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Ford Escort 3 Puertas (1980-1986)

Ford Escort 3 Puertas (1980-1986): Un clásico de la era compacta

El Ford Escort, modelo que se consolidó como uno de los pilares de la automoción en Europa, marcó un hito con su tercera generación, lanzada en 1980. Durante sus años de producción, el Escort no solo destacó por su diseño, sino también por sus mejoras técnicas y su rendimiento en el mercado europeo. La versión de tres puertas, especialmente, se posicionó como un automóvil versátil, económico y con una propuesta estética diferenciada que lo hizo destacar entre sus competidores.

La tercera generación del Ford Escort: Un diseño revolucionario

Ford presentó la tercera generación del Escort con una renovada propuesta de diseño, que contrastaba con la de su predecesor. A diferencia del modelo anterior, el nuevo Escort adoptó la tracción delantera, lo que representaba un cambio significativo en su ingeniería y le permitió una mayor maniobrabilidad y eficiencia en consumo de combustible. Este cambio no fue una casualidad, ya que se trataba del segundo automóvil de tracción delantera que la marca americana producía en Europa, tras el éxito de su compacto Fiesta.

Patrick Le Quement, quien se encargó del diseño del Escort, fue el encargado de imaginar el nuevo modelo en 1976. En su visión, el coche debía ser moderno, con líneas rectas y un perfil algo más anguloso y acentuado, que se alejara de las formas curvas de su predecesor. Esta transición hacia un diseño más afilado fue una respuesta directa al auge de los hatchbacks, especialmente impulsado por el Volkswagen Golf, que se había lanzado en 1974 con una propuesta de diseño similar.

A nivel estético, el Escort de tres puertas destacaba por sus faros rectangulares y una parte trasera corta, con un maletero que apenas sobresalía de la línea del vehículo. Esto le otorgaba una imagen compacta y deportiva, ideal para el segmento de coches pequeños y económicos. Además, la versión de tres puertas presentó ventanas traseras fijas y puertas traseras más largas, lo que mejoraba el acceso al interior y daba un toque distintivo a su diseño.

El interior del Ford Escort 3 Puertas

Dentro del Escort, Ford continuó con la tendencia de ofrecer un diseño simple pero funcional. El interior estaba marcado por líneas rectas y superficies redondeadas, lo que proporcionaba un ambiente moderno y atractivo. Los materiales utilizados eran agradables al tacto, con plásticos suaves en las áreas de contacto, como los descansabrazos de las puertas, lo que mejoraba la sensación de calidad.

En cuanto al equipamiento, dependiendo del nivel de acabado, el Escort podía incluir un tacómetro en el cuadro de instrumentos, así como una consola central que albergaba el reproductor de casetes, un cenicero y un pequeño compartimiento de almacenamiento. La versión más equipada, la XR3, se destacó por su consola central y un enfoque más deportivo en su diseño, lo que lo hacía aún más atractivo para los entusiastas de los coches compactos de alto rendimiento.

Motorización y rendimiento del Ford Escort 3 Puertas

Uno de los aspectos más destacados de la tercera generación del Escort fue su variedad de motorizaciones. Ford ofreció una amplia gama de motores para adaptarse a diferentes necesidades y gustos, incluyendo versiones de bajo consumo y otras más potentes orientadas a quienes buscaban un rendimiento superior.

Un motor particularmente interesante de la versión de tres puertas fue el 1.1L de cuatro cilindros, que entregaba 50 caballos de fuerza a 5000 revoluciones por minuto. Aunque no era el más potente de la gama, este motor ofrecía una buena combinación de eficiencia y rendimiento para el uso urbano, alcanzando una velocidad máxima de 144 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 17.2 segundos. Gracias a su bajo peso, con un peso de solo 790 kg, el Escort tenía una excelente relación peso-potencia, lo que le permitía moverse ágilmente por las carreteras.

En cuanto al consumo de combustible, el Ford Escort 3 Puertas se destacó por su eficiencia. Con una capacidad de tanque de 40.1 litros (10.6 galones), el modelo ofrecía un rendimiento combinado de 6.3 litros cada 100 kilómetros, lo que lo hacía bastante económico para los estándares de la época. Esta eficiencia fue uno de los factores clave para su éxito en mercados europeos donde el precio del combustible y el ahorro en consumo jugaban un papel fundamental en la elección de un vehículo.

La versión XR3: El modelo deportivo

La versión XR3 del Ford Escort 3 Puertas fue la más deportiva de toda la gama, destacando tanto en prestaciones como en diseño. Equipado con un motor más potente, de 1.6L y 105 caballos de fuerza, el XR3 ofrecía una experiencia de conducción más dinámica, con una aceleración más rápida y un comportamiento más ágil en las curvas. Este modelo se convirtió rápidamente en uno de los favoritos entre los jóvenes y entusiastas de los coches deportivos compactos.

La versión XR3 también incluía detalles exclusivos de diseño, como una suspensión deportiva, ruedas de aleación ligera y detalles en el interior que lo hacían más llamativo. Además, contaba con un sistema de frenos más eficiente, con discos en las cuatro ruedas, lo que mejoraba significativamente la seguridad y el rendimiento en carreteras más exigentes.

El Ford Escort 3 Puertas en el mercado europeo

La tercera generación del Ford Escort, y especialmente la versión de tres puertas, fue un éxito rotundo en Europa. Ford logró posicionarse como una de las marcas líderes en el segmento de coches compactos, enfrentándose de igual a igual a gigantes como el Volkswagen Golf, el Renault 5 y el Peugeot 205.

El Escort fue un coche que supo captar la atención de diversos tipos de conductores, desde aquellos que buscaban un automóvil económico y funcional, hasta los que preferían un vehículo deportivo y divertido de conducir. Esta versatilidad fue uno de los principales factores que contribuyó a su éxito.

Conclusión

El Ford Escort 3 Puertas (1980-1986) sigue siendo uno de los modelos más representativos de la historia del automóvil en Europa. Con un diseño revolucionario para su época, una motorización eficiente y una versión deportiva que dejó huella, el Escort se consolidó como un coche que no solo cumplía con las expectativas de los conductores, sino que también estableció un nuevo estándar para los vehículos compactos. A día de hoy, sigue siendo un clásico de la automoción, admirado tanto por coleccionistas como por los amantes de los coches históricos.

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