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Ford Fiesta ST200 2016-2018

FORD Fiesta ST200 3 Puertas (2016-2018): Un Estándar de Rendimiento en el Segmento de los Hot-Hatch

En el competitivo mundo de los autos deportivos compactos, Ford logró destacar con el modelo Fiesta ST200 entre los años 2016 y 2018. En un segmento saturado de opciones de vehículos pequeños y ágiles, la marca estadounidense presentó una versión actualizada y refinada de su exitoso Fiesta ST, que no solo mantuvo el espíritu deportivo de su predecesor, sino que también lo elevó con mejoras significativas tanto en diseño como en rendimiento.

Un vistazo al contexto del mercado y la evolución del Fiesta ST

Durante la década de 2010, los vehículos deportivos compactos o “hot-hatches” se posicionaron como una alternativa asequible y emocionante para aquellos conductores que deseaban la deportividad de un automóvil de alto rendimiento sin sacrificar la practicidad de un vehículo compacto. Aunque marcas como Renault, Volkswagen, SEAT, Peugeot y Opel ya dominaban el mercado europeo con modelos como el Renault Clio RS o el SEAT Ibiza Cupra, Ford no dudó en mejorar constantemente su modelo Fiesta para mantenerse en la cima del segmento.

La versión ST del Ford Fiesta había sido un éxito desde su lanzamiento, pero en 2016, la marca decidió ofrecer una edición más potente y refinada, el Fiesta ST200. Este modelo no solo mejoraba la estética y las características de confort y tecnología, sino que también incorporaba un motor más potente que lo hacía aún más competitivo frente a sus rivales.

El diseño exterior: Deportividad y distinción

El diseño exterior del Ford Fiesta ST200 fue una evolución sutil, pero claramente distinguible respecto a las versiones anteriores. Ford optó por ofrecer esta versión únicamente en un color gris exclusivo, un tono sobrio que contrastaba a la perfección con los detalles deportivos, como los frenos de disco con pinzas de color rojo. Este acabado no solo aportaba una estética agresiva, sino que también destacaba la identidad deportiva del modelo.

En el frente, el ST200 contaba con una parrilla hexagonal con un diseño en panal, un guiño a los autos de carreras. El paragolpes delantero era más pronunciado, lo que daba al coche una postura más ancha y agresiva, mientras que el alerón trasero de mayor tamaño mejoraba la aerodinámica del coche, a la vez que acentuaba su aspecto musculoso. En la parte posterior, el difusor también estaba pintado del mismo color que la carrocería, lo que generaba una sensación de unidad en el diseño.

Interior: Tecnología y confort deportivo

El interior del Fiesta ST200 estaba orientado a quienes deseaban un vehículo con una fuerte identidad deportiva sin renunciar a los elementos de confort. Los asientos deportivos Recaro con alta sujeción y costuras en contraste proporcionaban un excelente apoyo lateral, necesario para las maniobras rápidas o en curvas cerradas. Estos asientos no solo eran funcionales, sino también estéticamente agradables, con un diseño que reflejaba el espíritu competitivo del modelo.

El volante, de estilo deportivo, llevaba el emblema RS en el radio inferior, otro detalle distintivo de la versión ST200. Además, Ford optó por instalar una placa de aluminio en el centro de la consola, en la que se grababa el número de serie del vehículo, lo que confería un aire exclusivo y personalizado a cada unidad. Las inserciones en fibra de carbono y los pedales de aleación completaban el acabado interior, haciendo del Fiesta ST200 un verdadero refugio para los amantes de los autos deportivos.

Motor y rendimiento: Una dosis extra de potencia

Una de las principales mejoras del Ford Fiesta ST200 frente a sus antecesores fue el aumento de la potencia del motor. Bajo el capó, el modelo estaba equipado con una versión mejorada del motor EcoBoost de 1.6 litros y cuatro cilindros, que desarrollaba 200 caballos de fuerza a 5,700 rpm y un par motor de 290 Nm a 3,000 rpm. Este aumento de potencia, alrededor de un 10% más que el Fiesta ST convencional, se tradujo en un rendimiento superior que permitía al coche acelerar de 0 a 100 km/h (0-62 mph) en solo 6.7 segundos.

El motor estaba acoplado a una caja de cambios manual de seis marchas, lo que brindaba una experiencia de conducción más directa y dinámica. La caja de cambios, combinada con el sistema de inyección directa de gasolina y el turboalimentador, permitía aprovechar al máximo la potencia del motor, manteniendo una excelente eficiencia de combustible para un coche de estas características.

A pesar de la potencia adicional, el Fiesta ST200 seguía siendo muy fácil de manejar en el día a día, gracias a sus dimensiones compactas y su dirección precisa. Este modelo estaba orientado a un público que quería tanto un coche ágil para la ciudad como un deportivo capaz de ofrecer emociones intensas en la carretera.

Chasis y suspensión: Estabilidad y control

La suspensión del Fiesta ST200 se ajustó para maximizar el control y la estabilidad en situaciones de conducción dinámica. Aunque el modelo mantenía una suspensión delantera independiente MacPherson y una suspensión trasera de barra de torsión, se incorporaron ajustes más firmes y precisos, mejorando la respuesta en curvas y proporcionando un comportamiento más equilibrado en la carretera.

El sistema de frenos estaba compuesto por discos ventilados en las ruedas delanteras y traseras, lo que mejoraba la capacidad de frenado en situaciones exigentes. Además, las llantas de 17 pulgadas calzaban neumáticos de perfil bajo (205/40 R17 V), que aportaban un mayor agarre a la carretera, tanto en situaciones de conducción deportiva como en condiciones normales de tráfico.

Rendimiento en cifras: Velocidad y eficiencia

El Fiesta ST200 no solo destacó por su rendimiento en la pista, sino también por su capacidad para ofrecer una eficiencia de combustible razonable. Con un consumo combinado de 6.1 litros cada 100 kilómetros (38.6 mpg US) y 8.2 litros en ciudad (28.7 mpg US), el modelo era relativamente eficiente para un coche con una potencia de 200 caballos.

La velocidad máxima de 230 km/h (143 mph) era un atractivo extra para quienes buscaban más que solo velocidad en línea recta. A pesar de su pequeño tamaño, el ST200 se mantuvo competitivo frente a los modelos más grandes de su segmento, mostrando que no siempre es necesario tener un motor de grandes dimensiones para ofrecer una experiencia de conducción satisfactoria.

Conclusión: Un modelo altamente competitivo

El Ford Fiesta ST200 3 puertas, producido entre 2016 y 2018, representó una de las mejores opciones dentro del segmento de los hot-hatches compactos, especialmente en el mercado europeo, donde la demanda de estos vehículos deportivos era alta. Con su motor más potente, diseño actualizado y características de confort y tecnología, el Fiesta ST200 logró equilibrar de manera impecable las necesidades de los conductores que buscaban un coche rápido y excitante, pero también práctico para el uso diario.

En un segmento donde competían marcas como Renault, Volkswagen y SEAT, Ford supo ofrecer una propuesta única que combinaba agilidad, potencia y un diseño sofisticado. Si bien la diferencia de rendimiento con su predecesor era pequeña, el Fiesta ST200 era sin duda una opción superior para aquellos que deseaban un toque extra de exclusividad y adrenalina.

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