FORD Anglia 100E (1953-1959): Un Clásico de la Postguerra con Un Estilo Innovador
La década de 1950 fue un periodo de cambios significativos en la industria automovilística mundial. Después de los años turbulentos de la Segunda Guerra Mundial, los fabricantes comenzaron a desarrollar modelos que no solo respondieran a la necesidad de movilidad, sino que también reflejaran la prosperidad económica de la época. En el caso de Ford, el Anglia 100E, fabricado entre 1953 y 1959, es un ejemplo claro de cómo la marca británica de la firma estadounidense incorporó innovación y diseño para capturar la esencia del futuro con una mirada hacia el pasado.
Un Diseño Futurista para la Era Postbélica
El Ford Anglia 100E fue un modelo de automóvil que, aunque pequeño en tamaño, dejó una huella importante en la historia automotriz británica. Este coche de dos puertas, encuadrado en la categoría de los compactos, se construyó en la fábrica de Ford en Dagenham, ubicada en una isla cerca de Londres. Esta planta no solo producía automóviles, sino que también contaba con una planta de producción de acero que le otorgaba independencia en cuanto a los materiales utilizados, desde la electricidad hasta el gas, lo que la convertía en una de las fábricas más complejas de Europa en su momento.
El Anglia 100E es recordado por su diseño revolucionario, especialmente por su carrocería de tres volúmenes y sus bordes redondeados. Fue el primer modelo de Ford que se destacó por tener una carrocería completamente lisa y recta, abandonando los estilos anteriores de aletas expuestas y compartimentos de motor altos y estrechos. La parrilla del radiador, con sus tres barras cromadas horizontales, era un símbolo de modernidad y elegancia, convirtiéndose en uno de los elementos estéticos más distintivos del coche en su época.
Por dentro, el Anglia 100E mantenía un enfoque práctico y funcional, pero sin sacrificar la comodidad. Los asientos, recubiertos de PVC, eran resistentes y fáciles de limpiar, lo que hacía que fueran muy prácticos para el día a día. Un detalle innovador para la época fue su sistema hidráulico de embrague, que facilitaba la conducción, especialmente para las mujeres, quienes en ese momento comenzaban a incorporar el automóvil como parte de su movilidad cotidiana. Además, el acceso a los asientos traseros se realizaba mediante un mecanismo de inclinación de los asientos delanteros, un sistema que proporcionaba una forma sencilla de acceder a las plazas traseras, las cuales, aunque no eran excesivamente amplias, eran lo suficientemente cómodas para tres adultos.
Un Motor Modesto pero Suficiente
En cuanto a las especificaciones técnicas, el Anglia 100E estaba equipado con un motor de cuatro cilindros en línea de 1.2 litros (1172 cm³) que producía una potencia de 36 caballos de fuerza (26.8 kW). Aunque este motor podría parecer modesto para los estándares actuales, para la época era más que suficiente para mover un vehículo que pesaba solo 737 kg (1624 libras). Esta combinación de peso ligero y potencia moderada le permitía al Anglia 100E alcanzar una velocidad máxima de 71 mph (114 km/h), lo que lo hacía ideal para el tráfico urbano y las carreteras rurales británicas.
El sistema de transmisión estándar era una caja de cambios manual de tres velocidades, con la opción de un cambio semi-automático conocido como Manumatic, una característica que le daba al coche un toque de modernidad y comodidad adicional para los conductores que no deseaban el esfuerzo de un cambio manual tradicional.
Suspensión y Confort de Conducción
Una de las características más destacadas del Anglia 100E era su suspensión delantera independiente, una tecnología que mejoraba la estabilidad y comodidad de conducción en comparación con sus predecesores. Esta suspensión permitió al Anglia 100E ofrecer una conducción más suave y agradable, especialmente en terrenos irregulares, lo que lo hacía destacar entre otros vehículos de la misma categoría. Además, su freno de tambor tanto en las ruedas delanteras como traseras contribuía a una respuesta de frenado segura y eficaz, aunque para los estándares actuales es evidente que no se trataba del sistema de frenos más avanzado.
Datos Técnicos del Ford Anglia 100E
Especificación | Detalles |
---|---|
Motor | 1.2L L4 (1172 cm³) |
Potencia | 36 HP @ 4500 RPM |
Par Motor | 53 lb-ft @ 2150 RPM (72 Nm) |
Sistema de Combustible | Carburetor |
Velocidad Máxima | 71 mph (114 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 31 segundos |
Consumo Combinado | 35 mpg (6.7 L/100 km) |
Transmisión | Manual de 3 marchas |
Tracción | Tracción trasera |
Peso | 737 kg (1624 lbs) |
Longitud | 3843 mm |
Anchura | 1537 mm |
Altura | 1506 mm |
Capacidad del Maletero | 300 L |
Neumáticos | 5.20 – 13 |
Impacto en el Mercado y Legado
El Anglia 100E se convirtió en uno de los modelos más populares de Ford en el Reino Unido durante los años 50. A pesar de su modesto rendimiento y tamaño, su diseño innovador y accesibilidad lo convirtieron en un vehículo querido por una amplia gama de conductores, desde jóvenes hasta familias pequeñas. Su producción de más de 1 millón de unidades durante su ciclo de vida es un testimonio del éxito que tuvo en el mercado.
Además, el Anglia 100E marcó un antes y un después en la historia de Ford en el Reino Unido, ya que sentó las bases para la fabricación de modelos más grandes y sofisticados en los años posteriores. En términos de diseño y tecnología, representaba un paso hacia el futuro, al mismo tiempo que mantenía una cierta nostalgia por los coches más sencillos y funcionales de la era prebélica.
Conclusión
El Ford Anglia 100E no solo es un vehículo que representa una parte fundamental de la historia de Ford, sino también una pieza clave en la evolución de los automóviles británicos de la postguerra. Su diseño innovador, su motor eficiente y su confort de conducción lo convirtieron en un automóvil accesible y práctico para la familia británica de los años 50. Aunque hoy en día es considerado un clásico, el Anglia 100E sigue siendo un testimonio de la capacidad de la industria automotriz para adaptarse a los tiempos, incorporando nuevas ideas sin perder de vista la funcionalidad y la accesibilidad.