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Ford Anglia 105E: Icono Británico

Ford Anglia 105E (1959-1967): Un Ícono de la Industria Automotriz Británica

El Ford Anglia 105E, producido entre 1959 y 1967, fue uno de los modelos más importantes en la historia de la automotriz británica. Esta joya de diseño y funcionalidad es recordada por su simplicidad, eficiencia y, sobre todo, por su impacto en la popularización de los automóviles compactos en el Reino Unido. En este artículo, exploraremos a fondo las características que hicieron al Anglia 105E un automóvil notable en su época, tanto en términos de diseño, ingeniería y desempeño como su legado cultural.

Contexto Histórico y Orígenes del Ford Anglia 105E

El Ford Anglia 105E nació en una época en la que la industria automotriz británica atravesaba una fase de expansión, con un mercado ávido de vehículos accesibles, eficientes y con diseños innovadores. En 1959, Ford decidió lanzar una versión completamente renovada del Anglia, un modelo que ya había tenido éxito en el Reino Unido. El modelo anterior, el Anglia 100E, se había ganado la preferencia del público gracias a su relación calidad-precio, pero se encontraba en necesidad de un rediseño para competir con los nuevos modelos más modernos que empezaban a aparecer en el mercado.

La idea de una renovación radical fue impulsada por el Centro de Investigación y Desarrollo de Ford en Birmingham, cuya tarea principal era crear un automóvil que pudiera adaptarse tanto a las exigencias del mercado británico como a los nuevos estándares de eficiencia. La responsabilidad de diseñar este modelo recayó en Elwood Engel, un diseñador estadounidense que había hecho fama por su trabajo en el Thunderbird y el Lincoln Continental, dos de los vehículos más prestigiosos de la época. Sin embargo, Engel encontró en el Anglia 105E una oportunidad para reducir la escala de su icónica visión del Thunderbird y adaptarla a un mercado europeo más exigente.

El Diseño: Compacto y Aerodinámico

El Ford Anglia 105E presentaba un diseño de coupé de dos puertas con un estilo compacto y aerodinámico que lo hizo muy atractivo desde el principio. Engel tomó la delantera con una forma fluida y moderna, que capturaba la esencia del diseño estadounidense sin perder las características que los consumidores británicos apreciaban. En la parte delantera, el Anglia mostraba una clara influencia del Ford Thunderbird de 1957, con una parrilla que recordaba la del modelo estadounidense, aunque en una versión más pequeña y adecuada para el mercado europeo.

Una de las características más distintivas del 105E Anglia fue su parabrisas inclinado y sus líneas traseras que terminaban en una pequeña aleta, una especie de «ventana invertida» que le daba un aire futurista. Esta peculiaridad fue el resultado de exhaustivos estudios aerodinámicos realizados en un túnel de viento, un detalle que ayudó a mejorar la estabilidad y eficiencia del vehículo. La parte trasera del coche también presentaba un diseño innovador, con una forma que fluía suavemente hacia los guardabarros, lo que le otorgaba una apariencia dinámica y estilizada.

En cuanto al interior, aunque el Ford Anglia 105E no era un modelo de lujo, Elwood Engel logró que la cabina fuera cómoda y práctica para los estándares de la época. El coche estaba diseñado para acomodar a cuatro adultos, con dos asientos delanteros y un banco trasero. El tablero, aunque sencillo, contaba con formas simétricas que lo hacían visualmente atractivo. Aunque la tecnología de confort y los materiales de lujo eran limitados, la ergonomía fue una de las prioridades, lo que permitió que el coche se sintiera más espacioso de lo que realmente era.

Especificaciones Técnicas: Desempeño y Eficiencia

El Ford Anglia 105E fue un vehículo especialmente diseñado para ofrecer una conducción accesible, eficiente y relativamente ágil, dado su tamaño compacto. Equipado con un motor de 1.0 litros y 4 cilindros en línea (el motor Kent), el 105E entregaba una potencia modesta de 39 caballos de fuerza (28.7 kW), lo cual no era mucho, pero sí suficiente para mover un vehículo que pesaba menos de 800 kg.

Motor y Rendimiento

El motor del Anglia 105E, aunque pequeño, era eficiente en términos de consumo de combustible. Estaba alimentado por un carburador y usaba gasolina como combustible. Este motor permitía que el automóvil alcanzara una velocidad máxima de 121 km/h (75 mph), lo cual era adecuado para la mayoría de los conductores británicos de la época, que buscaban un coche de bajo consumo para desplazarse por las carreteras del Reino Unido.

El Ford Anglia 105E también fue notable por su sistema de transmisión. Contaba con una caja de cambios manual de 4 velocidades que, combinada con la tracción trasera, ofrecía una conducción sencilla y controlada. Aunque su aceleración no era espectacular (alcanzaba los 100 km/h en aproximadamente 26.5 segundos), el automóvil era ideal para la conducción urbana y en carreteras secundarias.

Suspensión y Frenos

El Anglia 105E estaba equipado con frenos de tambor tanto en las ruedas delanteras como en las traseras, lo cual era estándar para muchos vehículos de su época. Aunque no eran los frenos más avanzados, eran suficientes para detener el coche de manera efectiva a las velocidades moderadas para las cuales estaba diseñado. En cuanto a la suspensión, el modelo utilizaba un sistema simple de muelles y amortiguadores, lo que proporcionaba un confort adecuado en carreteras no tan bien pavimentadas.

Características de Diseño y Espacio

Una de las principales ventajas del Ford Anglia 105E era su aprovechamiento del espacio interior. Aunque el automóvil era pequeño por fuera, el diseño del interior permitía que hasta cuatro personas pudieran viajar cómodamente. La distancia entre ejes de 2299 mm ayudaba a proporcionar una buena estabilidad y maniobrabilidad, mientras que el tamaño compacto del vehículo facilitaba el estacionamiento en las apretadas calles de las ciudades británicas.

El coche también ofrecía un maletero con un volumen de carga de 300 litros, lo cual era bastante razonable para un vehículo de este tamaño. Si bien no era un automóvil destinado para viajes largos o para llevar grandes cantidades de equipaje, el Anglia 105E cumplía perfectamente con las necesidades del día a día en un entorno urbano.

El Legado del Ford Anglia 105E

El Ford Anglia 105E fue un modelo que marcó un antes y un después en la historia de Ford en el Reino Unido. Con su diseño revolucionario, su eficiencia en consumo de combustible y su accesibilidad económica, se convirtió rápidamente en uno de los coches más populares de la década de 1960 en Gran Bretaña.

A pesar de que nunca fue un automóvil deportivo de alto rendimiento, el Anglia 105E tenía un lugar especial en los corazones de los conductores británicos por su simplicidad y fiabilidad. Con el tiempo, se convirtió en un ícono de la época, representando un coche práctico y accesible para las masas. Además, su diseño y características fueron precursores de los futuros modelos compactos de Ford y otras marcas, lo que consolidó al Anglia como un referente en la industria automotriz de aquellos años.

El modelo fue discontinuado en 1967, pero su legado perdura, tanto en la memoria de los aficionados a los coches clásicos como en la historia de los vehículos compactos que hoy en día dominan las carreteras de todo el mundo.

Conclusión

El Ford Anglia 105E (1959-1967) fue un automóvil que reflejó la evolución del diseño y la ingeniería automotriz de su tiempo. Con su elegante silueta, su motor eficiente y su enfoque práctico, se convirtió en un favorito entre los conductores británicos y un modelo emblemático de los vehículos de bajo costo y alto rendimiento. Su influencia perdura hasta hoy, y sigue siendo recordado como uno de los coches más significativos de la historia de Ford.

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