FORD Fiesta ST 2012-2016: Un Hot Hatch Que Marcó Una Época en el Segmento Pequeño
El Ford Fiesta siempre ha sido un vehículo de referencia en el segmento pequeño, pero con la introducción de la versión ST en 2012, la marca americana llevó el modelo a un nivel completamente diferente. Si bien la generación anterior del Fiesta ya era conocida por su agilidad y facilidad de conducción, el modelo ST añadió una dosis significativa de rendimiento, convirtiéndolo en uno de los hot hatch más atractivos de su época. La versión ST del Fiesta no solo sobresalió por su desempeño, sino también por su diseño, tecnología y sensaciones al volante. Con la quinta generación del Fiesta, Ford dejó claro que el pequeño coche no solo podía ser económico y práctico, sino también deportivo y emocionante.
El Nacimiento de un Ícono
En 2012, el Fiesta ST hizo su debut con un motor turboalimentado de 1.6 litros, un cambio significativo respecto al modelo anterior, que no contaba con una versión tan enfocada en el rendimiento. Si bien no era la primera vez que Ford apostaba por un modelo ST en su gama Fiesta, esta vez se trataba de un automóvil más refinado y maduro. La motorización turboalimentada, combinada con una suspensión más firme y un diseño más agresivo, hizo que este Fiesta fuera un vehículo apto tanto para el uso diario como para los momentos de conducción más divertidos.
El motor 1.6 Ecoboost entregaba 180 caballos de fuerza, lo que le permitía alcanzar los 100 km/h en tan solo 6.9 segundos. A esto se le sumaban la transmisión manual de seis velocidades y un sistema de tracción delantera que aseguraba un comportamiento dinámico sobresaliente. Ford no solo se centró en el motor, sino también en la puesta a punto de la suspensión y los frenos, lo que convertía al Fiesta ST en un vehículo muy equilibrado, ideal para quienes buscan rendimiento sin perder la practicidad.
Un Diseño Deportivo y Funcional
Una de las principales características del Fiesta ST era su aspecto exterior. Aunque no era tan extremo como otros vehículos del segmento, su diseño era suficientemente deportivo para atraer las miradas sin caer en el exceso. El modelo contaba con una parrilla delantera con un diseño de panal de abeja, que confería una estética más agresiva, y un paragolpes delantero de mayor tamaño que hacía al coche lucir más musculoso. La parte trasera no se quedaba atrás, con un alerón más grande que el de la versión estándar y dos salidas de escape, que añadían un toque de carácter al conjunto.
Por dentro, el Fiesta ST mantenía una apariencia moderna, pero con detalles deportivos. Los asientos delanteros, de tipo cubo y con un buen soporte lateral, estaban pensados para los conductores que disfrutan de la conducción rápida y precisa en las curvas. Además, el habitáculo contaba con un sistema de infoentretenimiento Ford SYNC, que incluía control de volumen para evitar que el conductor subiera demasiado el sonido, lo que añadía un toque de seguridad. Sin embargo, el espacio interior no era el más amplio. Aunque era adecuado para un coche de su tamaño, la parte trasera sufría por la presencia de los asientos deportivos, lo que reducía el espacio para las piernas de los pasajeros traseros.
Un Motor de Rendimiento Impecable
El motor 1.6L Ecoboost del Fiesta ST era el corazón de esta máquina. Con una potencia de 180 caballos a 5700 rpm y un par motor de 244 Nm entre las 1600 y 5000 rpm, este motor turboalimentado no solo ofrecía un excelente rendimiento, sino que también brindaba una experiencia de conducción envolvente. La transmisión manual de seis velocidades era precisa, lo que permitía a los conductores disfrutar de un control total sobre el vehículo.
El rendimiento de 0 a 100 km/h en 6.5 segundos era impresionante para un vehículo de su tamaño, y la velocidad máxima de 220 km/h era más que suficiente para quienes querían sentir la adrenalina de una conducción rápida. Ford no se limitó a hacer un coche rápido en línea recta, sino que también optimizó su comportamiento en las curvas. La suspensión de sport y la mejora de los frenos discales en las cuatro ruedas garantizaban una conducción precisa y segura.
