento y Especificaciones
El rendimiento del Focus RS 2002-2003 fue notable, aunque no alcanzó las expectativas que muchos esperaban. En términos de velocidad, este hot-hatch era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 232 km/h (144.1 mph), lo cual era impresionante para un automóvil de tracción delantera de su época. Sin embargo, el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h (0 a 62 mph) se mantenía en 6.7 segundos, una cifra que, aunque competitiva, no deslumbraba en comparación con otros modelos de la misma categoría.
En cuanto a la eficiencia de combustible, el Focus RS tenía un consumo combinado de 10.1 L/100 km (23.2 mpg US), lo cual no era excepcionalmente bajo, pero tampoco desmesurado para un coche con tales características de rendimiento. En ciudad, el consumo subía hasta 14.3 L/100 km (16.5 mpg US), mientras que en carretera mejoraba sustancialmente, con 6.9 L/100 km (34.4 mpg US).
Especificación | Detalle |
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Motor | 2.0L 16V Turboalimentado |
Potencia | 215 HP (158 kW) @ 5500 RPM |
Par Motor | 229 lb-ft (310 Nm) @ 3500 RPM |
Aceleración (0-100 km/h) | 6.7 segundos |
Velocidad máxima | 232 km/h (144.1 mph) |
Consumo combinado | 10.1 L/100 km (23.2 mpg US) |
Consumo en ciudad | 14.3 L/100 km (16.5 mpg US) |
Consumo en carretera | 6.9 L/100 km (34.4 mpg US) |
Peso sin carga | 1270 kg (2799.8 lbs) |
Capacidad del maletero | 351 L (12.4 cuFT) |
Dimensiones (L x A x H) | 4168 mm x 1699 mm x 1427 mm |
Conclusión: Un Icono del Hot-Hatch
El Ford Focus RS 2002-2003 no solo fue un automóvil con una motorización impresionante y un diseño agresivo, sino que también representó un esfuerzo por parte de Ford para llevar la tecnología de rally a las calles. Aunque no alcanzó el nivel de popularidad y éxito de otros modelos contemporáneos como el Volkswagen Golf GTI o el Renault Clio V6, el RS dejó una huella imborrable en los corazones de los aficionados a los automóviles deportivos.
Este modelo también mostró la capacidad de Ford para fusionar el mundo de las carreras con el de los coches de consumo, creando una máquina que no solo era funcional en la pista, sino también divertida y usable en el día a día. El Focus RS 2002-2003 sigue siendo una pieza de colección para los fanáticos de los hot-hatchs y un referente de la ingeniería automotriz de su tiempo. Sin lugar a dudas, un modelo que ha marcado el camino para futuras generaciones de autos de alto rendimiento de la marca Ford.