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Ford Fiesta 3 Puertas 1999-2002

Ford Fiesta 3 Puertas (1999-2002): Un repaso a la evolución de un ícono compacto

Introducción

El Ford Fiesta ha sido uno de los vehículos más populares en el segmento de los coches compactos, destacándose por su fiabilidad, diseño accesible y la combinación perfecta de dimensiones para moverse por entornos urbanos. Su historia comenzó en 1976, pero fue en 1999, con la cuarta generación, cuando el modelo recibió una de sus actualizaciones más significativas, bajo la dirección del lenguaje de diseño «New-Edge». Este artículo se enfoca en la versión de tres puertas del Ford Fiesta producida entre los años 1999 y 2002, una de las variantes más deportivas y atractivas de la época.

Un vistazo al diseño exterior

Ford introdujo la cuarta generación del Fiesta en 1995, pero fue en 1999 cuando se presentó una actualización importante, que no fue un rediseño total, sino una reconfiguración profunda del estilo exterior. El vehículo mantuvo las proporciones generales del modelo anterior, pero fue equipado con una nueva estética inspirada en el lenguaje de diseño «New-Edge», que ya había sido probado con éxito en modelos como el Ford Focus y el deportivo Puma.

La renovación exterior consistió en una renovación completa de las formas, comenzando por los faros. Mientras que en el modelo anterior, los faros eran de forma ovalada, en el nuevo Fiesta se adoptaron unos faros triangulares y más angulosos, lo que le dio una apariencia más agresiva y moderna. Además, la parrilla delantera, el capó y los guardabarros fueron rediseñados para adoptar esas formas afiladas y angulares que caracterizaban la nueva imagen de Ford.

El cambio no fue solo en la parte delantera. El diseño de la parte trasera también se modificó, con un nuevo conjunto de pilotos traseros que siguieron la misma línea angular. En cuanto a las versiones de tres puertas, la silueta del coche se volvió más deportiva, con una línea de techo ligeramente inclinada y una forma compacta que resaltaba la agilidad del modelo.

Interior y equipamiento

Aunque la parte exterior del Fiesta fue el centro de atención con la actualización de 1999, el interior del vehículo también recibió algunos cambios interesantes. Ford siguió manteniendo la filosofía de diseño biológico, con formas redondeadas y una consola central que envolvía el conductor. Sin embargo, los cambios fueron principalmente estéticos, con algunos ajustes en los botones y una actualización del sistema de audio.

En las versiones Ghia, un nivel de equipamiento más alto, se añadieron detalles como el recubrimiento en madera, un toque que podría haber lucido más adecuado en vehículos de mayor tamaño, pero que le confería al Fiesta una sensación de mayor lujo. El espacio interior seguía siendo cómodo para una familia pequeña, con suficiente espacio en las plazas traseras para dos adultos, aunque la falta de amplitud en las puertas traseras podía hacer que el acceso al interior fuera un poco menos práctico en comparación con las versiones de cinco puertas.

El diseño del tablero se mantuvo redondeado y accesible, con los controles bien organizados para ofrecer una experiencia de conducción sin complicaciones. Si bien no se trataba de un coche de lujo, el Fiesta ofrecía una sensación de confort y funcionalidad con materiales agradables al tacto y una distribución lógica de los controles.

Motorización y rendimiento

En cuanto a la motorización, el Ford Fiesta 3 puertas de 1999 y 2000 ofrecía varias opciones, con motores de bajo y medio rendimiento que hacían de este coche una opción ideal para aquellos que buscaban un vehículo accesible para la ciudad, pero que aún ofreciera algunas capacidades deportivas. Uno de los motores más comunes en esta generación fue el motor de 1.3 litros de 60 caballos de fuerza, que garantizaba una conducción eficiente y económica, especialmente en entornos urbanos. Este motor estaba acoplado a una caja de cambios manual de 5 marchas, lo que ofrecía una conducción más dinámica y controlada.

Ford también ofreció una versión con motor ZETEC de 1.25 litros, que entregaba 75 caballos de fuerza, proporcionando una respuesta más ágil y un poco más de potencia para aquellos que buscaban un vehículo más rápido en carretera. Además, en algunos mercados, el Fiesta contaba con motores de 1.6 litros para satisfacer a los conductores que requerían más potencia, mientras que las versiones diésel también estaban disponibles para aquellos que preferían una mayor eficiencia en el consumo de combustible.

En términos de rendimiento, la versión más básica de 1.3 litros era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 153 km/h (95.1 mph), mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h se situaba en los 16.4 segundos. Este desempeño era más que suficiente para un coche de su segmento y época, sobre todo si se consideraba su uso principalmente urbano y su enfoque en la economía de combustible. En cuanto al consumo, el Fiesta alcanzaba una media de 6.9 litros cada 100 km en conducción combinada, con 8.7 litros en ciudad y 6.9 litros en carretera, lo que lo hacía bastante eficiente para su categoría.

Características de seguridad y confort

Aunque el Ford Fiesta de los años 1999-2002 no se caracterizaba por ser un vehículo cargado de características de seguridad avanzadas, cumplía con los estándares básicos de la época. Entre las características de seguridad, incluía frenos de disco ventilados en la parte delantera y frenos de tambor en la parte trasera. También contaba con cinturones de seguridad de tres puntos en todos los asientos, así como con airbags frontales para el conductor y el pasajero.

En términos de confort, el Fiesta de tres puertas contaba con un sistema de climatización básico, pero funcional, asientos cómodos para viajes cortos y medios, y un volante ajustable para que el conductor pudiera encontrar una posición adecuada. El maletero, con una capacidad de 249 litros, era lo suficientemente grande como para llevar las compras de una semana o equipaje ligero para un viaje corto.

Conclusión

El Ford Fiesta 3 puertas de 1999-2002 es un claro ejemplo de cómo Ford supo adaptar el diseño y la motorización de un modelo a las tendencias de la época sin perder de vista su propósito original: ofrecer un coche pequeño, eficiente y accesible. La introducción del lenguaje de diseño «New-Edge» con faros más angulosos y una carrocería más deportiva permitió al Fiesta mantenerse vigente en un mercado que comenzaba a demandar vehículos con más carácter y estilo. Además, su motorización eficiente, combinada con una buena relación calidad-precio, hizo de este modelo una opción popular entre los conductores urbanos.

Si bien el Fiesta nunca fue un coche de lujo, su combinación de economía de combustible, diseño innovador y practicidad lo convirtieron en una opción excelente para aquellos que buscaban un coche pequeño con un toque de deportividad. Aunque el modelo de 3 puertas se veía más deportivo y estilizado, no estaba tan enfocado en el rendimiento como en otros aspectos de la conducción. Aun así, el Ford Fiesta 3 puertas de finales de los 90 y principios de los 2000 sigue siendo un referente en el mercado de coches compactos, especialmente para los que buscan un modelo accesible pero lleno de personalidad.

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