Uno de los puntos más interesantes del Fiesta ST era su sistema de control de estabilidad (ESP), que no solo actuaba como un sistema antideslizante, sino que también ayudaba a simular un diferencial de deslizamiento limitado. Esto permitía que el coche tuviera una mejor tracción en condiciones de arranque difíciles y en las curvas cerradas, algo que se notaba especialmente en circuitos o carreteras más desafiantes.
Eficiencia y Consumo
Aunque el Fiesta ST era un coche claramente orientado al rendimiento, Ford no descuidó la eficiencia de combustible. Con un consumo combinado de 5.9 L/100 km (39.9 mpg US), el Fiesta ST no solo ofrecía emociones fuertes al volante, sino que también mantenía una cifra razonable de consumo, lo que lo hacía más adecuado para el uso diario. En ciudad, su eficiencia se reducía un poco a 7.9 L/100 km (29.8 mpg US), pero aún así se mantenía dentro de los límites de un coche pequeño de alto rendimiento.
La capacidad del depósito de combustible variaba ligeramente, pero la cifra era adecuada para recorrer distancias largas sin tener que parar por gasolina en cada momento. La autonomía del Fiesta ST, en combinación con su tamaño compacto, lo hacía ideal para quienes buscaban un coche versátil que no solo sirviera para los días de diversión en la carretera, sino también para un uso más convencional.
Un Hot Hatch que Perdura
A pesar de que la producción del Ford Fiesta ST 2012-2016 ya ha finalizado, este modelo sigue siendo una referencia para los amantes de los hot hatch en todo el mundo. La combinación de un motor turboalimentado eficiente, un diseño atractivo y una conducción ágil y deportiva lo convirtió en un coche muy completo. Además, su precio relativamente accesible dentro del segmento de los vehículos deportivos lo hizo aún más atractivo, sobre todo para los conductores jóvenes que buscaban un coche de alto rendimiento sin tener que recurrir a modelos mucho más caros.
El Fiesta ST también fue el precursor de una evolución que continuó con la siguiente generación, en la que Ford mantuvo la receta de éxito pero la perfeccionó aún más. La relación calidad-precio, el diseño atractivo y las prestaciones de este modelo marcaron una era en el segmento de los pequeños deportivos, y su legado perdura como uno de los mejores hot hatch de su categoría.
Especificaciones Técnicas
Característica | Detalles |
---|---|
Motor | 1.6L Ecoboost Turboalimentado |
Potencia | 180 hp (130 kW) a 5700 rpm |
Par motor | 244 Nm (180 lb-ft) a 1600-5000 rpm |
Transmisión | Manual de 6 marchas |
Tracción | Delantera (FWD) |
Velocidad máxima | 220 km/h (137 mph) |
Aceleración 0-100 km/h | 6.5 segundos |
Consumo combinado | 5.9 L/100 km (39.9 mpg US) |
Consumo urbano | 7.9 L/100 km (29.8 mpg US) |
Consumo extraurbano | 5.0 L/100 km (47 mpg US) |
Emisiones CO2 | 138 g/km |
Suspensión | Sport, con frenos de disco en las cuatro ruedas |
Peso en vacío | 1163 kg (2564 lbs) |
Capacidad del maletero | 294 L (10.4 cuft) |
Neumáticos | 205/40 R17 |
Conclusión
El Ford Fiesta ST 2012-2016 es un claro ejemplo de cómo un coche pequeño puede ofrecer una experiencia de conducción única sin sacrificar la practicidad ni la eficiencia. Su motor potente, diseño deportivo y características avanzadas lo convierten en un coche memorable, tanto para los entusiastas de la conducción como para aquellos que buscan un automóvil económico pero emocionante. Este modelo no solo logró destacar en su generación, sino que también dejó un legado importante en el segmento de los hot hatch, siendo una opción atractiva para los conductores que quieren disfrutar al máximo de cada curva y recta.